HISTORIA

La casa de la Procuración: un edificio con mil historias

Proyectado en la década del ´20 por uno de los arquitectos más relevantes de la historia argentina, se encuentra entre los edificios más distinguidos de la administración pública. Una larga historia que incluye desde habitantes de renombre hasta una expropiación que luego sería revertida.

Por: Redacción Broquel 

El edificio de la Procuración del Tesoro de la Nación, ubicado en la calle Posadas 1641 del barrio de la Recoleta, está próximo a cumplir sus 100 primeros años. Uno de los edificios más distinguidos de la administración pública que fuera proyectado por Alejandro Bustillo, distinguido pintor, escultor y arquitecto argentino. Así nos lo indica Marcelo Valva en su texto “La casa de la Procuración”, que apareciera en el Manual de Estilo que en 1998 editó la institución.

Nacido en Buenos Aires en 1889 y formado según los cánones clásicos de las Beaux Arts de su época, Bustillo dio un sello especial a sus obras, algunas de ellas emblemáticas de la arquitectura argentina, como la Casa Matriz del Banco Nación en Plaza de Mayo, el Hotel Llao Llao de Bariloche y el Casino de Mar del Plata, entre otras. “Los planos fueron elaborados en 1924, cuando Bustillo tenía 35 años de edad, por encargo de una distinguida dama porteña, la señora Angélica Guerrico de Fernández”, comenta Valva.

Un terreno frente al río

La fisonomía de la Ciudad de Buenos Aires tal cual la conocemos hoy dista mucho de lo que fuera antaño. En especial en cuanto a su relación con el Río de la Palta, y el terreno que se le ha ido ganando en los años de ocupación de estas tierras. La zona donde se ubica el edificio de la Procuración era justamente uno de los bordes de la barranca que daba al río. En nuestros días la Avenida del Libertador es el inicio del terreno ganado que incluye tanto casas de alta gama y zonas ferroviarias, como barriadas de sectores populares que intentan año a año mejorar su modo de vida.

“El terreno en que se asienta la casa formó parte de la “suerte Quinta”, también identificada como “G”, que Juan de Garay otorgó al capitán Rodrigo Ortiz de Zárate en la distribución de tierras que realizó en 1580 entre quienes lo acompañaron en la fundación de Buenos Aires”, indica en su texto Valva. Tenía 500 varas de frente y una legua de fondo, entre las actuales calles Ayacucho y Azcuénaga, y su frente daba al río. En esa época la zona era conocida como los “Montes Grandes”, y recibió por nombre “Chacra de los Ombúes”, al ser esta la especie que más abundaba.  

En el exhaustivo estudio de los títulos de propiedad de la finca que realizara la Procuración, se pudo determinar que a lo largo de 400 años tuvo más de veinte titulares. La historia cercana indica que el 6 de febrero de 1911, el terreno es adquirido por la señora Elisa Funes de Juárez Celman, viuda del ex presidente Miguel Juárez Celman y hermana de la esposa de otro ex mandatario, el general Julio Argentino Roca. Finalmente, según consta en el Tomo 556, Folio 489 del registro de la Propiedad Inmueble de la Capital Federal, el 14 de marzo de 1924 la señora Angélica Guerrico de Fernández adquirió el predio de manos de la señora de Juárez Celman.

La “Casa de las caritas”

“La señora Guerrico de Fernández compró el inmueble de la calle Posadas 1641 con la intención de construir una casa de departamentos para convivir con sus hijos, luego del fallecimiento de su esposo, Don Ricardo Fernández”, continúa en su historia de la casa Marcelo Valva. Adquirido el lote, la propietaria encargó al Arquitecto Alejandro Bustillo la confección de un proyecto acorde a sus necesidades, quien, una vez aprobados los planos, dio comenzó a la obra.

La documentación existente permitiría afirmar que esta casa (a la que supo identificarse como “La casa de las caritas” debido a los mascarones que adornan la puerta, el hall de entrada y las ventanas del primer piso), fue la primera construcción erigida en este predio, dado que durante años la zona estuvo cubierta por árboles y cercos de tunas que la hacían intransitable, y después eran los fondos de las quintas cuyo frente estaba sobre las actuales avenidas Quintana o Alvear.

Los primeros ocupantes fueron la propietaria, sus hijos y sus familias. El primer piso, al que se le dieron detalles de construcción que se destacan en la fachada, estuvo destinado a Doña Angélica y sus dos hijos solteros, Ricardo y Germán Fernández Guerrico. El segundo y tercer piso fueron para sus hijas María Angélica de Madero y María Rosa de Vivot y la planta baja para la hija menor Julia de Martínez de Hoz, las tres con sus esposos e hijos. Fallecida la primera propietaria el inmueble es adjudicado a su hijo Ezequiel Fernández Guerrico, quien fuera Secretario del Presidente de la Nación Marcelo T. de Alvear en el período de su mandato (1922-1928) y Secretario del Senado de la Nación entre 1928 y 1945.

El 22 de enero de 1936 el edificio fue adquirido por la Compañía Argentina de Inmuebles S.A. Las familias Madero y Vivot continuaron ocupando el segundo y tercer piso; en la planta baja vivió la familia del cineasta Cahen Salaberry y posteriormente la familia del actual Embajador Gregorio Dupont; y el primer piso fue la residencia de Guillermo Leloir, hermano del premio Nobel Dr. Federico Leloir.

Sin embargo, a partir de esa compra en el `36 la propiedad se vería envuelta en una de las historias político-económicas más significativas de nuestra historia. Es que pasaría a formar parte de los inmuebles del poderoso Grupo Bemberg, que en especial durante la llamada “década infame” manejaría los hilos del poder económico y político de nuestro país. Su accionar se vería recortado durante los gobiernos de Juan Domingo Perón, con gran apoyo popular y político, quien sancionaría duramente al grupo por sus deudas, estafas y prácticas monopólicas. Esto llevaría a la expropiación de la casa a principios de 1955. Pero tras el golpe de la “Revolución Libertadora” también en esto se retrocedería: se arribó a un acuerdo con el Grupo Bemberg y se dispuso “la cancelación de esas inscripciones a nombre del Estado Nacional y el restablecimiento de las anotaciones de dominio a nombre de Empresas Quilmes S.A.”, indica Valva. Dicho convenio sería ratificado por el Decreto 547 firmado por el Presidente Arturo Frondizi el 16 de enero de 1959. Volvía así este histórico edificio a formar parte de las cuantiosas propiedades del Grupo Bemberg. Años después, una búsqueda para una sede definitiva para la Procuración del Tesoro volvería a encauzar al histórico edificio hacia el interés del Estado, esta vez sumándose a sus activos a partir de una millonaria compra. Esa compleja historia, que revela los vaivenes por los que transitó la administración pública durante años, amerita un mayor abordaje que les ofrecemos en la siguiente nota.   

Comentarios(1)

  1. María Vanella Alias Mariella

    ¡UAU..dire…! Además de componer, arreglar, dirigir obras musicales con coros y orquestas….nos regalás esos pedacitos de historia de nuestra ciudad, desconocidos por la mayoría. ¡QUÉ LUJO…! Y mayor aún el privilegio de cantar bajo tu batuta . Orgullosos nos sentimos.

    Muchas gracias por estos obsequios, que nos dan una bocanada de oxígeno y nos informan sobre rincones de nuestra historia ciudadana y nacional, en este caso, al relatar la larga secuencia de situaciones conflictivas de la Casa de la Procuración. Muy interesante.

    Y, si me permitís agregar alguito: el actual edificio del Museo de Bellas Artes era la antigua Casa de Bombas. Fue remodelado por Bustillo, cumpliendo, a partir de entonces, con la nueva función. Después de cierta peregrinación de las obras de arte extranjeras, finalmente en 1932 (si mal no recuerdo), se re inauguró este edificio.

    Tuvo cierta significación en lo personal, ya que la segunda visita guiada en mi primer carrera, la de Guía Nacional de Turismo, me tocó este museo. Lo anecdótico: tuve que guiar la sala de impresionismo y post impresionismo. Yo, fanática de Van Gogh concluí con una gran cantidad de seguidores, visitantes, escuchando mis explicaciones y….. tratando de satisfacer su curiosidad me sentí realizada…Ja Ja.
    Abrazote jefe.

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