ENTREVISTASTAPA

“Ha quedado absolutamente clara la importancia de tener un Estado fuerte, dinámico y capaz”

Por: Redacción Broquel

En un momento de fuerte participación social de las Fuerzas Armadas ante este contexto de pandemia, Revista Broquel quiso entrevistar al Ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi. Desfilan en esta charla tanto los desafíos que debieron enfrentar y las tareas que quedan por delante, como las posibilidades del desarrollo de una industria de la defensa y de tareas conjuntas con los países de la región.  

Revista Broquel: En este contexto de pandemia, ¿cuáles han sido los desafíos se les han presentado a las Fuerzas Armadas?  

Agustín Rossi: Cuando empezó la pandemia el Presidente de la Nación me convocó y me instruyó a que tratáramos de poner todas las capacidades que tienen las Fuerzas Armadas a disposición de la lucha contra el coronavirus. Así que eso fue lo que hicimos: dividimos al país en 14 regiones de emergencia, con 14 comandos de emergencia conjuntos, lo que significa que participan de los mismos las tres Fuerzas. Cada una de esas regiones de emergencia con sus comandantes recibían directivas por parte del Ministerio de Defensa y demandas de los intendentes, de los gobernadores de cada una de las provincias, de cada una de las regiones. Y así se fueron realizando la cantidad de tareas que venimos ejecutando durante todo este tiempo. Para tener un número exacto, al día de hoy llevamos realizadas más de 14.000 tareas. Para nosotros una tarea es una actividad que se realiza durante un día, que implica movilización de personal y de medios. Llevamos cerca de 180 días de operaciones, es decir que estamos arriba de los 5 meses de tareas, y desplegamos en el terreno más de 60.000 hombres y mujeres. La verdad es que las tareas que se han realizado, las actividades, son muy altas, significa que tenemos un promedio de 80 actividades por días, que se realizan en distintos lugares de la Argentina. Por eso sostengo que lo que se ha hecho es sin dudas el despliegue militar más importante desde la recuperación de la democracia. Por extensión en el tiempo, por los días que ya llevamos y por los que vamos a quedarnos mientras sea necesario; y por cobertura geográfica, que es más que importante.

RB: ¿Cómo encontró a las Fuerzas Armadas la necesidad de este despliegue, cómo fue su reacción ante este tipo de actividades tan variadas?

AR: Dentro de la doctrina de defensa, y dentro de la doctrina militar, existen misiones principales y secundarias. La misión principal es aquella misión que tiene que ver con la soberanía del país, garantizarla en lo que es el espacio aéreo, marítimo y terrestre. Y dentro de lo que son las misiones secundarias de las Fuerzas Armadas, están las operaciones de apoyo a la comunidad. Y claramente lo que sucede en estos momentos está dentro de ese parámetro, es una gran operación de apoyo a la comunidad, que las fuerzas están preparadas para hacer y llevar adelante. Lo que sucede es que nunca se desplegó a lo largo y ancho del país, durante tanto tiempo, empeñando tanta cantidad de personal y medios, y logrando una visibilidad que hacía tiempo no se tenía. Me parece también que los argentinos y las argentinas pudieron ver la multiplicidad de acciones que pueden llevar adelante las Fuerzas Armadas por personal militar, y claramente eso también significó un fortalecimiento entre la relación del personal militar y la sociedad civil. Creo que esto también es importante, porque me parece que va a terminar la pandemia y la opinión de la sociedad argentina sobre las Fuerzas Armadas va a aumentar en consideración positiva. He visto en muchos lugares cómo el personal militar es aplaudido cuando llega, cuando se va, y eso me parece que es muy importante.

RB: En este sentido, ¿cómo analiza las discusiones que se dieron en torno al rol del Estado en este contexto de pandemia?               

AR: Me parece que en una situación de emergencia como la que estamos viviendo, ha quedado absolutamente clara la importancia de tener un Estado fuerte, dinámico, capaz de ponerse en el centro del dispositivo cuando sea necesario. Y esto es lo que pasó, me parece que hemos logrado aumentar notablemente nuestro sistema de infraestructura pública, nuestro sistema público sanitario en todos los lugares de la Argentina, donde se han construido en este tiempo 12 hospitales modulares de manera tal de aumentar nuestra capacidad prestacional. El Estado ocupó además un lugar rector y distribuidor, porque compró la totalidad de la producción de respiradores y se fueron repartiendo a lo largo y ancho de toda la Argentina. Hoy no tenemos problemas de cantidad de respiradores, en todo caso lo que nos falta es personal médico, que claramente está tensionado a lo largo y ancho del país. Pero la participación del personal de salud, de todo el sistema sanitario público, las acciones que llevó el Estado desde el punto de vista de ayuda a la sociedad (el IFE que alcanza a 9 millones de ciudadanas/os, el ATP para que las empresas no quiebren, no despidan personal y estén en condiciones de empezar a iniciar un proceso de recuperación económica de la Argentina), el rol que han cumplido las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad, muestran la importancia de tener un Estado fuerte, dinámico, con capacidad de llevar adelante y de amoldarse ante este nuevo desafío que significó la pandemia.

RB: En términos personales, su designación significó un regreso a la cartera, ¿cómo encontró al Ministerio de Defensa y qué desafíos de le presentaron en el inicio de la gestión?          

AR: Vi que no hubo una priorización de la política de defensa durante la gestión anterior. De hecho me parece que estuvieron muy sesgadas las decisiones que se tomaron en materia de política de defensa, sólo mirando el costado fiscal de las mismas. Podría decir que inclusive en algún momento hubo un documento que daba vueltas por el Ministerio de Defensa sobre el aporte de la defensa al ajuste fiscal. Y eso siempre lleva a tomar decisiones equivocadas, porque la realidad es que la política de defensa podrá tener mayor o menor avance según la intensidad de las decisiones que se tomen, y obviamente está el contexto económico en el marco del cual se toman esas decisiones. Ahora si usted lo único que hace es ver cómo recorta para ver cómo complace al Ministro de Economía de turno, claramente se va a equivocar. Y así se discontinuaron programas como el IA-100 o el Pucará, o la modernización de los tanques argentinos medianos, entre otros, se cerraron unidades militares, se suprimían otras, lo que creo fue claramente una equivocación. Vine con el objetivo de que creía que existía ya la posibilidad de que la Argentina tenga una política de defensa. Porque entiendo la importancia que tiene nuestro país: somos la octava superficie del mundo, tenemos baja densidad poblacional, somos un país subpoblado, tenemos muchas riquezas en recursos naturales, tenemos depositarios de agua dulce, un alto porcentaje de nuestro territorio tiene superficies cultivables, depósitos de minerales estratégicos, depósitos carburíferos, y tenemos un litoral marítimo extenso. Y desde el punto de vista geográfico tenemos una ubicación geopolítica importante, habida cuenta que junto con Chile somos los dos países más australes del mundo, y que tenemos ribera en el Estrecho de Magallanes que es el único canal de comunicación natural entre los dos océanos. Y estamos insertos en un mundo que no tienen conflictos bélicos a la usanza del Siglo pasado, pero que tiene tensiones con una potencia hegemónica durante muchísimos años como son los EEUU, pero con una potencia emergente como es China. Y con reconfiguración de bloques regionales, ya que no es lo mismo sobre todo para un país como nosotros una Europa con Gran Bretaña dentro o fuera de ella. Un mundo que tiene una mirada de demanda de recursos naturales, y que en muchos lugares del continente tiene sobrepoblación. Teniendo en cuenta estas consideraciones, me parece que la Argentina debe contar con una política de defensa. Que sea cooperativa con el resto de los países del mundo, fundamentalmente con los países de la región, reactiva y disuasiva porque no pensamos nunca en atacar a nadie, sino que pensamos en tener capacidad de defensa en caso de que sea necesaria. Ahora para ser disuasiva tiene que tener con qué, no puede disuadir con nada, tiene que tener un instrumento militar integrado por hombres y mujeres como los que tenemos hoy, fuertemente capacitados, formados, con alto nivel de instrucción, con compromiso con la democracia, con los derechos humanos, con las instituciones. Pero al mismo tiempo tiene que tener un equipamiento necesario para poder cumplir con esa misión principal, que hoy no lo tiene. Mi objetivo sigue siendo el mismo: que terminada la pandemia la Argentina pueda definir una política de defensa, y que para ejercitarla cuente con las condiciones necesarias del instrumento militar.

RB: ¿Cómo se puede llevar adelante el equipamiento necesario de las Fuerzas Armadas?

AR: Esto lo preveo tratando de generar un fuerte desarrollo de la industria de la defensa en la Argentina. En cualquier país industrial la industria de la defensa es una industria estratégica, fuertemente multiplicadora de la actividad económica, por lo que tiene muchísimo impacto en todo lo que significa la actividad económica, lo que genera en puestos de trabajo directos e indirectos, en materia de cadena de valor, de cadena de contratistas. Y creo que tenemos en la Fábrica Argentina de Aviones, en nuestras fábricas militares, en nuestros astilleros, elementos necesarios como para generar un fuerte desarrollo para lograr el equipamiento de nuestras Fuerzas Armadas. Para esas dos demandas que va a necesitar la Argentina en la pospandemia, que es la necesidad de equipamiento y la necesidad del desarrollo de la industria de la defensa para generar valor agregado y puestos de trabajo, imaginamos el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), que es el proyecto de Ley que tiene media sanción en la Cámara de Diputados y esperamos que se pueda tratar en el Senado y se pueda convertir en ley. Para que esta asignación específica para el equipamiento de las Fuerzas Armadas sirva de puente para satisfacer estas necesidades que hoy estamos teniendo.              

RB: En este sentido, ¿qué nos puede comentar del avión Malvina, que han presentado días atrás?

AR: Es un proyecto que estamos haciendo con la Fábrica Argentina de Aviones, el IA-100 es retomar un programa que habíamos empezado en el año 2014/15, que es un avión de entrenamiento inicial para la Fuerza Aérea Argentina. En el año 2016 se discontinúo ése proyecto, y lo retomamos ahora con mayores precisiones por parte de la Fuerza Aérea, que nos hizo todos los requerimientos necesarios para llevar adelante el IA-100. Y lo otro que tiene de novedosos es que dentro de la misma jurisdicción, que es el Ministerio de Defensa, logramos el financiamiento para el prototipo. El IAF, que es el Instituto de Ayuda Financiera, ya le prestó U$D 2.500.000 a FADEA para que desarrolle el prototipo, algo beneficioso para ambas partes: porque si lo deposita el IAF en plazo fijo le pagan el 2% y lo prestó al 4%, cosa que beneficia a FADEA porque si tenía que tomar un crédito en un banco le salía entre 8 y 10%. Es algo claramente beneficioso para el desarrollo de una industria de la defensa. La Fuerza Aérea Argentina se comprometió a comprar 25 aviones, los primeros estarán en el 2022, y en el 2023 vamos a tener funcionando toda la serie. Ees una muy buena noticia, porque es un nuevo avión que va a empezar a fabricar la Fabrica Argentina de Aviones.

RB: Siendo la formación algo fundamental para la Fuerza, ¿qué nos puede comentar de la UNDEF y de los proyectos que allí se desarrollan?

AR: La Universidad de la Defensa Nacional es un proyecto de creación de mi anterior gestión, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner enviamos el proyecto de ley que fue aprobado en el Congreso Nacional. Se creó sobre finales de mi gestión, tuvo una etapa de instalación y creemos que esta es la etapa de despegue, aspiramos a que se convierta en un nuevo faro de atracción para los debates que los distintos sectores se dan en el marco del desarrollo de una política de defesa. Estamos muy entusiasmados con todo lo que podemos hacer y llevar adelante desde allí.

RB: La creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades es la institucionalización del avance en derechos que socialmente se viene impulsando, ¿cómo analiza esta situación dentro de las fuerzas?

AR: En general en las fuerza tenemos más del 20% del total del personal militar que son mujeres, tenemos un 30% en los cuerpos profesionales y un 15% en los cuerpos comando. Es decir, un 30% en quienes se incorporan a las Fuerzas Armadas una vez que han recibido su título profesional (medicina, abogacía, bioquímica, etc) y que no hacen ni el Colegio Militar ni la Escuela de Suboficiales. Los cuerpos comando son el personal que hace toda la carrera militar: empezando en el Colegio Militar para ser oficiales, o los colegios correspondientes de las distintas Fuerzas o las Escuelas de suboficiales. Pero la política de géneros es una política que nosotros hemos implementado y de la cual estamos orgullosos, creo que ha sido el cambio cultural más importante que han tenido las Fuerzas Armadas en la Argentina. Porque en una estructura tan rígida, tan poco flexible, incorporar la mirada de la mujer en todo lo que significa la tarea militar, es importantísimo. Es una política que sostenemos, reivindicamos, y seguiremos llevando adelante.

RB: Antes mencionaba el contexto internacional, ¿cuál es la actualidad en nuestra región, y cuáles son las posibilidades de establecer relaciones de defensa con los países limítrofes?                 

AR: Cuando existía la UNASUR con muchísima potencia, existía el Consejo de Defensa Suramericano con el cual nos reuníamos seguido, y teníamos un ámbito de encuentro multilateral con todos los Ministros de Defensa de la América del Sur. Hoy eso ya no existe, y lo que estamos tratando de hacer y particularmente estoy tratando de hacer es establecer relaciones bilaterales con todos los Ministros de la Región. Tengo buen diálogo con el Ministro de Defensa de Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile (que cambió recientemente). Tenemos tareas conjuntas con las fuerzas de la región, por lo que para nosotros sigue siendo un objetivo fortalecer todo lo que significa la cooperación con todos los países, y lo vamos a tratar de seguir fortaleciendo. Es el primer estadio de cooperación que imaginamos con la mayor intensidad posible. Hemos establecido con los países integrantes del Mercosur una relación de 2 + 2: el Secretario de Asuntos Militares para la Defensa (que en nuestro país es el Licenciado Francisco Cafiero) y el Jefe del Estado Mayor Conjunto (General de Brigada Juan Martín Paleo) con sus contrapartes del Brasil, Paraguay y Uruguay mantienen un diálogo permanente, que nos permite ir monitoreando cómo es el avance del Covid19. Y también nos permite analizar el rol que están desempeñando las Fuerzas Armadas en cada uno de los países. En eso estamos, reivindicamos y creemos que es un norte importante seguir trabajando para lograr la mayor cercanía con todos nuestros hermanos latinoamericanos en materia de políticas de defensa.      

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