Por Redacción Broquel Imagen: Chile Convención - Fb
“Nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado
por diversas naciones, nos otorgamos libremente esta
Constitución, acordada en un proceso participativo,
paritario y democrático.”
Preámbulo
El 4 de julio se cerró el último pleno de la Convención Constituyente y se entregó al presidente Gabriel Boric el texto definitivo de la propuesta de la Nueva Constitución Política de la República de Chile, debatida, discutida y redactada por sus 154 convencionales a lo largo de un año. La misma deberá ser ratificada en un referéndum popular que se realizará mediante un plebiscito obligatorio el 4 de septiembre.
La Convención Constitucional que elaboró esta propuesta de Constitución Política, estuvo integrada por 154 convencionales y fue elegida por los pueblos de Chile en las elecciones realizadas los días 15 y 16 de mayo de 2021, constituyéndose el 4 de julio de 2021.
A continuación, hacemos una aproximación sobre algunos pilares que propone esta propuesta de nueva Constitución Política.
Un Chile con más democracia
La democracia es un tipo de gobierno en que la soberanía reside en el Pueblo, por y para el Pueblo. Se materializa por medio de mecanismos de representación política y participación ciudadana. La propuesta de nueva Constitución consagra principios como la transparencia, la igualdad, libertad de pensamiento y de expresión; el respeto a las diversidades, los acuerdos de las mayorías y la garantía del derecho al voto libre, igualitario, secreto, universal e informado.
Sus artículos sobre sistema político, la elección de representantes de la ciudadanía y la distribución territorial del poder; en especial, los mecanismos de democracia directa y la participación en la toma de decisiones, son una de las diferencias más profundas con la Constitución pinochetista aún vigente.
La ciudadanía tiene el derecho a participar de manera incidente o vinculante -según corresponda- en los asuntos de interés público y en la toma de decisiones que le afecten.
Un Estado presente en la economía
En este punto fundamental, la propuesta de nueva Constitución establece un principio básico: el Estado participará de la economía del país. Asumirá un rol más activo además de regular, fiscalizar, fomentar y desarrollar actividades económicas. En este marco, se propone también el fomento de las economías locales urbanas y rurales.
Otro ítem primordial es el del Estatuto constitucional de los minerales, donde se refleja que el Estado tendrá el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescindible de las minas, independientemente de la propiedad sobre los terrenos en que se encuentren situados. La exploración, explotación y aprovechamiento de las minas se sujetará a una regulación que considere su carácter finito, no renovable, de interés público intergeneracional y la protección ambiental.
El Estado tiene la responsabilidad de prevenir y sancionar los abusos de los mercados. Estos abusos se entienden como conductas contrarias al interés social, abusos monopólicos que afecten el funcionamiento eficiente, leal y justo de los mercados. En este sentido, también el Estado se compromete a garantizar los derechos de los consumidores, la libre elección, la información veraz, la protección de la salud y el medioambiente, reparación e indemnización y a la educación para el consumo responsable. Una gran transformación tendría que ver con el agua, que quedaría establecida como un derecho “inapropiable”, derecho humano, creando una Agencia Nacional de Aguas para su uso sostenible.
Diseño institucional
En este punto, se propone un Poder Ejecutivo en manos del/la presidente/ta de la República y un Poder Legislativo conformado por un Congreso de Diputados y Diputadas, la eliminación de la cámara de senadores y la conformación de la Cámara de las Regiones, en donde todas las regiones contarán con la misma cantidad de representantes –mínimo tres- electos/as democráticamente.
Igualdad de género
En este punto, se aseguran diversas normas que dan garantía a los derechos de las mujeres, diversidades y disidencias, como el derecho a una vida libre de violencia de género, una perspectiva de género en la justicia, derechos sexuales y reproductivos, derecho a la identidad, principios de paridad y representación política paritaria e inclusiva. Destaca, por otro lado, el derecho a la identidad en todas sus dimensiones y manifestaciones, incorporando las características sexuales, expresiones de género, nombre y orientaciones sexoafectivas.
En este sentido, todos los órganos del Estado, empresas públicas y semipúblicas, como así también órganos autónomos, deberán contar con una composición paritaria que asegure un 50% de integrantes mujeres. La ahora expresidenta de la Convención Constitucional, María Elisa Quinteros, expresó sobre este punto en su discurso de este lunes que esta constitución sería “la primera constitución paritaria del mundo”, remarcando que la misma, estuvo presidida por dos mujeres.
En cuanto al Sistema de Justicia, este deberá adoptar medidas de prevención, sancionar y ser garante de la erradicación de la violencia contra las mujeres, disidencias y diversidades sexuales.
La propuesta constitucional incluye una modificación respecto al aborto. Señala que el Estado debe asegurar las condiciones para un embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos, y para una interrupción voluntaria del embarazo, mientras que la Constitución vigente de 1980 protege explícitamente “la vida del que está por nacer”. Sin embargo, será un derecho que deberá ser reglamentado por el Poder Legislativo, que dirá cuáles son los plazos y la forma de hacerlo.
Chile inclusiva
El principio básico que instaura esta propuesta, es el de igualdad sustantiva y no discriminación, la inclusión social y la integración. Se propone, la nueva constitución, ser una herramienta para reducir las desigualdades, particularmente allí donde poblaciones han sido históricamente excluidas.
Se destacan las propuestas sobre el reconocimiento de derechos de personas mayores, personas con discapacidades, niñas, niños, adolescentes y pueblos originarios.
Relaciones internacionales y articulación regional
En su artículo 14 se expresa que las relaciones internacionales de Chile “se fundan en el respeto al derecho internacional y a los principios de autodeterminación de los pueblos, no intervención en asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados, multilateralismo, solidaridad, cooperación, autonomía política e igualdad jurídica entre los Estados”.
Y, en su tercera parte, declara a América Latina y el Caribe como zona prioritaria en sus relaciones internacionales. Se compromete con el mantenimiento de la región como una zona de paz y libre de violencia; impulsa la integración regional, política, social, cultural, económica y productiva entre los Estados, y facilita el contacto y la cooperación transfronteriza entre pueblos indígenas”.
Plurinacional
La propuesta de Nueva Constitución declara, como idioma oficial, el castellano; y oficializa los idiomas indígenas en sus zonas de alta densidad poblacional de cada pueblo y nación indígena. En este sentido, promueve conocimiento, revitalización, valoración y respeto.
En este sentido, el Estado chileno se declara Plurinacional e Intercultural, que implica el reconocimiento de 11 pueblos y naciones, constituyendo autonomías regionales indígenas y el reconocimiento de los sistemas jurídicos de estos pueblos, con relación a la Constitución. Particularmente, es un avance muy significativo con relación a la constitución pinochetista, que no reconocía de ninguna forma a estos pueblos.
Ahora, todos los cañones apuntan al apruebo o rechazo que se votará en plebiscito el próximo 4 de septiembre. El pueblo chileno decidirá si entierra de una vez y para siempre una constitución que nació al calor de la represión pinochetista.
Dejamos a disposición del lector el texto definitivo de la propuesta de la Nueva Constitución Política de la República de Chile.
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