En la presentación del libro “Criminalización de la Política. La persecución judicial de la gestión pública” de Martín Haissiner y Marcos Aldazabal, el Dr. Carlos A. Zannini analizó los alcances de este tipo de prácticas persecutorias y los desafíos de los sistemas democráticos ante las mismas.
Por: Redacción Broquel
En una conferencia de la que participaron Elizabeth Gómez Alcorta, Mariano Fragueiro Frías, Carlos A. Zannini, Marcos Aldazabal e Irina Hauser, se presentó el libro “Criminalización de la Política”, que indaga en la historia y en las consecuencias de llevar ante los tribunales penales las acciones de la gestión pública. Allí remarcan los autores como los riesgos principales tanto “el desincentivo a las medidas más osadas y a los mejores funcionarios”, como así también “el descrédito a la política y al poder judicial”.
En su exposición, el Dr. Carlos A. Zannini enfatizó en la necesidad de reemplazar el anglicismo “lawfare” por el de “criminalización de la política” que propone el libro, ya que una vez traído a la política este concepto de origen militar, “se nutre de bagajes que no tienen que ver con lo jurídico, porque en su accionar quienes lo ejercen están agrediendo la Constitución, las leyes y procedimientos con el objetivo de encarcelar opositores simplemente para tocar lo más valioso que el individuo tiene, que es su propia reputación”.
Un accionar que no se limita tan sólo a la Argentina, sino que “es un nuevo modelo de dominación que utiliza libretos fríamente pensados, difundidos por medios hegemónicos con el suficiente poder para poder instalarlos en el escenario público, y agentes dentro del Poder Judicial para darles una apoyatura”.
“Lo primero que tenemos que hacer para que no haya criminalización de la política es lograr un gran acuerdo político nacional, donde todos los partidos se comprometan a no exigirle a la justicia la respuesta que no encuentran en la política”, agregó Zannini. “Si participo en el Congreso representando a un sector de la sociedad, cuando pierdo no voy a que los jueces me modifiquen el resultado, la única exigencia que tiene que haber de los partidos políticos, de los militantes y de todas y todos hacia el Poder Judicial es que cumplan la Constitución y las leyes”, agregó.
Consultado sobre su experiencia personal y las causas que en nuestro país se iniciaron contra ex funcionarios durante la anterior gestión gubernamental, Zannini indicó que “se buscaba atacar la reputación personal de Cristina Fernández de Kirchner y si era posible proscribirla, proscribiendo a un sector de la política argentina como se hizo muchas veces en nuestra historia”. Indicando que “era una repetición que también se hizo en países vecinos”, recordó lo sucedido con Lula Da Silva o Rafael Correa. “Con Cristina no pudieron, muchas de las causas que le inventaron tienen que ver con mancillar su reputación, su honestidad, pero otras tenían como objetivo impedir que sea candidata, por eso querían separarla del Senado”, explicó.
En la parte final de su participación, el Dr. Carlos Zannini indicó que “el mundo se está armando con poderes económicos cada vez más fuertes y Estados cada vez más débiles, donde para socavarlos o destruirlos necesitan desprestigiar la política”. Y aunque “se desarrolla en la Argentina una fuerte campaña antipolítica”, las encuestas indican que más del 50% del pueblo argentino cree en la política como herramienta de transformación. “Insistamos en creer, en participar y en estar en la política, porque en el mundo que se viene, de exclusión y de poderes económicos concentrados, donde cada vez hay más para menos, la única esperanza que tienen los pueblos es que el Estado salga a defender sus derechos”. Porque “el desafío para los políticos es ser expertos en el manejo del Estado, y donde hay desafíos, hay vida”, finalizó.
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