Por: Redacción Broquel
Entrevista a Pedro Wasiejko, Presidente del Astillero que día a día recupera su capacidad de trabajo. “La industria nacional, particularmente una como ésta ligada al Estado provincial, está en condiciones de ser protagonista de grandes desafíos”.
Revista Broquel: Semanas atrás tuvimos una gran noticia con la botadura de una nueva embarcación en el Astillero. ¿Cómo fue esa experiencia y qué significó?
Pedro Wasiejko: Bueno, la verdad que fue una experiencia gratificante. Yo le veía la cara a los trabajadores y a sus familias y eran de orgullo, felicidad y satisfacción. Después de 9 años de la última botadura de una embarcación y de 35 años desde que se puso en agua una construcción para la Armada. Para los trabajadores fue como una fiesta, al menos fue lo que vi y sentí estando presente. Considero que es un punto de inflexión, para empezar una nueva etapa. Obviamente estamos trabajando muy fuerte como para poder concretar otro tipo de trabajos que nos ayuden a poder cumplir con ese objetivo de que el Astillero esté en marcha.
RB: ¿Cuánto tiempo les llevó este trabajo?
PW: Esto llevó alrededor de 11 meses total de construcción, 4 meses de construcción de cascos, pero por diferentes problemas que se tuvieron fue la gran demora. Durante el segundo gobierno de Cristina se habían firmado los contratos y se empezó a realizar, pero cambió el gobierno y quedó parado. Entonces quedó parado durante los 4 años de la gestión de Mauricio Macri y Eugenia Vidal. Luego durante la etapa donde Ariel Basteiro estuvo al frente del Astillero, cuando asumió el gobernador Axel Kicillof, fue una etapa en la que se trabajó para ver cómo se replanteaban esos contratos, cómo se hacía lo necesario para poder ponerlo en marcha. Hace un año atrás se pudo empezar a encausarlo, con la pandemia que perjudicó el tema productivo. Nos tocó a nosotros poder cumplir con esa tarea, ahora estamos trabajando con el personal del Astillero para que en diciembre se pueda realizar la botadura de la segunda Lancha de Instrucción de Cadetes de la Armada que está en el establecimiento.
RB: ¿Cómo impacta en un lugar como el Astillero estos cambios de políticas en la gestión del Estado?
PW: El hecho de que no haya continuidad, una línea de acción clara que trascienda las gestiones es un problema. Porque una empresa productiva tiene que tener continuidad en la gestión y una agenda de trabajo clara para que se puedan producir resultados, que en este caso es la construcción de barcos o de estructuras de metalmecánica grandes.
RB: Justamente quizá el público lo que más conoce es el trabajo con las embarcaciones, pero también tiene el Astillero una importante labor de construcción metalmecánica. ¿Qué nos puede contar de eso?
PW: La verdad que es uno de los talleres metalmecánicos más grandes de América Latina. Es un establecimiento en donde se puede trabajar con piezas sumamente pesadas. Hay algunas máquinas que soportan trabajar con piezas de 25 o 50 toneladas, no hay muchos lugares así. Lo que permitiría tener la posibilidad de resolver cuestiones constructivas para empresas petroleras como YPF o para el sector de la minería. O también para cualquier actividad que necesite estructuras grandes como molinos eólicos. O todo lo que se viene con las segundas vías de las turbinas hidráulicas de las represas, que a partir del año que viene van a estar en el debate y van a ser el modelo de gestión del sistema hidroeléctrico.
RB: Quizá una de las obras más emblemáticas sea la participación en el Estadio Único de la Plata, ¿qué nos puede contar de lo que significó para la empresa aquel trabajo?
PW: En ese momento significó como un rayo de esperanza, el poder estar participando en una infraestructura gigantesca, siendo una parte importante en la etapa de construcción, montaje y mantenimiento. El Astillero ha tenido a lo largo de su historia obras de esta naturaleza, que son situaciones que permiten dejar en claro que la industria nacional, particularmente una como está ligada al Estado provincial, está en condiciones de ser protagonista de este tipo de desafíos.
RB: ¿Qué planes se abren a partir de esta nueva etapa?
PW: Estamos en conversación ahora con el Astillero Tandanor, otro astillero público de la órbita nacional, viendo si podemos consolidar un contrato con el Ministerio de Seguridad para la construcción de cuatro embarcaciones que necesita. Que son de tipo oceánico, para la Prefectura. Por supuesto con el apoyo de astilleros extranjeros, por la financiación y los insumos, pero la idea es que se construyan las 4 en el país, tanto en el Astillero Río Santiago como en Tandanor. Esto si se logra sería un hecho muy significativo, muy importante. Porque en la gestión de Macri y Vidal se mandaron a construir en un astillero público francés las cuatro embarcaciones que necesitaba la Armada, y se dejó de costado la posibilidad de hacerlo en astilleros nacionales.
RB: En el último tiempo ha estado en debate la cuestión de las vías navegables en Argentina. ¿Cuál es la perspectiva de ustedes y cómo mejoraría el trabajo del Astillero si avanzan estas propuestas?
PW: La cuestión del Canal Magdalena supera cualquier circunstancia y termina siendo una herramienta de infraestructura marítima que se necesita imperiosamente, que coloca a la Argentina en conectividad con los mercados de Asia y África. Es la salida de toda nuestra mercancía sin que tenga que pasar por otro país como ocurre hoy por el Canal Punta Indio. Sería una cuestión de doble interés, mejoraría el sistema de canalización con lo cual reduciría los riesgos de accidentes, un riego por el cual todo el flujo de la economía se paralizaría si hubiera un accidente en el ingreso al Sistema del Canal Troncal. Así que en ese sentido el Canal Magdalena posibilita mejorar mucho la seguridad del sistema, y obviamente preparar para que los puertos del Río de la Plata, tanto Dock Sud, La Plata como Buenos Aires estén en condiciones de recibir embarcaciones de mayor calado, que es la tendencia hacia dónde va la industria naval y la logística marítima en la actualidad
RB: Otro tema tiene que ver con la marina mercante y la posibilidad de que haya más embarcaciones de bandera nacional…
PW: Eso necesita de una visión política importante porque para construir barcos el tema clave es la financiación. Ahora el gobierno nacional tomó una decisión importante con la financiación, pero obviamente está orientado a la industria del sector pesquero, es para embarcaciones de 30 o 40 metros de lora. También puede servir para la construcción de remolcadores o dragas pequeñas, pero para algunas cuestiones de esas se necesita embarcaciones más grandes y tenemos la infraestructura para hacerlo. Se podría tener la visión política de lo que significa tener embarcaciones nacionales que permitan trasladar las cargas de cereales o minería a puntos donde luego pueda conectarlos con el mercado global. Pero para eso se necesitan embarcaciones y tenemos el lugar para construirlas, pero para poder hacerlo se necesita financiación.
RB: ¿Cuál es la actualidad del Museo y de las visitas al Astillero, en este contexto de pandemia?
PW: Estamos trabajando para que vuelvan las visitas al Astillero. Hemos recibido el apoyo de la Provincia en cuanto a la implementación de presupuesto para mantenimiento, hay mucho por mejorar. El Astillero estuvo muchos años abandonado, hay mucho por hacer tanto en la señalética como en las condiciones de seguridad hay muchas cosas por hacer. En la medida en que vamos logrando eso vamos a volver a un régimen de visitas ordenado y prolijo que permita mostrar instalaciones adecuadas con respecto al tema de la seguridad que permita una visita interesante y cómoda para quienes se acerquen al Astillero.
RB: Muchas veces a este tipo de empresas se las llama “madre de industrias”, porque impulsa el trabajo en otros ámbitos. ¿Es el caso del Astillero Río Santiago hoy?
PW: Bueno, hoy en día ninguno de los astilleros está condiciones de poder decir eso, pero sí sabemos, estamos convencidos, que así fue durante su mejor época en los ´50, ´60 y ´70. Hoy tenemos en primer lugar que poner en funcionamiento el Astillero, llenarlo de trabajo. En la medida que vamos cumpliendo con ese objetivo y siguiendo el curso del crecimiento económico, tenemos que empezar a desarrollar proveedores. Quizás en principio proveedores que hoy existen para la industria petroquímica o nuclear, para el sistema energético, que hagan todas las tareas para certificar para la industria naval. Si producen componentes para sectores tan eficientes como esos, están en condiciones pero deben hacer los papeles, el trabajo burocrático, hacer las presentaciones y obtener las habilitaciones. Y a partir de ahí contemplar en los próximos trabajos ese desarrollo, pero también hay que tener en cuenta la financiación para las pequeñas y medianas industrias o empresas autogestionadas que empiecen a activar en ese rol. Para que cuando uno hace una contratación de un buque, que en general es un presupuesto muy grande, siempre está la cuestión de que se pierda la menor cantidad de dólares posible, y de cuánto de ese trabajo se puede hacer acá. Pero para poder hacer eso en el país, se requiere de un apalancamiento financiero que permita impulsar ese paso.
RB: Pensando en el lugar estratégico que ocupa el Astillero, ¿cuáles son los desafíos que deben enfrentan para lograr que se encuentre “estallado” de trabajo, como decía antes?
PW: Ahora terminar todos los trabajos pendientes de todo tipo que estuvieron dando vueltas estos dos años. En el transcurso de 2022 llenar las gradas de trabajos nuevos, y obviamente también avanzar en trabajos completos para la industria metalmecánica. Y eso impulsarlo de manera definitiva para llegar al 2023 en las mejores condiciones desde el punto de vista de la administración de la capacidad productiva. A partir de ahí viene todo un tema de rechazo a la sinergia que se viene generando en contra de los astilleros públicos. Y generar una alianza con los astilleros privados e internacionales, para discutir la posibilidad de participar de trabajos que sean para la exportación. Entonces, en ese esquema tener un objetivo mucho más ambicioso y discutir qué tipo de inversiones se necesitan para poder llegar a niveles de calidad y costos adecuados para que ahí sí el Astillero se convierta en “madre de industrias”. Contamos con el respaldo del Gobernador Axel Kicillof, del Ministro Augusto Costa, de los intendentes, de los trabajadores, del gremio, de los gerentes. Es la única forma de darle una salida al Astillero Río Santiago y también a la industria en general, en el ámbito de la colaboración mutua, de una interrelación. De esa manera vamos a lograr avanzar en resultados realmente importantes.
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