CULTURA

El teatro y el acercamiento social

Lo escénico no sabe de descansos, y la creatividad brotará como resistencia en cualquier marco, porque “podrán cortar todas las flores del mundo, pero no podrán detener la primavera”.

Por: Jesús Caraballo*
Imagen: Paisaje, acuarela y tempera de Xul Solar, Alejandro, 1932.

Uno de los directores más influyentes del teatro contemporáneo es sin dudas Peter Brook, quien define al teatro como “una palabra tan vaga que o bien carece de significado o crea confusión, porque una persona habla de un aspecto y otra de algo completamente diferente. Es cómo hablar sobre la vida. La palabra es demasiado importante para tener un significado. El teatro no tiene nada que ver con los edificios, ni con textos, actores, estilos o formas. La esencia del teatro se halla en un misterio llamado ‘el momento presente”.
Ese momento presente del que habla Brook es parte de un gran debate acerca de si es posible  crearlo de manera virtual o no. Son muchos los que defienden la necesidad del perfume del sudor, de la presencia de los cuerpos, tanto de los intérpretes como de las y los espectadores, para que haya escena y por tanto teatro.

El marco del distanciamiento social, preventivo y obligatorio tal vez sea un buen momento para alejarnos de las voces en contra de la mediatización de lo escénico, y acercarnos a cosas que tal vez nunca habíamos imaginado, como puede ser ver una obra grabada o hasta en un vivo digital. Por eso, desde Broquel queremos acercarles variadas propuestas para indagar en las distintas sensaciones que cada pieza propone traer.

Desde la pata estatal tanto el Gobierno Nacional como el de la Ciudad de Buenos Aires han introducido distintas opciones para permitir el acceso a la cultura. El primero lo ha hecho por ejemplo desde el único teatro nacional del país, el Cervantes, que a través de su canal de youtube ofrece la posibilidad de ver “Adela duerme serena” de Teo Ibarzábal y dirigida por Andrea Garrote o el conocido y necesario “Teatro por la Identidad” con diez monólogos actuados y dirigidos por nombres de gran peso en la escena teatral argentina. Por su parte el gobierno porteño ha dispuesto una batería de distintas propuestas  en “Cultura en casa”, donde dentro de lo escénico se destaca la posibilidad de ver un poco de ballet contemporáneo del Teatro San Martín en “La consagración de la primavera” con la dirección artística de Mauricio Wainrot.

El teatro under no descansa, no lo ha hecho durante la dictadura militar parándose como un espacio de resistencia, por eso no asombra que en estos tiempos de cuarentena que corren las propuestas siguen aflorando. Un ejemplo de ello es Timbre4 que con cuatro obras en cartel ofrece pensar al distanciamiento social como algo meramente físico, mientras que la entrada es a la gorra virtual, permitiendo un aporte voluntario que se divide entre la compañía y el teatro.
Por su parte, Teatro el Extranjero comparte cada día una obra nueva de manera gratuita. La particularidad de estos dos teatros es que todas las obras tienen un horario específico, tal vez para intentar volver a acercarnos esa rutina de “ir al teatro”.

Retomando el debate de la posibilidad de un teatro digital el director argentino Pablo Messiez  compartió algunas “notas de confinamiento”:

Lo escénico está prohibido

Se puede en cambio escribir,
 y hacer videos
y mirar videos.
pero teatro no.
no hay, no se puede.
no puede
haber teatro.
porque no hay teatro si no estamos juntos.

Entonces la prohibición nos recuerda lo evidente:
la escena necesita de un encuentro.
ahí esta su potencia.
en la posibilidad de lo imprevisto.
inherente a toda reunión.

¿y si, cuando todo pase, volviéramos al teatro
sabiendo que se trata de eso?
no de lo que nos van a decir o mostrar,
si no del acontecimiento que vamos a hacer juntas.

Como será volver al teatro y que dé vértigo
como cuando se va a un partido o a un concierto.

“la terrible costumbre del teatro” lo tenía domesticado.
la peste nos lo roba para que recordemos
que se trata de algo más que de palabras bonitas.

Que es –que debe ser- presente
e indomable.

Paradójicamente en tiempos del corona, tenemos la posibilidad de ver la obra “El tiempo que estemos juntos” de este mismo director, ya que el teatro catalán Lliure lo transmite en vivo por su canal de youtube de jueves a sábados a las 15 hs de Argentina y domingos a las 13.

En este momento en el que acceder al teatro o a eventos culturales va en contra de la preservación de la salud, participar de propuestas escénicas online es también un modo de acercarnos, porque el acontecimiento del “momento presente” lo hacemos juntos y juntas.

*Comunicación y Prensa

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