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Conocimiento científico para el uso sostenible de nuestros bosques nativos

Por: Redacción Broquel

Entrevista a Martín Mónaco, director nacional de Bosques del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, a partir del libro “Uso Sostenible del Bosque: Aportes desde la Silvicultura Argentina”, recientemente editado. “Para lograr un desarrollo sostenible, armónico con la naturaleza, es necesario conocer los ecosistemas sobre los que se trabaja, de manera de poder planificar y manejar los recursos de un modo racional, inteligente, que permita su conservación, produciendo bienes y manteniendo los servicios ecosistémicos de los bosques”.

Revista Broquel: ¿Cómo surge el libro “Uso Sostenible del Bosque: Aportes desde la Silvicultura Argentina” y cuál es su objetivo?

Martín Mónaco: La iniciativa surgió en 2015, desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación que hoy está a cargo de Juan Cabandié, una vez identificada la necesidad de contar con una herramienta técnica que sintetizara los conocimientos científico-técnicos para el manejo de los bosques de todo el país. Esta iniciativa logró integrar grupos de investigación de las distintas instituciones de Argentina, tras el objetivo de poder elaborar un documento que incluyera los conocimientos existentes respecto del manejo de los bosques nativos que sirviera, entre otras cosas, como soporte técnico para los formuladores de planes de manejo de bosques nativos en el marco de la ley de bosques nativos n.º 26331, para las autoridades locales de aplicación de dicha ley, para productores, para docentes y extensionistas de todas las ecorregiones forestales de Argentina.

RB: ¿De qué manera podemos impulsar la valorización de nuestros recursos forestales, teniendo en cuenta sus posibilidades en el marco de un desarrollo rural armónico?

MM: Los bosques nativos proveen servicios ecosistémicos a la sociedad mediante el sostenimiento de su estructura física y funcionalidad. Estos servicios se constituyen como beneficios sociales, que, al ser percibidos, cobran valor. En este sentido, contar con herramientas técnicas que permitan dar a conocer la relación de los bosques con los beneficios sociales que estos nos brindan es fundamental para lograr que los productores, tenedores y la población en general, valoricen los bosques nativos y le den la importancia que tienen. Para lograr esto, es necesario promover el conocimiento tanto de los beneficios, en términos de protección, biodiversidad, captura y almacenamiento de carbono para la lucha contra el cambio climático y la provisión de bienes madereros y no madereros, como así también sobre los perjuicios que la pérdida de bosques tiene para todos y todas, como son las inundaciones, las sequías, la desertificación y la pérdida de suelos fértiles, la pérdida de acervo genético y biodiversidad y los incendios, entre otros. Para lograr un desarrollo sostenible, armónico con la naturaleza, es necesario conocer los ecosistemas sobre los que se trabaja, de manera de poder planificar y manejar los recursos de un modo racional, inteligente, que permita su conservación, produciendo bienes y manteniendo los servicios ecosistémicos de los bosques. Este libro es entonces una herramienta sólida para ese camino, conocimiento científico para el uso sostenible de nuestros bosques nativos.

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RB: ¿Qué regiones forestales encontramos en nuestro país y cuáles son sus principales características?

MM: Existen en Argentina seis regiones forestales: Selva Misionera, Selva Tucumano Boliviana, Monte, Espinal, Parque Chaqueño y Bosque Andino Patagónico. Se incorpora, además, la del Delta e Islas del Río Paraná por sus características particulares, tanto de producción como de conservación.

Región Selva Misionera: se caracteriza por una densa vegetación correspondiente a bosques subtropicales heterogéneos que presentan una alta diversidad biológica, con bosques entre 20 a 30 metros de altura. Entre las especies se destacan el laurel (Nectandra lanceolata), el guatambú (Balfourodendron riedelianum), el palo rosa (Aspidosperma polyneuron) y el pino paraná (Araucaria angustifolia). Las principales causas de pérdida de bosques de la región son los reemplazos por cultivos industriales como el té, la yerba mate, el tabaco y la forestación con especies exóticas como pino (Pinus sp.) para la industria de la celulosa, principalmente.

Región Selva Tucumano Boliviana – Yungas: es un ecosistema subtropical de montaña con biodiversidad comparable a la de la Selva Misionera y tipos forestales heterogéneos en distintos pisos altitudinales. Son formaciones de 20 a 30 metros de altura. Las principales especies son tipa blanca (Tipuana tipu), palo lanza (Phyllostylon rhamnoides), timbó (Enterolobium contortisiliquum), cebil (Anadenanthera colubrina), horco molle (Blepharocalyx salicifolius), pino del cerro (Podocarpus parlatorei) y aliso del cerro (Alnus acuminata), entre otras. Las principales causas de pérdida se dan en el piso altitudinal de la Selva Pedemontana, el más bajo, por reemplazo por cultivos de caña de azúcar, cítricos y soja.

Región Parque Chaqueño: es la región forestal de mayor superficie de bosque nativo de Argentina y presenta desde zonas húmedas (Este) a secas (Oeste). A pesar de las condiciones ambientales extremas, presenta una importante biodiversidad. Posee principalmente bosques caducifolios xerófilos, que se alternan con pajonales, praderas y palmares. Predominan especies arbóreas como quebracho colorado (Schinopsis balansae), algarrobos (Prosopis spp.), quebracho blanco (Aspidosperma quebracho blanco) y palosanto (Bulnesia sarmientoi), entre otros. Las principales actividades en el bosque son la ganadería extensiva y el aprovechamiento maderero para leña, carbón, postes y rollizos para la industria. Sin embargo, la problemática regional está vinculada a la deforestación a causa de la expansión de cultivos industriales y ganadería, siendo esta región la de mayor tasa de pérdida de bosques nativos a nivel nacional.

Región Espinal: se caracteriza por la presencia de bosques xerófilos caducifolios que raramente superan los 10 metros de altura, alternados con palmares, sabanas graminosas, estepas graminosas y estepas arbustivas. Las principales especies arbóreas pertenecen al género Prosopis: caldén (Prosopis caldenia), en La Pampa, y ñandubay (Prosopis affinis) de Corrientes y Entre Ríos. La principal causa de pérdida de bosques nativos es el reemplazo por cultivos e incendios forestales de grandes dimensiones. La principal actividad productiva es la ganadería y plantaciones forestales de especies exóticas para usos madereros de pino (Pinus spp.) y eucalipto (Eucalyptus spp.).

Región Bosque Andino Patagónico: presenta un bosque de clima frío y húmedo que se desarrolla en ambientes predominantemente montañosos. Son bosques caducifolios y las especies forestales más comunes pertenecen al género Nothofagus (lenga, coihue, raulí, roble pellín, ñire y guindo), ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis) y pehuén (Araucaria araucana), entre otras. La región presenta un menor estado de degradación y reemplazo del bosque en comparación con el resto de las regiones del país, además de poseer el mayor porcentaje de áreas boscosas en zonas protegidas. Sin embargo, la región registra importantes pérdidas a causa de incendios forestales.

Región Monte: es una amplia región con baja cobertura boscosa dominada por algarrobos (Prosopis spp.) y gran predominio de estepas arbustivas xerófilas, donde prevalecen las jarillas (Larrea spp.). La agricultura es el principal factor de disminución de la superficie boscosa.

Región Delta e Islas del Río Paraná: es un conjunto de macrosistemas de humedales de origen fluvial que se extiende a lo largo de los valles de inundación del curso medio e inferior del río Paraná. Los bosques nativos ocupan una pequeña parte de la región y están compuestos principalmente por sauce criollo (Salix humboldtiana) y aliso de río (Tessaria inttegrifolia) en márgenes y bancos, mientras que en los sectores altos presentan timbó (Enterolobium contortisiliquum), seibo (Erythrina crista-galli), curupí (Sapium haemastospermun), laurel (Nectandra falcifolia). Los incendios forestales y la ganadería son las principales causas de pérdida de bosques nativos de la región.

RB: ¿Cuáles son las principales amenazas que deben enfrentar nuestras regiones forestales?

MM: Las principales amenazas que enfrentan los bosques nativos del país son la deforestación, con el objetivo de cambiar el uso del suelo hacia actividades agrícolas y agro-ganaderas; los incendios forestales, principalmente de origen antrópico; y la expansión urbana. Esta última, que puede ser planificada o no, se caracteriza por el desmonte para la construcción de viviendas, barrios y emprendimientos turísticos y por aumentar el riesgo de degradación e incendios forestales, dado el aumento de la interfase urbana-bosque. En la respuesta anterior especificaba las amenazas por ecorregión.

RB: ¿Cuáles son los alcances e impactos de la Ley n.° 26331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos?

MM: Desde la sanción de la Ley de Bosques Nativos, se logró poner en relieve la importancia de los mismos en cuanto a provisión de servicios ecosistémicos, medios de vida de comunidades rurales indígenas, campesinas y de pequeños productores y como factor de desarrollo económico regional. Como resultado de los ordenamientos territoriales de bosque nativo, elaborado por las provincias, más del 80 % de los bosques están protegidos por categorías de mediano a alto valor de conservación sobre los cuales no se pueden realizar cambios de uso de suelo, mientras que, en los restantes, podrían ser reemplazados total o parcialmente luego de evaluaciones ambientales y audiencias públicas, previa aprobación provincial. A la par, al disponerse anualmente del Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos para fortalecer a autoridades de aplicación nacional y provinciales y compensar económicamente a tenedores de bosques. A través del financiamiento de planes de manejo y conservación de  bosques, se lograron jerarquizar las autoridades de aplicación en ambos niveles, aumentando su capacidad técnica y material para el monitoreo y control; y por otro lado establecer la operatoria de planes de manejo y conservación como la forma de planificación de intervenciones en bosques nativos.

Con este paquete de acciones, las tasas de deforestación nacional descendieron sensiblemente respecto de los años previos a la sanción de la norma. Sin embargo, son todavía preocupantes las cifras actuales de pérdida, especialmente las que se verifican en las categorías de mediano y alto valor de conservación, que representan más de la mitad de la pérdida anual medida desde el Sistema Nacional de Monitoreo de Bosques Nativos. Las principales causas son la expansión de frontera agropecuaria y, en los últimos tres años, se incrementó la pérdida por incendios forestales.

Desde el Ministerio de Ambiente, en articulación con otros organismos del Estado nacional y provinciales, se promueven diferentes mejoras normativas, programas y proyectos complementarios para la mejora continua de resultados de la Ley de bosques.

RB: ¿Cuáles son las recomendaciones generales que pueden plantearse para el manejo y la conservación futura del bosque nativo en la Argentina?

MM: Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, sobre la base de los acuerdos alcanzados en el Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA), se llevan adelante iniciativas para la conservación de los bosques nativos. El manejo forestal comunitario, mediante los proyectos integrales comunitarios, vinculados a generar mejor calidad de vida para promover el arraigo de las comunidades campesinas e indígenas que viven en y de los bosques. El manejo forestal sostenible, de escala territorial mediante las cuencas forestales, con el objetivo de fortalecer el ordenamiento de territorios de matriz forestal y los vínculos con la industria y la comercialización. El manejo de bosque con ganadería integrada, mediante el que, junto al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, se promueve el manejo de bajo impacto ambiental, que asegure simultáneamente los objetivos forestales y ganaderos. También el manejo vinculado a la prevención y la presupresión de incendios forestales y la restauración de los bosques ya afectados por los mismos. Estos lineamientos son complementados por el fortalecimiento de las herramientas e instrumentos de control como el Sistema de Alerta Temprana de Deforestación que emite avisos de desmontes cada 15 días; el Sistema de Administración, Control y Verificación Forestal, que consiste en un sistema de trazabilidad y control de transporte de productos forestales, entre otros. Desde nuestra mirada, estas iniciativas ligadas a acciones de concientización y educación ambiental relacionadas al conocimiento de los bosques, su manejo y sus cuidados, permitirán contar con un desarrollo rural sostenible, libre de deforestación.

Se puede acceder al libro “Uso Sostenible del Bosque: Aportes desde la Silvicultura Argentina” mediante este enlace.

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