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“Los premios que recibimos no son sino el producto de un trabajo colectivo de muchos años”

Entrevista a la Dra. María Laura Pessarini, una de las tutoras académicas del equipo de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires que fue galardonado en la prestigiosa competencia Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition. Pessarini se desempeña además en la Dirección Nacional de Asuntos y Controversias Internacionales de la Procuración del Tesoro de la Nación.

Por: Redacción Broquel

El pasado sábado 25 de abril, la International Law Students Association entregó sus premios anuales a los mejores memoriales que participaron de la prestigiosa competencia Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition. Un equipo de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires, fue galardonado con tres premios: Richard R. Baxter Award for Best Applicant Memorial, Hardy C. Dillard Awards f Best Combined Memorials – World & Qualifying Rounds (Primer lugar) y Alona E. Evans Award for Best Memorial at International Rounds (Segundo lugar).

Una de las tutoras académicas del equipo es la Dra. María Laura Pessarini, quien se desempeña en la Dirección Nacional de Asuntos y Controversias Internacionales de la Procuración del Tesoro de la Nación. En este diálogo con Revista Broquel, nos cuenta de su experiencia en la competencia y de la importancia que guardan para la educación pública este tipo de participaciones internacionales donde vuelve a quedar de manifiesto el prestigio de las universidades nacionales argentinas.  La competencia que se desarrolla en idioma inglés consiste en un simulacro de juicio ante la Corte Internacional de Justicia, para lo que el equipo 1 debe preparar los alegatos escritos (“memoriales”) y orales de los dos Estados ficticios.

Broquel: Hace años que la Universidad de Derecho de la UBA participa de esta competencia, ¿cómo surge esa participación?

María Laura Pessarini: Hace muchos años que la Facultad participa en esta competencia con un gran nivel. Ha obtenido importantes premios tanto en la etapa oral como en la escrita. La clave del buen resultado, además del compromiso de las/os estudiantes seleccionadas/os cada año, es la colaboración y el apoyo de todas las generaciones anteriores.

B: ¿Cuál fue el trabajo que desarrollaron este año?

MLP: En julio comenzó el arduo proceso de selección de las/os cinco estudiantes que formarían parte del equipo, quienes tuvieron que pasar por instancias de evaluación orales, escritas y de antecedentes académicos. En septiembre, la International Law Students Association lanzó el caso ficticio sobre el que trabajaríamos. Los temas del caso suelen reflejar las discusiones jurídicas que se están dando en derecho internacional y para las que aún no hay interpretaciones pacíficas.

En la edición 2020, los temas fueron: efectos de la disolución de Estados en los tratados internacionales firmados con anterioridad; construcción de un muro con armas autónomas –es decir, que se activan sin participación humana– para defender fronteras (en línea con las discusiones sobre el tema en el marco de la ONU); suba de aranceles a la importación por cuestiones de seguridad nacional (que recuerda a la suba de tarifas impuesta por los Estados Unidos); y el arresto de una Ministra de Relaciones Exteriores en funciones en virtud de una orden de la Corte Pena Internacional (que se asemeja a lo ocurrido con el ex presidente de Sudán Omar Al Bashir).

De septiembre a diciembre trabajamos intensamente en la confección de los memoriales escritos en inglés, es decir: la demanda y la contrademanda de estos dos Estados ficticios que se enfrentan. Discutimos la mejor estrategia jurídica, investigamos doctrina, jurisprudencia y práctica estatal, y redactamos los argumentos. Las dos primeras semanas de enero nos internamos en la Facultad –una práctica común en los equipos de la UBA que participan de la competencia– para terminar de redactar los memoriales. El 13 de enero los entregamos. Unos días después comenzamos con la preparación de los alegatos orales. En esta etapa trabajamos la oratoria, las respuestas ante el tribunal y terminamos de pulir los argumentos. Las Rondas Nacionales se desarrollaron el 4 y 6 de mazo en el auditorio de Cancillería. La final se dirimió entre la UBA y la Universidad Torcuato Di Tella y logramos clasificar a las rondas internacionales.

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“Cuando junto a Carolina Catanzano tomamos la decisión de coordinar el equipo, sabíamos que implicaría mucho tiempo y esfuerzo, pero era una gran oportunidad para devolver un poco de lo que la competencia nos había dado cuatro años atrás.”

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B: Por la pandemia de COVID-19 que atravesamos las rondas orales internacionales no se pudieron llevar a cabo, por lo que no pudieron viajar a Washington donde se realizaría la competencia final. ¿Cómo afectó esto al equipo, y que detrimento tuvo para el proceso de aprendizaje que implica esta competencia?

MLP: Apenas un par de días después de las rondas nacionales, nos reencontramos con el equipo en la Facultad para seguir preparándonos. Estábamos en el medio de una ronda de práctica oral cuando nos enteramos de la cancelación. Fue una noticia muy triste, sobre todo para las/os estudiantes, que habían trabajado con mucho esfuerzo para poder representar al país y estaban muy ilusionados con poder viajar. Las rondas orales internacionales son una gran instancia de aprendizaje, donde el equipo tiene la oportunidad de alegar frente a jueces de distintos países con mucha experiencia en derecho internacional. Además, es un gran lugar para conocer estudiantes con los mismos intereses y generar contactos. Afortunadamente, los equipos de varias de las universidades se pusieron en contacto a través de redes sociales para intentar suplir ese espacio de encuentro.

B: Años atrás había participado como parte del equipo y este año ha sido una de las coordinadoras del mismo, ¿qué experiencias le brinda ésta tarea y cuáles fueron los desafíos que tuvo que enfrentar?

MLP: Participar como estudiante significó un punto de inflexión en mi carrera y siempre estuve muy agradecida por la oportunidad y por todas las herramientas que me proporcionó la competencia para desarrollarme profesionalmente. Cuando, junto a Carolina Catanzano, tomamos la decisión de coordinar el equipo sabíamos que implicaría mucho tiempo y esfuerzo, pero era una gran oportunidad para devolver un poco de lo que la competencia nos había dado cuatro años atrás. Fue una experiencia sumamente gratificante. Coordinar el trabajo de cinco estudiantes avanzados y brillantes fue un gran desafío, no sólo desde un punto de vista jurídico y de definición de estrategias, sino también personal: la competencia es muy exigente y a menudo hay momentos de estrés con los que hay que lidiar. Fue, sin dudas, un proceso de aprendizaje para nosotras también.

B: Este año se alcanzó el mejor resultado histórico obtenido por un equipo de la Facultad de Derecho de la UBA en la categoría de memoriales escritos de esta competencia, ¿qué importancia le parece que adquiere a la hora de pensar la educación pública en nuestro país?

MLP: Es importante remarcar que la Facultad de Derecho siempre obtiene buenos resultados y ha ganado premios en esta y otras competencias internacionales. Los premios que recibimos en esta edición no son sino el producto de un trabajo colectivo de muchos años y de conocimientos que se han transmitido a través de las distintas camadas de estudiantes de derecho internacional de la Facultad. Creo que como hijas e hijos de la universidad pública sabemos que esta educación gratuita y de calidad nos ha dado oportunidades que no habríamos conseguido de otra manera. Pero tenemos la responsabilidad de seguir contribuyendo y de defenderla frente a los embates que sufre. La educación pública iguala y dignifica, pero para eso es necesario que cada vez más estudiantes puedan acceder, que se continúe el proceso de descentralización (con la creación de universidades en otras ciudades), que se garanticen buenas condiciones para el cuerpo docente –entre tantas otra tareas que tenemos la responsabilidad de llevar adelante quienes formamos parte de ella.

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