Por: Marcela Barbaro*
El estreno en Canal Encuentro de la serie que trabaja desde el audiovisual al Archivo de la Memoria Trans, brinda la oportunidad de visibilizar la violencia silenciada y sistemática que el Estado y la sociedad ejercieron contra la comunidad trans argentina. Pero también de dar voz y cuerpo a historias que permitan celebrar y reconstruir sus vidas.
En el campo de la representación visual, la conformación de las imágenes cinematográficas fueron realizadas -en su gran mayoría- por hombres que impusieron a través de las películas y los guiones, cánones culturales, sociales y políticos que representaban su concepción sobre la mujer. El predominio del género masculino cultivó a lo largo de la historia del cine nacional una mirada androcéntrica fundada en los discursos dominantes.
Producida por Vanessa Ragone y Haddock Films, el guion y la dirección estuvieron a cargo de las realizadoras Agustina Comedi (El silencio es un cuerpo que cae, 2017) y Mariana Bomba (Directora de fotografía en Román de Majo Staffolani,2018), quienes nos acercaron una propuesta sensible y comprometida en relación a la indiferencia, el olvido y la estigmatización de aquellas que sufrieron la hostilidad de no ser reconocidas.
Dividida en cuatro capítulos y protagonizadas por Cintia, Edith, María Belén y Trachyn, dispuestas a compartir sus historias de vida; los cortometrajes son ensayos documentales orientados a generar una mayor concientización sobre quienes, tras décadas de persecuciones, muertes y exilios, lograron conquistar el derecho a su identidad en el 2012 a partir de la sanción de la Ley de Identidad de Género.
Compuesta por imágenes y relatos que van desde los setenta hasta finales de los noventa, la importancia del archivo fotográfico y del registro audiovisual no sólo le otorgan mayor visibilidad y legitimidad a la historia del colectivo trans, sino que cumplen en destacar y homenajear la “memoria de las sobrevivientes”.
Desde Broquel, quisimos dialogar con las realizadoras y con una de sus protagonistas, María Belén Correa, Ex Presidenta e integrante de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTA) y Fundadora del Archivo de la Memoria Trans.
Revista Broquel: ¿Cómo surgió la idea de realizar una serie documental sobre la historia de la memoria trans? ¿Y qué las motivó a realizarlo?
Mariana: La idea surgió el año pasado cuando la Diputada Mara Brawuer, que ya había estado en contacto con el Archivo de la Memoria Trans por una muestra virtual en la que trabajaron juntxs, propuso trabajar el archivo audiovisualmente. Allí se sumaron Vanessa Ragone como productora y el Canal Encuentro como pantalla. Nos sumamos Agustina Comedi y yo como directoras y enseguida empezamos a trabajar con el Archivo de la mano de Cecilia Estalles y María Belén Correa. A partir de acá, el proyecto creció muchísimo en la etapa de desarrollo donde conocimos a las otras protagonistas, Edith, Cinthia y Julieta, y escribimos los guiones. Creo que la motivación principal desde un comienzo fue la visibilización en una pantalla como la de Canal Encuentro, una pantalla pública y del Estado que llega a todo el país. Y eso está pasando, la serie se está viendo incluso allí donde no llega internet.
RB: La serie se estructura en cuatro ejes: Valijas; Plumas, Besos y Reveladas ¿Cuál fue el criterio de dividirlos de esa manera?
Agustina: La serie está estructurada en cuatro episodios de 15 minutos cada uno. El primero es Valijas por María Belén Correa y si bien aborda distintas cuestiones, hace hincapié en el exilio como forma de supervivencia a partir del relato de los distintos exilios que debió atravesar la protagonista. El Segundo es Plumas, por Cinthia Aguilar. En este capítulo Cinthia cuenta cómo el carnaval significó para ellas, durante muchas décadas, el único tiempo de libertad y existencia pública. El tercero es Besos por Edith Rodríguez. Ella aborda las relaciones afectivas y cómo están atravesadas, también, por el estigma y la violencia. Y por último, Reveladas, Por Julieta Gonzalez, más conocida como la Trachyn. Éste capítulo establece un diálogo entre el gesto de registrar a través de las fotos, y las primeras marchas donde las chicas se empezaron a organizar para reclamar derechos humanos básicos.
Cada capítulo es conducido por la voz en off de cada una de las protagonistas, a las que además vemos en planos que se rodaron para la serie, pero en su mayoría las imágenes que acompañan estos relatos, son las fotos del archivo. Dichas fotos dialogan con la narración, pero lejos de ser imágenes de las protagonistas, son imágenes de distintas personas. Nosotras trabajamos con la premisa, de que si bien cada uno de los “temas” sería abordado de manera particular y en primera persona por cada una de las protagonistas, esas historias eran comunes a todo el colectivo, porque las trayectorias de todas ellas estaban marcadas por las mismas violencias.
RB: Teniendo en cuenta la importancia del registro fotográfico como constancia, testimonio y visualización del pasado. ¿Cuáles son los aportes y las ventajas que otorga el lenguaje audiovisual en la preservación de la memoria de la comunidad trans?
Mariana: El Archivo de la Memoria Trans en sí mismo tiene un valor y una relevancia muy grande. El trabajo de recuperación y sistematización que han hecho allí es fantástico, pensemos en que el archivo está compuesto por más de 10.000 fotografías preservadas. Las manifestaciones del archivo son muchas: exposiciones, muestras, el libro y ahora la serie. Creo que la serie, como producción audiovisual, por un lado tiene la potencialidad de un alcance muy grande, y por otro lado contextualiza las fotografías anclandose en los relatos en primera persona. Si bien las fotografías pertenecen a muchos y diversos fondos fotográficos, hay una historia colectiva que se narra allí a través del diálogo de esas fotografías con la experiencia de cada una de ellas.
Agustina: Además, el hecho de que se muestre en un canal público permite que estas imágenes lleguen a cada lugar del país. Es muy elocuente que ese mismo estado que las persiguió tanto, hoy promueva una serie así.
RB: En Valijas, María Belén Correa comenta en off “que a partir de tener un archivo de la memoria trans, ellas puedan contar su propia historia, ya que antes, esos archivos estaban en manos de la policía o en psiquiátricos”. ¿Qué representa para uds. visibilizar y acompañar la versión real de los hechos frente a tanto silencio y olvido?
Belén: En un inicio era poder sabernos vivas; poder reencontrarnos como familia y, hoy estamos en la primera etapa que era reconstruir nuestra memoria. Hoy se está cumpliendo el tener una verdad, y en un futuro esperamos tener una justicia con una Ley Integral Trans.
RB: Para les integrantes de la Asociación de Travestis de Argentina -ATA- la sanción de la Ley 26.743 de identidad de género promulgada en el año 2012, significó el nacimiento de la democracia para las personas trans. ¿Creen que faltan mayores políticas de reparación histórica?
Belén: No existieron nunca políticas de reparación histórica para las personas trans; si hasta el 2011 nosotras teníamos que votar en mesa de hombres y recién nuestra democracia viene a partir del 2012. Eso demuestra que nunca estuvimos, ni siquiera, en la reparación para la época de la dictadura, en la cual fue una reparación totalmente heterosis donde no tuvimos ni madres ni abuelas que reclamaran por nosotras. No tuvimos amistades que reclamaran por nuestros nombres, porque tampoco los conocían, sólo sabían sobre nuestros apodos. Y tampoco tuvimos una descendencia para que a futuro pudieran reclamar por nosotres.
La serie puede verse en el siguiente link.
*Lic. En Relaciones Públicas. Crítica cinematográfica y profesora de Historia del cine.
Las opiniones expresadas en esta nota son responsabilidad exclusiva de la autora y no representan necesariamente la posición de Broquel.
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