GÉNEROSTAPA

Área de Géneros de Radio Nacional: información para una sociedad más igualitaria

Entrevista a Amanda Alma, periodista e integrante del área que busca aportar contenidos que permitan darle una mayor profundidad al debate desde los medios públicos. “Lo que va a transformar los medios es que las/os propias/os trabajadoras/es vayan transformando su mirada, y ahí fundamentalmente la capacitación y sobre todo nuestro rol como Área de Género para articular un discurso que muchas veces está ninguneado y que en esta red podemos fortalecer”.

Por: Redacción Broquel

Revista Broquel: ¿Cómo surge el Área de Géneros de Radio Nacional?

Amanda Alma*: El área surge a partir de la iniciativa de algunas trabajadoras de la radio.  Nosotras desde 2015 con Ni Una Menos constituimos un espacio, una asamblea de mujeres de Radio Nacional Buenos Aires y parte de lo que discutíamos en general tenía que ver con socializar contenidos de producción colectiva en temas de género. Bueno, desde la autogestión fue imposible, así que cuando se inició la nueva gestión en 2020 con cambio de gobierno, aprovechamos algunas compañeras que históricamente venimos trabajando agenda de géneros como periodistas y productoras, en la AM y distintas FM, y propusimos hacer un área específica en correlato a lo que se conoce en las radios en general que es el área de deportes. Todas las radios tienen además del servicio informativo, un Área de Deportes en general y con eso es que se nos ocurrió a nosotras armar un Área de Géneros. Así que presentamos la propuesta, pensando que justamente había una gran cantidad de producción, de contenidos de género que no estaban jerarquizados, y en el contexto de gobierno que venía a proponer una agenda feminista nos parecía fundamental, justamente, abordar esta agenda de manera más específica y profesional. Por eso armamos este grupo que en un principio éramos 7 compañeras de RN Buenos Aires y después sumamos a otras compañeras, hoy somos 36 de las distintas emisoras de Radio Nacional. La gran mayoría nos conocíamos porque somos trabajadoras de planta hace muchos años, o precarizadas, pero llevamos más de una década en la radio y ya nos veníamos conociendo todas las que hacíamos género en las distintas emisoras. Así que juntamos fuerza, la propuesta a la radio le intereso y a partir de ahí construimos este espacio que busca jerarquizar la agenda de géneros dentro de toda la estructura de Radio Nacional. Tanto la que está aquí en Maipú 550 como todas las emisoras que están a lo largo y ancho del país.

RB: ¿Cuáles son sus principales acciones/objetivos?

AA: Nuestra principal acción es tener una cobertura desde los territorios que pueda afrontar, justamente, la multiplicidad, la interseccionalidad de las distintas expresiones de la violencia de género y también la agenda de inclusión de los distintos géneros, como por ejemplo las leyes de cupo o el DNI no binarie. Porque más allá de que la agenda hoy está transversalizada a los contenidos de toda la radio, se aborda desde la coyuntura. El Área de Géneros lo que busca es aportar contenidos que permitan darle una mayor profundidad al debate, apostando principalmente a una construcción de la información situada para también advertir los impactos que tiene la construcción o la información, en torno a las acciones para garantizar una sociedad más igualitaria.

RB: Dado el alcance nacional de la radio, ¿cómo es pensar el área en términos federales?

AA: Sin duda el alcance nacional que tiene la Radio Pública con sus 49 emisoras en todo el territorio, varias provincias que tienen 2 o 3 emisoras, impulsa a que desde el área estemos construyendo justamente una red. Por eso te contaba que cuando armamos este proyecto y lo presentamos a la nueva gestión que conduce Rosario Lufrano y Alejandro Pont Lezica en Radio Nacional, estuvieron de acuerdo y designaron a Susana Sanz como directora de género y diversidad de RTA. Y también, sobre todo, porque nosotras como somos laburantes de la radio hace muchos años, nos conocemos con las compañeras. Y ahí el desafío es justamente articular de una forma tal que la información sea situada, que la información esté vinculada directamente a los procesos que se dan en definitiva en lo local, en los territorios, en los lugares donde transitamos. Y me parece fundamental porque de esa manera las voces que aparecen en la radio pública no son desde una perspectiva centralista de la Ciudad de Buenos Aires, del AMBA digamos, sino principalmente situada en cada una de las provincias. Somos 35 hoy. No todas las emisoras tienen una compañera o un compañere del Área de Géneros, principalmente, porque todavía Radio Nacional tiene un déficit muy importante de trabajadores y trabajadoras registradas. Hay alrededor de 60, 80 compañeres de todo el país que todavía estaban con contratación precaria y durante el 2020 la nueva gestión los estuvo pasando a planta. Y entiendo que el proceso de jerarquizar la radio, volver a ponerla en valor, volverla a poner de pie, en definitiva, para la gestión implica también ampliar la convocatoria hacia la contratación y la incorporación de más periodistas, operadores, productores a la plantilla laboral. Así que ahí también tenemos un desafío de que una proporción de las nuevas incorporaciones sean personas LGBT porque son pocas las personas trans que están en la radio, y la visibilidad marica y lésbica, obviamente es nula. Soy casi la única que dice que es lesbiana en Radio Nacional Buenos Aires y el resto se presume heterosexual o está dentro del closet. Así que es una situación compleja, pero sí es una apuesta fuerte a que en esa federalización también haya inclusión de voces que no sean solamente heterosexuales.

RB: ¿Qué desafíos se les presentan a los medios públicos al asumir una perspectiva de género en sus producciones/programaciones?

AA: Los desafíos son muchos sin dudas. Rosario Lufrano firmó un acta a fines del 2020 con la presidenta de Télam, Bernarda Llorente, un compromiso ante la comisión bicameral de seguimiento de la ley de servicios de comunicación audiovisual en el Congreso de la Nación, para respetar incorporar, trabajar en torno a la perspectiva de derechos humanos principalmente desde una perspectiva inclusiva a las disidencias sexuales y atenta a las desigualdades de género. Pero de hecho, incluso, se está haciendo la capacitación de la Ley Micaela, durante el 2020 se hizo en las radios de las provincias, en todas menos LR1, integra la frecuencia folclórica, de rock y clásica y radio y televisión al exterior que son las frecuencias que están acá en capital federal. Estamos nosotros haciendo ahora la capacitación de la Ley Micaela, la verdad es que la experiencia es súper interesante. Nuestro trabajo final por grupo debe ser una campaña, una serie de podcast, una serie de micro programas para construir para la riqueza del aire una nueva forma de comunicarnos desde una perspectiva inclusiva. Fueron tres encuentros donde nos explicaron no sólo los alcances de la Ley vigente, con respecto a la Ley de Violencia de Género, a la Ley del Cupo Trans, Identidad de Género, las leyes y congresos internacionales, de donde abrevan las discusiones sobre los derechos de las mujeres. Y por donde abreva también la discusión con respeto a las disidencias LGTB, un proceso muy rico. Hay resistencias, sin dudas, hay una actitud de conductores varones principalmente con mucha trayectoria en los medios que les cuesta adaptarse a esta nueva realidad, siguen tratando de una manera disminuyendo el trabajo de los otres, de las mujeres locutoras. Traen mucha gente de afuera con contratos, desvalorizando la experiencias y trabajo de quienes somos trabajadores de los medios públicos. Pero el principal desafío es, para mí, en los medios públicos, más allá de una construcción discursiva que pueda ser más o menos correcta, la transformación de relaciones interpersonales entre quienes somos trabajadores de los medios públicos, sean de Canal 7 como de Radio Nacional, como también con quienes vienen circunstancialmente a cubrir una función de conductores, columnistas, o de la gestión que en general son políticos y acompañan una etapa del medio público. Pero lo que va a transformar el medio público es que las/os propias/os trabajadoras/es vayan transformando su mirada, y ahí fundamentalmente la capacitación y sobre todo nuestro rol como Área de Género para articular un discurso que muchas veces esta ninguneado, bastardeado en los medios locales, radios, cada una de las emisoras quiero decir, de la radio pública, y que en esta red podemos fortalecer.

RB: ¿Cómo analiza desde esta perspectiva la actualidad de los medios de comunicación en Argentina?

Bueno, esta es la pregunta más difícil. Hay un “como si” muy fuerte, el impacto que fue muy fuerte en el 2015 con el “Ni una menos”, que fue motorizado por muchos medios contrarios al gobierno de Cristina Kirchner, que el 3 de junio aprovecharon para atacar, para transmitir una perspectiva que buscaba contraria al apoyo a la entonces Presidenta. Esa discusión que tanto se hace como forma de desvalorizar al kirchnerismo diciendo que se apropia de la bandera de los DDHH, yo hago una analogía para dar cuenta justamente del efecto real de esa situación: que los medios de comunicación hegemónicos, monopólicos, que son tres o cuatro, no tantos más a nivel nacional, tienen una práctica de apropiación, no solamente en la dictadura militar si no en la democracia, esa apropiación de valores que buscan neutralizar. En ese sentido esa parafernalia que se montó desde el grupo Clarín y en ese momento La Nación e Infobae para transmitir lo que sucedía el 3 de junio del 2015 y de esa manera fustigar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, terminó siendo un vaciamiento por parte de esos medios de la agenda de géneros.

Un ejemplo paradigmático es lo que sucede en el grupo Clarín con las editoras de género, María Iglesias en el diario, y otra compañera que se enfrentó con Lanata y es la editora de género de Canal 13, Marina Abiuso. Ellas en sus denuncias públicas frente a los machirulos con los que comparten el diario e incluso el canal de televisión, muestran la inutilidad de las editoras de género, sobre ellas recae la idea de que haya un sensor que supervise ciertos contenidos y pueda escribir, comunicar con perspectiva de género y así generar un espacio isla dentro del medio. Donde el medio además justifica y trata de compensar en definitiva su trato denigrante hacia las mujeres y disidencias, me parece que hay una clave, de que no se trata de tener una policía del género, donde además por lo general son todas heterosexuales, todas comparten en definitiva la ideología del medio. Lo que hay que hacer es incorporar mayor cantidad de periodistas feministas a todas las secciones de los medios, a todas las secciones de los diarios, para que desde la práctica cotidiana vayan transformándose. Esa experiencia que estamos haciendo desde Radio Nacional que no hay una persona, si no hay una referencia, un colectivo a nivel nacional y además hay una referencia por radio que se pueda agilizar el proceso de trabajo, me parece que es una apuesta para fortalecer una transformación más profunda, Y no construir un “como si” donde una señora tiene que responderle a un varón poderoso y tiene que bancarse las prepotiadas porque es la editora de género. Me parece que ahí hay un “pinkwashing”, esa ida de lavarse la cara haciendo algunas buenas prácticas, me parece que es de otra época, previo al 2015 te diría, porque Argentina tiene ese movimiento social y político de mujeres y disidencias sexuales, de lesbianas travestis trans maricas no binaries, que tiene muchos años y que han condensado en los Encuentros Nacionales de Mujeres, y que ha sido desde allí desde donde hemos dado todas estas discusiones. Esta práctica social que se ha extendido por todo el país durante tres décadas, treinta y pico de años, muestra que hay un proceso dentro de la sociedad muy encarnizado para cuestionar justamente el orden patriarcal del mundo y dar cuenta que la comunicación es un terreno de disputa.

* Integrante del Área de Géneros de Radio Nacional en LRA 1

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