Por: Marcela Barbaro
“El documental del cineasta Sergio Wolf reconstruye aquel episodio que tuvo lugar durante la celebración de las Pascuas para indagar, principalmente, en la negociación que tuvo lugar de espaldas al pueblo y a los medios. Esa famosa reunión entre Alfonsín y Rico para evitar un nuevo golpe de estado. El proceso de resolución de aquellos hechos siempre generó un manto de sospechas en sus protagonistas, y una incógnita hacia el resto de los argentinos que temíamos ver caer la Democracia”.
La imagen de la Casa de Gobierno está fuera de foco, algo sucede dentro de ese lugar que nos impide ver con claridad, algo que no puede revelarse del todo. Transcurre la Semana Santa de 1987 y el presidente sale al balcón para pedirle al pueblo con énfasis que lo espere en la Plaza de Mayo, ya que pronto les comunicará la solución acordada frente al alzamiento militar de los carapintadas en Campo de Mayo.
La asunción de Raúl Alfonsín el 10 de diciembre de 1983 como presidente de la República inaugura el período democrático más largo y ansiado de la historia del país. Desde el inicio de su gestión, se aplicaron políticas sobre Derechos Humanos para condenar a los responsables de los crímenes de lesa humanidad durante la dictadura cívico militar (1976-1983). El informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) dio paso al primer Juicio a las Juntas Militares, tal como había prometido en su campaña. Sin embargo, lo que parecía un avance inédito para el país y el resto de Latinoamérica, lidiaba con un contexto postdictadura que no ayudaba al afianzamiento de la Democracia. Las secuelas de aquellos años aún estaban vigentes, y la tensión interna aumentaba. La sentencia y los juicios a los genocidas provocaron un gran malestar dentro de la cúpula militar y las Fuerzas Armadas, que pronto se hizo escuchar.
El grupo de carapintadas, liderado por el Tte. Aldo Rico, se alzó contra el Gobierno al tomar el Regimiento de Infantería de Campo de Mayo. La medida se solidarizaba, entre otras cosas, con el represor Ernesto Barreiro, quien se había negado a prestar declaración ante la Cámara Federal de Córdoba, fugándose del lugar. Para los militares sublevados, la amnistía generalizada parecía ser la solución al problema.
Esto no es un golpe, documental del cineasta Sergio Wolf (Yo no sé qué me han hecho tus ojos, El color que cayó del cielo y Viviré con tu recuerdo) disponible para ver en línea en Cine.ar reconstruye aquel episodio que tuvo lugar durante la celebración de las Pascuas para indagar, principalmente, en la negociación que tuvo lugar de espaldas al pueblo y a los medios. Esa famosa reunión entre Alfonsín y Rico para evitar un nuevo golpe de estado. El proceso de resolución de aquellos hechos siempre generó un manto de sospechas en sus protagonistas, y una incógnita hacia el resto de los argentinos que temíamos ver caer la Democracia.
A partir de un recorrido cronológico de los hechos, el relato se divide en secuencias que se corresponden a los días del levantamiento contextualizando los sucesos. El material de archivo, junto al registro de los lugares estratégicos, se combina con la voz en off de Wolf que interpela la historia a través de las imágenes. La construcción de ese detrás de escena durante aquellos días, se va completando con las entrevistas a los funcionarios radicales de ese momento (Dante Caputo, Leopoldo Moreau, Jesús Rodríguez, José Ignacio López, Horacio Juanarena y Julio Hang), como a los ex militares que protagonizaron los hechos (Pedro Mercado y Guillermo Breide) junto al infaltable, Aldo Rico, quien respondió con altanería y soberbia a las preguntas de Wolf, esquivando algunos comentarios y negando otros con la particularidad de un estilo que sólo generó más tensión.
Mientras la cámara recorría los interiores de la Casa Rosada y el Regimiento de Infantería, las imágenes se cargan de preguntas frente a los hechos. La ausencia de Ricardo Alfonsín, fallecido en el 2009, es una voz que falta y un testimonio que se desea escuchar. Frente a esa carencia, la película intenta dar cuerpo y forma a la personalidad como al peso de su figura en la historia argentina a través de sus discursos, de aquella oratoria impecable que lo caracterizaba, de imágenes de archivo, entrevistas a quienes lo conocieron y un recorrido por lo lugares donde estuvo aquellos días. El material reunido va conceptualizando las debilidades y fortalezas detrás del político que fue.
“Se terminó para siempre el tiempo de los golpes. La Democracia de los argentinos no se negocia” aquellas frases expresadas en off por Alfonsín intentaban calmar el clímax de inestabilidad y desasosiego que se vivía por entonces, mientras los planos vacíos recorriendo el Congreso o la Casa de gobierno dan cuenta de la soledad y la oposición que enfrentaba un gobierno para sostenerse en el poder constitucional.
Esto no es un golpe se aleja de los temas más artísticos que caracterizan sus películas anteriores, para acercarse al campo político desde la revisión histórica sobre la cual se indaga constantemente. Wolf interviene en su rol de documentalista-investigador aportando reflexiones que acompañan el final de la película -teniendo en cuenta las leyes de Obediencia debida y Punto final que contradicen el ansiado logro del Juicio a las Juntas-. En ese tránsito, se piensa en voz alta el rol de ese hombre frente a la insurrección y la posible pérdida de la democracia que tanto costó conseguir. Si bien hay cierto punto de vista conciliador con la negociación y cierta luz sobre el pasado, también aparece la desilusión y la desconfianza del pueblo en la plaza luego de escuchar: “La casa está en orden y no hay sangre en la Argentina”.
ESTO NO ES UN GOLPE , Argentina, 2018.
Dirección: Sergio Wolf
Guion: Sergio Wolf
Fotografía: Inés Duacastella
Música: Gabriel Chwojnik
Duración: 120 minutos
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