“Quizás ya hemos visitado esta Casa, en algunas de las tantísimas actividades que las Madres fueron desarrollando a lo largo de los años. Pero recorrerla hoy es también un recuerdo hacia las que no están en este plano material, pero que continúan acompañándonos en cada marcha, en cada lucha, pero también en cada triunfo del deseo popular”.
Por Juan Manuel Ciucci
Una casa que contiene una historia como la de las Madres de Plaza de Mayo, no puede menos que conmovernos al visitarla. En cada rincón, en cada pared, nos encontramos con algunas de las huellas que va dejando su lucha. Una foto, una camiseta, un diploma, miles de pañuelos. Pero no es esto tan sólo un museo, sino un espacio de encuentro, que continúa propiciando la unidad en las acciones hacia un mundo de justicia.
Quizás ya hemos visitado esta Casa, en algunas de las tantísimas actividades que las Madres fueron desarrollando a lo largo de los años. O cursando alguna materia de las carreras que brindaba en esta sede la Universidad Popular que es hoy el IUNMA. O en las conferencias de prensa donde ellas daban amparo a los diversos reclamos que necesitaban de una urgente atención. Pero recorrerla hoy es también un recuerdo hacia las que no están en este plano material, pero que continúan acompañándonos en cada marcha, en cada lucha, pero también en cada triunfo del deseo popular.
Cada martes por la tarde podemos acercarnos a la Casa de las Madres, en la calle Hipólito Yrigoyen 1584 de la Ciudad de Buenos Aires, y recorrerla. Nos tocó compartir la visita con el Espacio de Juventudes del Instituto Patria, quienes organizaron además una charla sobre las historia de las Madres al finalizar el recorrido. En otros martes desde las 15 horas podrá recorrerse con niñez de escuelas, jóvenes de organizaciones sociales o políticas, visitantes que se suman a esas recorridas.
A tantos años de aquel abril del `77 en donde nacen las Madres, una de las tareas que nos queda es seguir recuperando y sosteniendo su memoria. No sólo para evitar el olvido ante uno de los movimientos sociales más importantes de nuestra historia, sino especialmente para continuar esa lucha que sería fundamental para la construcción de nuestra democracia, que este año cumple sus 40 años.
Si muchas veces nos preguntamos “¿qué diría hoy Hebe de lo que nos pasa?”, una respuesta posible parte de asumir un lugar de enunciación, un ámbito desde donde poder pensar lo que nos pasa. Sin las limitaciones de planteos ideológicos o doctrinas partidarias, sino siguiendo el ejemplo de Ellas, que supieron dialogar e interpelar a todo el arco político y social argentino. En tiempos donde se fomenta la división, es también el ejemplo de las Madres el que podemos enarbolar para pensarnos en unidad en la defensa acérrima de nuestros derechos.
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