CULTURADERECHOS HUMANOSTAPA

“La cultura es una herramienta necesaria para la vida cotidiana de las personas”

Entrevista a la actriz Lola Berthet, Directora del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, que este año celebra sus 15 años de historia. “El ejercicio de la memoria es un elemento fundamental para que podamos forjar futuros e imaginarios posibles”.

Por Redacción Broquel

Revista Broquel: ¿Cómo definirías al Centro Cultural Haroldo Conti y al rol qué ocupa en la sociedad?

Lola Berthet: El Conti es para mí uno de los centros culturales más importantes que tenemos. Primero y principal porque está emplazado dentro de un Centro Clandestino donde pasó la historia argentina uno de sus peores momentos horrorosos de terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico militar. Eso lo hace extraordinariamente excepcional. Desde el lugar de la memoria, la verdad y la justicia. Desde ese lugar acepté cuando me llamó Horacio Pietragalla Corti, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, para poder dirigir este lugar. Desde ese compromiso.

Aparte el Conti tiene esta particularidad, dentro de este predio, que es la pata cultural. Para mí todo arte es político, y el arte te permite mostrar mediante tantas herramientas. Imagínense que el Conti tiene 16 áreas, absolutamente todo tipo de propuestas para poder interpelar a la ciudadanía. Entrás al Conti y te vas con alguna pregunta, con interrogantes, emociones. Ya de por sí entrar a este predio y después irte te llena de emociones. El Conti tiene esa herramienta para poder visibilizar un montón de cosas, el arte te permite mostrarlas de alguna manera sin que sea algo más, entre comillas, hasta protocolar, tan institucionalmente ordenado. Hasta los mismos artistas te lo dicen. Me acuerdo cuando vino Lorena Vega con “Imprenteros”, que me dijo: “Nunca hice una función como la de hoy”. Pisar el escenario del Conti es un click también porque estás pisando un lugar donde tantos compañeros y compañeras fueron torturados, que pelearon por un país más justo, más igualitario, por una soberanía.

RB: ¿Cómo fue evolucionando la aceptación de esa propuesta cultural en el predio?

LB: Yo ya entré con un Conti totalmente funcionando. Esta gestión entró al Conti con todos trabajadores que resistieron la etapa del gobierno anterior neoliberal, que la verdad que atacó muchísimo los derechos humanos. Acá absolutamente todos los trabajadores estuvieron en plena resistencia, eso se valora muchísimo. El Conti es un lugar muy nuevo frente a toda la historia del predio, estamos cumpliendo 15 años. Yo ya entré con todo, con la aceptación cultural dentro del predio. Así que lo que hice y sigo haciendo desde mi gestión, junto con la Secretaría, es apostar mucho a las nuevas generaciones, a todas las diversidades. Escuchar las nuevas voces, también. Traer cosas que tengan que ver con esas interlocuciones. Todo el tiempo tiene que ser una dinámica intergeneracional, una dinámica que nos haga siempre contar el pasado, vivir el presente y cómo vamos reflexionando hacia el futuro. Que todo tenga que ver con seguir creando memoria colectiva. A los jóvenes de las nuevas generaciones que no vivieron esa etapa, es necesario contarles bien la historia de este lugar para que la sepan.

Lo mismo nos pasó el año pasado, cuando a 20 años del 2001, hicimos la muestra “19y20” y ahí te das cuenta que más allá que uno piensa en las generaciones que no vivieron la etapa del golpe cívico militar, hay generaciones que tampoco vivieron el 2001. Recuerdo una recorrida que habíamos hecho con uno de los artistas, que vino un colegio y una de las trabajadoras del área de educación preguntó, “¿Alguien sabe, recuerda o sus padres les contaron, del 2001?”. Y me acuerdo de un pibe que dice “sí, mi papá me dijo que había un problema que no podían sacar la plata del banco y la gente salió con las ollas”. Pero ese era el único concepto que tenían, entonces tuvimos que ir para atrás, hablar también de lo económico. Tenés que ir bien para atrás para saber cómo se llega a ese momento. Y nada, los pibes te escuchan. Eso también es muy importante decirlo. Los pibes cuando llegan acá escuchan mucho. Ver el teatro lleno de jóvenes escuchando a Taty Almeida o Estela de Carlotto, esta cosa generacional que para mí es como un compromiso que tenemos que hacer todo el tiempo, ver cómo los pibes le prestan atención a las abuelas o a las madres, es muy emocionante también.

RB: ¿De qué manera recepcionan las nuevas generaciones la propuesta del Conti? ¿Qué reflexiones emergen de estos intercambios?

LB: Nosotros trabajamos con las tres generaciones. El año pasado empezamos a trabajar con jardines de infantes, con primaria y con secundaria. Lo hacemos mediante recorridos a las muestras, pero también mediante el arte. Por ejemplo, trabajando con toda la amplitud de derechos conseguidos por gobiernos nacionales y populares. En este momento con los secundarios estamos trabajando con la obra “Jauría”, que tiene que ver con el caso de la chica violada por una manada en España, y se dan unos debates increíbles. Ahí te das cuenta que hay que escuchar a los jóvenes, que no hay que subestimarlos. Una vez, en una de las funciones, un chico dijo, “capaz que lo que le pasó a esta piba también le pasó a alguna mujer acá adentro”. Si vos les hablás, les explicás, los pibes están muy despiertos. Yo noto en la juventud, y hasta en la niñez, que hay una conciencia. Veo a nenes chiquititos, de los jardines de infantes, con quienes estamos trabajando con “Alicia Confusión”, por ejemplo, que es una obra que tiene que ver con las diversidades, con la ESI, con los derechos humanos todo eso. Si vos a los nenes cuando entran, les explicas a la manera que hay que explicarles según las edades, los nenes, pibes, adolescentes, escuchan mucho. Y también te das cuenta del trabajo de los docentes. Hemos vuelto a tener muchísimos colegios. Hemos pasado “Argentina 1985”, que no es lo mismo verla en un cine común que acá adentro. El debate fue enriquecedor, maravilloso. Te das cuenta que hay parte de la educación que seguramente hay que trabajarla todo el tiempo, pero en el ida y vuelta con los docentes y los pibes te das cuenta que saben.

Estamos viendo también en las elecciones provinciales como le está yendo a Milei ¿no?, y eso también es una respuesta. Veo que los pibes siempre se van a despertar. Hay un legado que dejó Nestor, para mí, que va de generación en generación. Veo muchos pibes de los secundarios creando centros de estudiantes. Acá, dentro de la Secretaría, dentro del área de formación, hay un curso en el campus que es para centros de estudiantes, y se llena de inscripciones. Hay mucho interés en la militancia y más con el tema de los derechos humanos. Después está la otra parte, que se va a dedicar siempre a tratar de que eso no suceda. Que es histórica. Lo que pasa es que ahora también tenemos redes, pareciera que fuese como el triple, más allá de que es el triple también porque no solo en Argentina sino en Latinoamérica hay una fuerza de tratar de militarizar la democracia, y más en América Latina y en Europa también. Pero yo tengo mucha confianza en la importancia que le dan los pibes a la democracia cuando entran acá.

RB: ¿Cuáles son los ejes transversales que orientaron y orientan al presente tu labor a la cabeza del centro cultural?

LB: Bueno, imagínense que yo asumo, estuvimos dos meses y empezó la pandemia. Fue raro para todo el mundo. Los ejes principales primero son les jóvenes, todo el tiempo, y esto que decía de lo intergeneracional. Hay algo muy interesante que transcurre en el Conti desde que se creó, y siempre quise sostener, que es el Seminario Político del área de Estudios de Memoria. Este año se da a fines de septiembre y va a ser sobre los cuarenta años de democracia. El año pasado fue maravilloso también. Fue sobre memoria y derechos humanos, y lo cerró García Linera con Horacio Pietragalla. Fue increíble, las ponencias.  Haber vuelto a recorridos educativos es maravilloso, y la articulación con todo el predio también, que eso estaba como muy aislado, pero por la resistencia misma. Articulamos con el Archivo Nacional de la Memoria, con el Sitio en cuestiones de las excursiones que vienen de los colegios, con el ECuNHI. El Conti depende de la Subsecretaría de Promoción que también tiene sus programas como “Pasá la Posta”, y “Juventudes y Derechos”, que se hacen en las provincias. Los trabajadores del Conti también viajan a dar talleres, la federalización es un eje principal también, poder llegar a todas partes. Que también lo hacemos a través de un programa que se llama “Itinerancias”, que tiene que ver con audiovisuales y muestras.

El área de diversidad es un eje también muy importante que hoy atraviesa absolutamente todas las áreas, sea teatro, música, y también está enfocado en septiembre el “Festival Futuro”, que tiene que ver con todo el colectivo LGBT+. Todas las efemérides también de diversidad, son para nosotros muy importantes porque tiene que ver con esto de la amplitud derechos y aparte con seguir la construcción de la memoria colectiva. El año pasado en marzo se hizo el banderazo trans, que recorrió el país, pasó por Tecnópolis y también pasó por este predio. Y eso tiene que ver con ampliar y con la inclusión.

Otro eje muy importante, que le damos mucha importancia desde la secretaría, es la discapacidad, estamos laburando muchísimo todo lo que es accesibilidad e inclusión. Cuando hablo de inclusión, para mí no es armar un espectáculo exclusivamente para niños sordos, por ejemplo, es armar una obra de teatro, que lo pudimos hacer el año pasado, que los actores hablaban y a la vez hacían lenguaje de señas, entonces esa obra de teatro la pudo ver un niño sordo y un niño no sordo. Porque para mí esa es la inclusión, traer un espectáculo que sea apto absolutamente para todo público. No armar algo específicamente para determinadas personas. Estamos trabajando mucho con ANDIS, para ver las accesibilidades donde tenemos que seguir creciendo para que sean estos lugares accesibles para personas con todo tipo de discapacidad.

Imagen: Prensa del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti

RB: ¿Qué desafíos supone la tarea de fortalecer la memoria en este presente, a 40 años del retorno democrático?

LB: Las tensiones son parte inherente de los procesos sociales. Surgen confrontaciones entre lo establecido y lo emergente, entre la tradición y la innovación. Es fundamental encontrarnos en nuestra historia, en aquellos que la conformaron, reconocer su importancia y reivindicar las vidas y las ideas que las han moldeado. El ejercicio de la memoria es un elemento fundamental para que podamos forjar futuros e imaginarios posibles. Como dice Cristina, la memoria no es solamente hacer justicia con el pasado, sino mirar hacia el futuro para recuperar lo que nos arrebataron. Esta tarea conlleva una responsabilidad política tanto desde nuestra generación como de la sociedad en su conjunto.

Me parece que el desafío es constante. Este ejercicio de la memoria, entre pasado, presente y futuro, que no es fácil de articular, pero a la vez es maravillosamente desafiante. Hasta como ciudadanos en nuestras propias vidas, todo el tiempo. La Argentina tiene un nivel cultural y artístico comprometido enorme. Y el reconocimiento en el afuera de nuestra cultura, creo que habla por sí solo eso. La cultura argentina tiene una resistencia constante, siempre. Lo que pasa es que en los gobiernos nacionales y populares se disfruta, no se resiste. Pero cuando vienen, bueno, tenemos 28 compañeros detenidos desaparecidos, yo pasé por el Sindicato de Actores, como secretaria general, y hubo una cantidad de artistas en listas negras, pero la cultura siempre está presente. Me siento muy cómoda acá en el Conti siendo también actriz estar dirigiendo este lugar con todo el camino que he recorrido. Piensen que uno de mis primeros trabajos fue “Teatro por la Identidad”. A veces cuando me preguntan cómo llegaste hasta acá, uno nunca piensa algunas cosas en la vida, pero yo iba por el segundo año del Sindicato de Actores y me llamó Horacio y el orgullo que sintieron mis compañeros, que alguien haya visto desde el Estado a alguien del sindicalismo para poder tener un rol institucional. Después un día pensaba, claro, yo empecé con “Teatro por la Identidad”, y mirá cómo se van uniendo los caminos, derechos humanos y arte. No viene de la nada, hay algo que uno fue construyendo. Mi cercanía con los derechos humanos estuvo desde el principio de mi carrera, desde el principio de mi vida, cuando encontré en la biblioteca de mi viejo el libro “Nunca Más” y le dije a mi papá y ¿esto qué es?, y me dijo, “vamos a leerlo juntos y te voy a ir explicando”.

RB: ¿Qué posibilidades abre la herramienta artística para pensar y elaborar nuestro recorrido histórico? ¿Cómo les atraviesa ese ejercicio desde el Conti?

LB: Bueno, la parte de artes visuales lo demuestra mucho, porque laburamos mucho con los colegios en ese sentido. La verdad que el año pasado la muestra sobre los 20 años del 2001 fue muy emocionante. Y la inauguración de la muestra “Uso y función” en marzo de este año, que tiene que ver con todo un trabajo de archivo y de documentos y todos elementos del predio que fue recuperando Artes visuales, con el EAF, con los conservadores de los sitios, con el Archivo Nacional de la Memoria, con el Museo Sitio, con el Ente Público. Trabajaron absolutamente todas las instituciones del predio, y son todos elementos de acá. Todo lo que van a ver son elementos de acá del pasado. Intervenidos cada uno por un artista, con un texto poético político, y es muy conmovedor. Esas cosas son las que te quedan. El año pasado ver la sala llena con Linera hablando y muchos pibes escuchando. Vino anteriormente Rafael Correa cuando hicimos con la Secretaría un seminario de Lawfare. Escucharlo hablar del Lawfare, estando acá como directora, poder recibirlo junto con Horacio, son esas cosas que me van a quedar en el alma siempre. En marzo trajimos una obra maravillosa de La Pampa, sobre la Noche de los Lápices. Un musical de 18 actores increíble. Para la función vino Pablo Diaz, el único sobreviviente de la Noche de los Lápices. Me encontré con un ser con una alegría y una luz increíble, nos pusimos a charlar de cine y después él pasó al final de la obra a leer. Y me dije, ‘estas son las experiencias que nunca voy a olvidar’. Verla a Taty o verla a Estella o a Lita hablar con los pibes con guardapolvo sentados en la platea, son cosas que realmente emocionan.

Algo también muy hermoso el anteaño pasado, Teatro por la Identidad siempre pasa por acá con sus funciones, y de la obra había hablado Horacio. Y escucharlo que hoy es Secretario de Derechos Humanos, pero a la vez es un nieto recuperado, los pibes le empezaron a preguntar sobre qué le había pasado a él. Y escucharlo a él con los pibes es algo maravilloso, porque tiene una sensibilidad maravillosa, puede plasmar y ver las cosas desde otro lugar por su historia vivida. Su historia es muy fuerte. Ver la cara de los pibes, como se van transformando. Horacio es secretario pero es una persona muy cercana, somos militantes todos. La historia de Horacio contada por él mismo, emociona mucho. O escuchar a los sobrevivientes. Pareciera que estamos acostumbrados porque trabajamos todos los días acá, pero uno nunca se acostumbra. El otro día cumplió ocho años el Sitio y escuchar a una de las compañeras ahí te moviliza todo el tiempo. Hacer la visita por más que la hagas y la hagas, salís diferente todo el tiempo. O caminar por el predio. El mes pasado cuando se cumplieron 45 años de Madres sin Hebe, fue muy fuerte también. Cada cosa que hacemos acá es diferente todo el tiempo y todo el tiempo te atraviesa.

RB: Frente a las miradas neoliberales que desestiman el rol de la cultura para el bienestar social, ¿qué implica entenderla cultura como un derecho humano fundamental?

LB: Siempre digo que todo arte es político, es una forma de camino en mi vida, y creo que la cultura también es la base de los pueblos. Por eso también siempre los gobiernos neoliberales la quieren callar. Cuando habla un artista el pueblo lo escucha. Muchas veces los artistas hasta somos llamados cuando suceden tragedias para visibilizarlas cuando las familias no son escuchadas. La derecha siempre va a querer callar la cultura, porque la cultura tiene un rol primordial en la cotidianeidad de cualquier persona. Tenemos grandes artistas y grandes ejemplos de lucha. Se me viene Leonardo Favio, que siempre decía que cada gobierno que pasara, siempre veamos las películas cada cuatro años y ahí veremos qué tipo de películas se filmaron y ahí te vas a dar cuenta qué gobiernos hubo. Depende de qué gobiernos, hay películas más de resistencia o más populares, o de todo un poco.

Mirá lo que pasó con “Argentina 1985”, fue una herramienta para llegar a los jóvenes impresionante, que nadie se lo hubiera imaginado. Por esto digo que la cultura es una herramienta necesaria para la vida cotidiana de las personas. Por eso hay que defenderla muchísimo por parte del pueblo y de parte también de los artistas que son parte del pueblo. Hay que trabajarla constantemente. Darle mucha importancia a la cultura como parte del bienestar de una persona, y también la cultura en los barrios. Que los pibes puedan descubrir la cultura en el territorio es un trabajo que no hay que dejar de hacer nunca. Lo estamos viendo hoy, la cantidad de pibes que hay. Hay nuevas voces y uno queda medio atrás a veces. La cantidad de pibes que han logrado, mediante el rap o el free style, hablar de su barrio. Eso es maravilloso y es una expresión artística que tiene que ver con su propia vida. Casi todas esas canciones son políticas y tienen que ver con la raíz de cada uno. Ahí está la base de la raíz cultural también. Darle la oportunidad desde cualquier lugar donde esté cada persona a que tenga acceso a la cultura.

RB: En el último tiempo vienen intensificándose y/o cobrando mayor visibilidad discursos de odio que atentan contra el pacto democrático, ¿cuál es su lectura respecto a este fenómeno y qué estrategias se pueden generar para desarticularlos o construir otros sentidos?

LB: Creo que la tarea nuestra es seguir construyendo lo que estamos haciendo minuto a minuto con la gestión. Lo que estamos escuchando ahora es lo que vivimos también en la época del gobierno neoliberal del macrismo. Ahora está más intensificado con la aparición de Milei. Patricia Bullrich también, siempre estuvo atentando con sus discursos de odio y negacionismo. Creo que lo principal es redoblar siempre la apuesta con más gestión, con más diálogo con el territorio, más diálogo con la juventud y no estancarse en esa discusión individual. Poner el cuerpo constantemente en la gestión y en el territorio es la mejor manera de responder a esta gente.

A veces siento que los medios les dan demasiada entidad. Yo siento que estoy acá con todas las fuerzas. Horacio acompañando los juicios y recorriendo el territorio, la Secretaría le da una importancia ejemplar a todos los casos de violencia institucional. Verlo a Horacio acompañar a todos los familiares de la Masacre del Monte, de todos los juicios que se llevan a cabo. Me parece que hay que hacer eso todo el tiempo. Estar cerca de la gente y junto al pueblo, con compromiso y las convicciones intactas de la memoria, la verdad y la justicia. Por todos los compañeros que murieron o fueron torturados, y también para seguir acompañando a todas nuestras Madres y Abuelas que siempre lo hicieron con muchísimo amor. Es el mejor empleo que nos pueden dar. Tenemos que estar parados todos los días construyendo memoria colectiva y recibiendo a las juventudes.

RB: ¿Qué se viene en el Conti?

LB: En septiembre tenemos el seminario de los 40 años de democracia que va a ser muy interesante. También tenemos Festival Futuro para toda la comunidad. Recorridos absolutamente todo el año, teatro para colegios todo el año, inauguraciones de visuales. Vamos a estar presentes por los 50 años de Chile con la inauguración de la fotogalería, también con cine y algunas charlas que estamos articulando. Esto también en Septiembre. Tuvimos la convocatoria de teatro en la que se presentaron 400 obras, de las cuales pudimos premiar a 18. Eso es darle un espacio al teatro independiente. Valoro muchísimo la parte independiente tanto el cine como el teatro y la música también.

Después, con los 15 años del Conti, empezamos el 6 de mayo con la inauguración de la muestra sobre Haroldo, de Hernán Borches. Ese día también, un hermoso recital de nuestra querida Lidia Borda, que también leyó textos de Haroldo. Estamos teniendo talleres en la biblioteca y con las clínicas también del Conti. Por ejemplo, las clínicas de audiovisuales, las de cine y la de poesía, que está muy destinada a los jóvenes, para ver cómo trasladar la poesía a las redes sociales. Con la de cine se va a trabajar con la cámara en el predio, cada participante va a tener la vivencia de crear su proyecto, pero acá. Y lo bueno que tenemos nosotros, como idea, en todo tipo de talleres siempre parte del programa es ir a hacer las visitas. Para que tengan noción, tanto docentes como alumnos, de donde están parados. Y eso modifica mucho el proyecto después de esa visita. Lo transforma, la persona se siente transformada y atravesada.

Estamos saliendo de a poco por las redes, con una articulación con la Mocha Celis y la cooperativa Nadia Echazú de Avellaneda, el área de diversidad con la que ya laburábamos mucho en el Delta, en la isla Tres Bocas. Que es donde resistieron las compañeras, que se disfrazaban en los carnavales huyendo y escapando de la dictadura, y ya es el segundo año que vamos. Lo agradecidas que están que haya llegado el Estado ahí, armamos fiestas, recorridos por la isla, nos muestran sus trajes. Estamos hablando de compañeras que ya tienen 60 años. Esa historia es maravillosa.
En el área de diversidad empezamos con unos talleres, con un artista en la Mocha y de ahí salió la idea de hacer un monumento en homenaje a Lohana Berkins. Porque Lohana era de Avellaneda. Hablamos con el Municipio y con el Instituto de Cultura de Provincia de Buenos Aires, y se armó un trío maravilloso, estamos en plena producción para poder inaugurarlo en junio. Es un antimonumento, no estamos hablando de un busto, la idea es que haya un lugar en común, reconociendo la lucha de Lohana, y en su nombre la lucha de todas las compañeras trans. Empezamos por ahí y la idea es seguir por un montón de lugares. Aparte eso significa que el Conti también está presente territorialmente. Sería también parte del Conti Federal.

Con un convenio del Instituto Nacional del Teatro hemos podido traer también obras de las provincias. Porque a veces es que la capital vaya a las provincias, y a mí me interesa que la provincia venga para acá, que el artista tenga una función en un lugar tan emblemático. Cuando vienen los artistas del interior, acá es una fiesta. Porque la gente está muy acostumbrada de un artista de capital al interior, pero tiene que ser un ida y vuelta constante. Que el artista del interior tenga la posibilidad de tener una función acá, en este ámbito que es muy importante. Y algo que se logró en esta gestión fue la fiesta CABA del INT, de todas las obras de Capital. Se hacen en febrero, viajan al Festival Nacional de Teatro. Siempre esa fiesta en Capital estuvo dispersa, cada obra actuaba en una fecha específica por el festival, pero en el lugar donde estaban haciendo funciones. Lo que logramos con el INT, con este convenio, fue que toda la fiesta de CABA sea en el Conti. Tanto el febrero que pasó como el anterior, de jueves a domingo, estuvo explotado el Conti de programación teatral y de gente. Eso es lograr que la fiesta CABA sea nacional.

RB: Teniendo en cuenta los cambios de gestión gubernamental, ¿qué piso de acuerdos deberían poder garantizarse para que estas políticas perduren?

LB: Para mí no tiene que haber dudas. Esto no se toca. La historia de nuestros compañeros es una historia que hay que respetar. Ellos fueron parte del camino hacia la democracia. Con solo pensar eso ya es imposible que este lugar alguien lo pueda tocar. Para mí y para todos los que estamos acá. Por eso uno felicita y abraza a todos los trabajadores. Una vez vinimos con Taty, en el macrismo, a hacer una conferencia para Abuelas. En nombre de nuestros compañeros detenidos desaparecidos, esa es la base de que esto no se toca y se respeta. Este lugar, como La Perla en Córdoba, como El Faro en Mar del Plata, son sitios de memoria. Como el ex Olimpo, son historia de nuestro país y son base primordial de la lucha de compañeros y compañeras que dejaron nada más y nada menos que la propia vida. Por el país, por una Argentina más justa, más solidaria, más igualitaria. Y en nombre de ellas y de ellos y de esa lucha, nace la democracia. Por el simple hecho del respeto a la lucha de ellos, estos lugares no se tocan. El nunca más es nunca más.

COMENTARIO AQUÍ