Entrevista con el Presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, Eduardo Emanuel García Caffi. “Creo que como rasgo identitario de los argentinos un valor que San Martín nos lega es el de no desenvainar su sable para combatir a sus paisanos”.
Por Gonzalo Mir y Juan Manuel Ciucci
Revista Broquel: Para comenzar, ¿cómo surge el Instituto y cuáles son sus objetivos?
García Caffi: El Instituto Nacional Sanmartiniano, que tengo el honor de presidir, fue creado por un gran historiador que hizo una muy buena historia de San Martín: José Pacífico Otero. Fue en 1933 a instancias de Benito Quinquela Martín, el gran pintor argentino, cuando compartieron una temporada en París. Allí Quinquela le indicó que siendo un gran historiador que trabajó tanto sobre San Martín, debería impulsar que haya un día que la Patria lo celebre y también una institución que lo represente. Y eso fue como un punta pie inicial para que se conformara el 5 de abril de 1933, conmemorando el 115 aniversario de la Batalla de Maipú, en Florida 770 el Instituto Sanmartiniano. Posteriormente, 10 años después, pasó a la órbita del Estado Nacional y un par de años después fallece Pacífico Otero, y su viuda dona los fondos para construir esta casa y la Ciudad de Buenos Aires la plazoleta donde está ubicada. En 1946 se inaugura esta sede y desde que es patrimonio del Estado ininterrumpidamente ha trabajado bajo distintas órbitas. La primera fue el Ministerio de Guerra, ese era el nombre y, desde hace muchos años, estamos en la órbita del Ministerio de Cultura de la Nación.
En cuanto a su conformación, está la Academia Nacional Sanmartiniana con 30 académicos, todos ellos por supuesto personalidades de la historia vinculados con publicaciones sobre San Martín, investigaciones, las Asociaciones Culturales Sanmartinianas que están diseminadas por toda la geografía de nuestro país que son aproximadamente 100, y los Institutos Sanmartinianos del exterior que tenemos en los países vinculados e importantes capitales del mundo como en Washington, París, estamos reabriendo el de Madrid, precisamente esta semana lo firmé. Después en América en Ecuador, y el de Perú tiene una particularidad: dijimos que en Argentina se conformó en 1933 y en 1935 el mismo historiador creó el del Perú, que sigue vigente con una hermosa sede y trabajó ininterrumpidamente desde aquella época, así que es nuestro hermano menor en tiempo, no en importancia por supuesto. Estamos en estos días ya conmemorando el bicentenario de la Independencia de la República del Perú llevada adelante por nuestro Padre la Patria José Francisco de San Martín y estamos haciendo un conversatorio y distintos actos en conjunto con la Embajada del Perú. Estos viejos rasgos históricos culturales que nos unen nosotros los trabajamos, los mantenemos y profundizamos con Perú, que ha sido permanentemente un aliado de nuestro país en los buenos y en los malos momentos, así que compartimos esta larga tradición y por supuesto al fundador de la libertad de ambos países.
El Instituto por la Ley 15.538, es el responsable de llevar adelante los actos del Estado Argentino en conmemoración y en honor al Libertador, ya sean la fecha de nacimiento (25 de febrero), por supuesto el paso a la inmortalidad (17 de agosto), las Batallas de Chacabuco (12 de febrero), Maipú (5 de abril) y todas aquellas ceremonias y conmemoraciones que entendemos pertinentes e importantes, del mismo modo que nos habilita a entregar distinciones y premios. Y una de ellas es la más importante, las Palmas Sanmartinianas, que están muy reglamentado en la ley y que son muy cuidadas y que hemos entregado algunas de ellas a personalidades vinculadas a la vida de nuestro país en los distintos aspectos históricos como culturales.
RB: En el marco de la recuperación histórica del General, ¿qué acciones se llevaron adelante?
GC: Viene muy bien esa pregunta porque habitualmente se dice que de San Martín se sabe todo, que han escrito de todos lados. Nosotros tenemos académicos en todos los países y en muchas universidades que han escrito libros importantes. Pero la realidad es que cada tanto aparece algún documento que trae algún aporte y que ayuda a dilucidar su pasado. Ciertamente las acciones principales, sus objetivos, su mirada, su realización y su obra está claramente expresada, pero no concluida ni cerrada. San Martín ha sido una persona que a mí me impresionó siempre porque fue consciente de que estaba cambiando la geopolítica del Siglo XIX. Al libertar medio continente y sobre todo donde el poder realista estaba sentado, que era en el Perú y luego en el joven virreinato del Río de la Plata, ya que fue creado en 1776, San Martín cuidó mucho su vida pública y lo que él escribió y lo que de él escribieron está por supuesto abierto y exhibido, pero siempre hay cosas nuevas que aparecen.
Nos parece importantísimo recuperar su obra, lo que él ha escrito en sus cartas, sus correspondencias, su formación. Y tomo dos miradas sobre San Martín que me parecen importantísimas. Una de Juan García del Río, que fue canciller de San Martín en Lima, que escribió la primera biografía que hay en 1823. San Martín termina su acción en 1822 como protector del Perú, regresa a nuestro país y luego irá al autoexilio. Esta es la primera biografía y es muy interesante porque nos aporta datos conocidos, pero sí de alguien que fue contemporáneo, que vivió y que su admiración surge del conocimiento profundo de cómo actuó y los fines que San Martín llegó adelante. Y lo importante es que lo hizo una vez que el Libertador se fue, o sea que no tenía nada a cambio, ni tenía ningún interés personal.
Y la otra que yo destaco mucho, si bien hay muchísimos actores importantísimos, la historia que hizo Bartolome Mitre, que hizo Pacifico Otero, que hicieron los contemporáneos como Miguel Ángel de Marco, grandes hitos en función de sus biografías. Peor San Martín vive sus dos últimos años en Boulogne sur Mer, cuando deja París por la revuelta que existe en el ´48 y va hacia el norte de Francia, buscando un poco de tranquilidad y eventualmente si la cosa se ponía un poco más compleja poder cruzar para Inglaterra. Y allí San Martín vive en una casa que actualmente es propiedad del Estado Nacional, que se transformó en Casa Museo, y convive con el propietario. Es un abogado, una persona importante, periodista, que tiene las tertulias y allí conoce mucho de San Martín y también llega una gran admiración: Adolf Gerard. Cuando San Martín muere, Gerard escribe la necrología, que como sabemos son los relatos de la epopeya de una persona, pero impacta por lo profunda que es esa publicación. Y allí está la descripción que más me gusta de San Martín, por humana, por comprometida y sin ningún interés personal. Lo describe diciendo: “San Martín era un hermoso anciano de una elevada estatura que ni el tiempo ni las fatigas ni las enfermedades lograron encorvar. Su formación, de las más bastas, había leído y sabía todo lo que se podía leer. Sus rasgos firmes pero simpáticos, su mirada penetrante y viva, sus modales cargados de afabilidad, su misericordia inconmensurable, amaba al obrero, pero lo quería, sobrio y laborioso. Pero por sobre todo y a todos, San Martín siempre les decía la verdad”. Esta mirada sobre el hombre, sus convicciones, sus formas, sus maneras y su acción me parece altamente importante y hasta escrita si se quiere de una forma poética, de las descripciones que hay de San Martín es la que más me gusta.
RB: ¿Qué características de San Martín son las que más lo impresionan?
GC: Creo que siempre cito a San Martín, parece una verdad de perogrullo, ciertamente, siendo presidente del Instituto, pero San Martín es de esas personalidades y de las pocas que hizo lo que dijo. Y lo que se propuso y comentó, lo llevó adelante. Me parece que su aspecto filosófico, él nos dice, “no he sido más que un instrumento accidental de la justicia y un agente del destino”. O sea, poniendo su ego por debajo de la misión que tenía, de la inmensa misión que era emancipar América del yugo colonial. Y como si fuera un instrumento de la providencia para llevar adelante esa epopeya, y no sus virtudes, sus dotes y dice, “mi causa es la causa del género humano y mi objetivo es la libertad universal”. O sea, con este pensamiento filosófico y político, es donde encuentro yo la explicación de su fuerza de voluntad que no se torció ningún objetivo y que llevó adelante contra las miserias de algunos que lo querían y de algunos políticos que lo querían denostar, contra sus propias enfermedades que las tuvo y que los complicaba muchísimo. Y por último, como decía él, por último el adversario, el enemigo militar, que a San Martín era el que menos le preocupaba.
Y tuvo esa característica maravillosa que sus ejércitos fueron de liberación y no de ocupación, que son pocos casos en el mundo. La epopeya que se estudia, el Cruce de los Andes, en todas las escuelas de guerra importantes del mundo, factor de análisis y de estudio. Y que también, en base a su formación, y como decía Gerard, hablaba del mismo modo inglés, francés o italiano, San Martín se preocupó por el desarrollo en la educación de las personas. Decía, “la biblioteca es destinada a la ilustración universal y más poderosa que nuestros ejércitos para sostener la independencia”. O sea, que tenía una mirada que la única forma que un pueblo pudiera desarrollarse en la libertad que él estaba procurando era la educación, la formación. Y cruzó el Atlántico con más de 800 libros, que fueron parte de las bibliotecas que fundó en cada uno de los lugares que le tocó ejercer el Ejecutivo. Ya sea como Gobernador Intendente de Cuyo, entre el ´14 y el ´17. En su paso por Chile, después de liberarlo tras la Batalla de Chacabuco, le ofrecen 10.000 pesos como recompensa y él no los acepta y dice que con eso comiencen a construir la biblioteca de Chile. Y después, como Protector del Perú, una vez lograda su libertad, dona sus libros y con su colección funda la Biblioteca Nacional del Perú. En 13 meses de gobierno como Protector del Perú crea al Estado peruano después de 300 años de dominación española. Desde sus símbolos patrios, donde él diseña la bandera primigenia del Perú, que la tenemos en exhibición abajo, que si bien no es la definitiva, conserva los colores, el himno nacional, crea desde la dirección de minería para que no sigan robando los minerales de un pueblo empobrecido en un país rico, la primera escuela normal, todas las instituciones. San Martín asume como Protector del Perú el Poder Ejecutivo y el Legislativo. Y se transforma en un activo creador de leyes, saca los viejos pactos virreinales que hacían que los súbditos sean personas sin derechos y solamente tributarios a la corona y crea la alta Cámara de Justicia como un factor independiente para tener un control sobre sus acciones. Y cumple con su palabra y una vez dada la libertad y organizado al Estado peruano, se retira del Perú. Es un hombre que cumplió su palabra en cada uno de los lugares donde estuvo: hizo su obra y se retiró.
RB: ¿Cómo piensa el legado sanmartiniano?
GC: Creo que como rasgo identitario de los argentinos un valor que San Martín nos lega es el de no desenvainar su sable para combatir a sus paisanos. En 1839 intentó un regreso a la Patria frustrado porque cuando llega a nuestras tierras se entera que Lavalle ya había fusilado a Dorrego y le ofrecen a él la gobernación de Buenos Aires. Pero no lo acepta porque era ser parte de una facción, se queda en el barco, vuelve a Montevideo y de allí regresa a Europa de donde nunca más regresó. Allí en Europa tuvo una actividad intensa. San Martín aparte de ser una personalidad reconocida donde por ejemplo el rey de Francia lo convoca, cosa que no era común, porque quería conocerlo. Pero también actúa sobre el gabinete francés en aquel entonces, cuando estaba el bloqueo anglosajón sobre nuestro Río de la Plata, pidiendo y diciendo que el ejército francés que es reconocido por su capacidad, pero que la bravura de los argentinos defendiendo su tierra iba a causar heridas que iban a tardar años y quizás siglos en desaparecer. Así que los conminaba a que dejasen el bloqueo.
O sea que San Martín tuvo una activa participación, más allá de recibir a Juan Bautista Alberdi, a Sarmiento, hombres de distintos pensamientos, pero que él los recibía y comentaba sus cuestiones y que superó los enconos con Rivadavia, que realmente fue su enemigo. Conjuntamente con los hermanos Carrera que vinieron de Chile, y como San Martín lo eligió a O`Higgins como director supremo, quedaron esos viejos enconos y son los que actúan para que en definitiva se da cuenta que no puede vivir en nuestro país. Él quería estar en Mendoza, donde este año se cumplió el Bicentenario de su regreso a la Patria (29 de enero 1823). San Martín ingresó a nuestro país con la expectativa y la confianza de poder vivir, no lo pudo hacer porque incluso había una partida esperándolo para meterlo preso o asesinarlo, pero le avisan los caudillos y él no puede venir a acompañar a su esposa que finalmente fallece y no puede estar con ella.
Este hombre nos lega la libertad como bien supremo; la educación y los libros como la fórmula para que un pueblo pueda desarrollarse armónicamente y elegir a sus autoridades con la sabiduría correspondiente para conocer los intereses que los puedan defender; y que una Patria no se construye sobre una lucha fratricida. Son los tres legados principales de esta maravillosa vida del Padre de la Patria de los argentinos que sucintamente podría resumir. Un legado que todavía tenemos que llevar adelante, tenemos que construir esa Patria con que San Martín soñó y que todavía en algunos aspectos tenemos esa deuda, esa mirada de una patria libre, justa, independiente y soberana que es necesario construir. Pero ese es mi pensamiento, el pensamiento importante es el que él nos dejó San Martín, su acción y lo que le debemos como gratitud, no solamente los argentinos sino los americanos. Y que es reconocido en el mundo por su gran firmeza, trayectoria, hombría de bien y ejemplo para la humanidad.
RB: A lo largo de la historia la figura de San Martín fue recuperada de distintas maneras y tomada por distintos sectores, ¿cómo analiza esto?
GC: La política es historia y la historia es política. Cada sector de poder construye su historia y para eso necesita ejemplos y se apropian de muchos de ellos. Mi primer discurso cuando asumí en la plaza San Martín, me acuerdo que la primera declaración que hice como camino de gestión fue “San Martín es de todos, no es de algunos ni de pocos ni siquiera de varios sino de todos”. Era un claro mensaje a quienes apropian la figura de San Martín para su propia actividad política y San Martín no tiene que estar escindido de la política, pero sí me refiero de las facciones políticas que quieren enmascararse tras del ejemplo de un maravilloso hombre. Porque que la política utilice a San Martín como ejemplo, como rumbo, me parece lo más sabio que podríamos hacer. Y tratar de emularlo ni hablar. Porque si bien las herramientas de hoy no son las armas, pero sí las herramientas de hoy todavía es la pelea por la soberanía. Así que las distintas miradas son interesantes, desde el punto de vista de quienes lo hacen de la historia y desde una concepción o una idea. Cada uno de nosotros es difícil que podamos ser absolutamente asépticos.
Si bien la historia se trata de desarrollarla tratando de tomar distancia, por supuesto que cada uno viene con su bagaje histórico, su mirada, pero debe tener también la honestidad de hacerlo. Así que las distintas miradas no me parecen mal. El uso faccioso sí me parece mal, pero las distintas miradas aportan mucho. Lo que ha hecho el revisionismo aportando lo que en alguna manera se ocultó, Mitre hace una historia fantástica de San Martín y lo utiliza como el héroe para dar un sentido de identidad y de unión nacional en una época que todavía con las migraciones y todo no era tan claro, pero Mitre le quita, o perdón, no le da a San Martín toda esta idea política que hablamos nosotros, sino que lo pone como un gran militar que hizo esto, incluso hasta duda de sus grandes luces, si se quiere. Pero la verdad es que la historia cambia esta afirmación, porque San Martín como gobernador intendente de Cuyo realiza la primera campaña de vacunación masiva de nuestro país, dándole la vacunación antivariólica no sólo a los hombres de su ejército para que puedan estar sanos y afrontar la batalla, sino que lo hace a toda la población. Diseña los canales de riego que aún hay en Mendoza, cobra impuestos a los que más tienen, y no dudó en enfrentarse con ninguno de los poderes. Hasta tuvo problemas con alguno de los sectores de la iglesia porque necesitaba que apoyen y aporten para la campaña, algunos no quisieron y tuvo sus dificultades y sus encontronazos.
En Chile lo quieren nombrar y entregarle el poder para que dirija al país, no lo acepta porque tenía claro sus campañas al Perú, donde crea los reglamentos, las leyes, el primer reglamento carcelario, porque las cárceles si hoy son difíciles imagínense en el Siglo XIX lo que eran, y cambió la alimentación, permitió que los artistas populares ingresen a la Ciudad de Lima que no podían. Que digo con estas mini pinceladas que estoy dando: que San Martín era un hombre con una filosofía y un estadista que se juega en cada uno de los lugares que tuvo el ejecutivo. Lejos de ser solamente un soldado, que lo fue brillante y distinguido en Europa: a los 11 años ingresa al regimiento de Murcia y ya en su primera adolescencia a los 13 años estaba participando del Sitio de Orán en el norte de África, está en 17 teatros de operaciones en España combatiendo a los ejércitos napoleónicos. Era un hombre formado y una de las cosas que le atribuyó es que en 1789 él tenía 11 años e ingresa como cadete al regimiento de Murcia. Es el mismo año de la Revolución Francesa, entonces sin duda en su juventud esas ideas que impactaron sobre el mundo entero, lo hicieron también sobre él y comienza su formación y a leer a los grandes teóricos de la Revolución Francesa. Lo inspiran y lo van consolidando sobre todo la nueva mirada sobre la libertad y la formación. Que los súbditos dejen de ser sujetos tributarios de una corona, para ser individuos con derechos. Y que no hay inconvenientes si se conforma en América una monarquía, pero una monarquía temperada como era la inglesa, donde están los derechos de los individuos, los derechos individuales que son los que pregona la Revolución Francesa o como terminó siendo un poder como el que tenemos nosotros, republicano que luego se transforma en federal también.
RB: ¿Qué atractivos hay en el Instituto pensando en las nuevas generaciones, para que puedan conocer el legado de San Martín?
GC: Trabajamos mucho en dos o tres cosas en ese sentido. Uno, la creación de Monumento Histórico Nacional para que su preservación y que nadie tenga una idea extraña de darle otro destino a esta casa, que es símbolo de la libertad y del Libertador de nuestra América. La otra, convertirlo también en un museo, crear exposiciones, si bien en la fase administrativa esto no está reconocido como museo, pero sí lo hacemos trayendo objetos personales de él y reformulando y haciendo distintas muestras. La otra es el gran esfuerzo que hacemos, y ahora explico por qué esfuerzo, en que vengan colegios. Muchos colegios vienen en forma privada, los recibimos a todos y les damos charlas y guías, y al público en general y a los turistas también, pero el esfuerzo nuestro es en traer chicos de zonas carenciadas. Y digo esfuerzo porque no tenemos dinero, por ahí son convenios con gremios, con distintas asociaciones para que les paguen los micros y puedan venir.
Si bien creo que el desarrollo de las personas tiene que ver con los sistemas y con lo que el Estado puede hacer para que haya la mayor igualdad en la línea de largada de la vida y del estudio y el acceso a las universidades, que una persona no se salva individualmente si no se salva a través de un proyecto colectivo de nación, pero también el hecho de que vengan acá y que les expliquemos y que les mostremos cómo es la vida de San Martín, tiene un par de metamensajes. El primero, que esta casa que es del Estado Nacional también es de ellos, y que tienen que saber que cada lugar de nuestro país, dependiente del Estado argentino, es parte de ellos para su uso, su divertimento, su formación, y que tienen también que exigir y poder entrar, ingresar y estar.
Y el segundo de ellos, es que San Martín tuvo que enfrentar muchas adversidades políticas, económicas, y éramos un país pobre en el medio de la Guerra de la Independencia, adversarios que con crudeza intentaban limitar sus objetivos, sus propias enfermedades, que como dijimos fueron muchas y lo limitaban en algún caso, y vencer todo eso para ser una maravillosa obra. Que el ser humano cuando se pone objetivos nobles, y lo hace con firmeza y con convicción, puede superarse, puede desarrollar y lograr lo que nunca, lo que parece increíble. Un hombre que vino en un barco, al que le tenían desconfianza, a un lugar donde militarmente no estaba desarrollado para enfrentar al ejército más poderoso de aquella época, teniendo que convencer a la gente, armar estructuras, hacerlo en otros países, forzar la independencia de Argentina, porque San Martín fue el garante político y militar de que se desarrolle la independencia argentina y forzó e instigó para que se desarrolle. Y de hecho hizo una trampita y mandó un diputado más para que en las votaciones estén y le tocó justamente a Francisco Narciso de Laprida, un diputado mandado por San Martín, declarar la Independencia. Así que como garante de nuestra independencia, también ha sido una personalidad que consolidó y se ocupó de todos los aspectos para esa obra maravillosa. Honorar a San Martín y todo el tiempo que le dedicamos, estos mensajes para la juventud que vos me comentabas son altamente importantes.
Y después atiendo a toda la prensa y los incluyo a ustedes, primero porque es mi deber como funcionario público, pero segundo para pedirles ayuda. Esta es una pequeña institución de un alto carácter simbólico. Pero no sólo alcanza esta institución para que el mensaje del Libertador llegue a todos los rincones de nuestro país y que sepamos que esa obra tan maravillosa que hizo San Martín es propiedad de todos. La debemos cuidar, pero fundamentalmente la debemos abonar todos los días, exigiendo nuestros derechos, peleando por nuestros derechos, pero también siendo responsables en todos los niveles sociales para que la construcción de la Patria sea pareja y en esfuerzo de todos, y para que ese esfuerzo de todos dé el goce de todos en conjunto.
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