CIENCIA Y TECNOLOGÍATAPA

“La investigación científica tiene el potencial de generar beneficios a largo plazo tanto en términos económicos como sociales”

Por: Redacción Broquel

Entrevista a Mycorium Biotech, una Empresa de Base Tecnológica del CONICET que logró el desarrollo empresarial del proyecto de investigación que llevaban adelante. Esta startup biotecnológica se encuentra comprometida con la creación de materiales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Su enfoque principal es la producción de un biomaterial símil cuero a base de micelio, material sostenible, libre de crueldad animal, escalable e innovador que tiene el potencial de revolucionar la industria de la moda.

Por Redacción Broquel

Revista Broquel: ¿Cómo surge Mycorium Biotech?

Equipo Investigación: Mycorium Biotech surgió en 2022, pero es el resultado de más de 10 años de investigación en la revalorización de residuos agroindustriales y otras áreas de investigación. Los primeros ensayos en el desarrollo científico y tecnológico de biomateriales se llevaron a cabo en el laboratorio de bioprocesos del IPROByQ (Instituto de Procesos Biotecológicos y Químicos, CONICET) durante la cuarentena. En 2022, el SF500 nos invitó a participar en una capacitación que se llevó a cabo durante los meses de agosto y octubre. Después de esta capacitación, fuimos seleccionados para recibir financiamiento, lo que nos permitió trasladar la investigación que habíamos estado realizando a un entorno privado. En diciembre, constituimos la empresa y sumamos a Agustín Schiavio a nuestro equipo, quien asumió el cargo de CEO.

RB: ¿Cómo fue el camino desde un espacio de investigación al desarrollo empresarial del proyecto?

E: El camino desde un espacio de investigación hasta el desarrollo empresarial del proyecto fue un proceso significativo para nuestro grupo, formado por tres investigadoras de CONICET: Adriana Clementz, María Rocío Meini y Diana Romanini. Nuestra experiencia previa se centraba en la producción de metabolitos fúngicos para agregar valor a residuos agroindustriales. Sin embargo, decidimos dar un giro en nuestra investigación al modificar la tecnología que habíamos estado utilizando y comenzar a trabajar con diferentes tipos de hongos. Esta adaptación nos permitió lograr el desarrollo de un biomaterial muy similar al cuero vacuno. La transición de un enfoque de desarrollo científico-tecnológico a la idea de establecer una startup representó un desafío importante en nuestro camino. Aunque no fue un proceso sencillo, resultó extremadamente motivador.

RB: ¿Con qué apoyos contaron para poder desarrollarse?

EI: Contamos con varios apoyos fundamentales para nuestro desarrollo. El IPROByQ, que promueve el desarrollo de tecnología, la prestación de servicios técnicos especializados y la incubación de empresas de base tecnológica, facilitó el inicio de nuestra startup y su formalización ante la Gerencia de Vinculación Tecnológica de CONICET.

En cuanto al financiamiento, recibimos nuestro primer aporte del SF500. Además de brindarnos financiamiento, este programa también colaboró con la capacitación del equipo en la formación de startups.

Recientemente, obtuvimos la aprobación de un Aporte No Reembolsable (ANR) al Fortalecimiento al desarrollo de Empresas de Base Tecnológica (EBT) de FONARSEC, que pertenece a la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación.

RB: ¿Qué objetivos tienen con la empresa en la actualidad?

EI: En la actualidad, nuestra empresa tiene los siguientes objetivos:

• Desarrollar un biomaterial alternativo a los mal denominados “ecocueros” o cueros sintéticos que cumpla con las exigencias mecánicas y estéticas del mercado, con el propósito de que sea comercializable en la industria de la moda.

• Mejorar continuamente nuestro proceso circular, basado en la fermentación fúngica de desechos agroindustriales, con el objetivo de eliminar la necesidad de utilizar plásticos y minimizar la generación de residuos.

• Optimizar el escalado del proceso, que actualmente se completa en tan solo 10 días y se puede implementar mediante técnicas de agricultura vertical.

Nuestro enfoque se centra en la innovación tecnológica para desarrollar sistemas de producción responsables y contribuir así a un futuro más sustentable.

RB: ¿Cómo analizan los discursos que intentan presentar a la investigación científica como un gasto?

EI: La investigación científica se considera generalmente una inversión en lugar de un gasto. Aunque puede requerir recursos financieros y humanos en el corto plazo, tiene el potencial de generar beneficios a largo plazo tanto en términos económicos como sociales. Estos beneficios pueden incluir el desarrollo de nuevas tecnologías, medicamentos, productos y servicios, así como la expansión de los límites del conocimiento humano.

Además de organizaciones y empresas, muchos gobiernos invierten en investigación científica con la expectativa de que los resultados de esta investigación contribuirán al crecimiento económico, la mejora de la calidad de vida y la solución de problemas complejos.

Por último, es importante destacar que en el IPROByQ se crearon 5 startups en los últimos 12 meses con la participación de 11 investigadores e investigadoras. Esto representa la transferencia exitosa de conocimiento desde el ámbito público al privado, lo que fortalece la competitividad de nuestras industrias.

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