Entrevista a Gustavo Cosentino, Responsable de la Mesa de Entrada, y a Patricia García Castro, Asesora técnica de la Dirección de Coordinación Técnica y Administrativa. “La Procuración se agranda cada vez más, creo que está a la altura de cualquier servicio jurídico de cualquier parte del mundo”.
Por Redacción Broquel
“Hasta el día de hoy sigo cumpliendo la misma función, así que pasaron varios gobiernos, procuradores, directores también. Una tarea de mucha importancia, además por la urgencia que tienen las cosas acá”, nos cuenta Gustavo Cosentino al rememorar sus años en la casa. “La Procuración del Tesoro siempre fue una familia y lo tratamos así, así que no hubo mayor dificultad en las distintas administraciones con eso. Con respecto a la Procuración, tiene un piso muy importante de gente preparada. Vos escuchás que se hacen cursos, mismo la experiencia laboral de viajar afuera y tratar con otros estudios jurídicos, hacen que la Procuración se agrande cada vez más. Creo que está a la altura de cualquier servicio jurídico de
cualquier parte del mundo”.
“El organismo que yo entré en 1991 era un organismo mucho más chico, tenía menos funciones, no menos relevantes, pero sí menos funciones”, recuerda Patricia García Castro. “No existía la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado, no existía la dirección de Asuntos Internacionales, no existían las delegaciones del interior del país”, agrega.
Con respecto al trabajo que realizan, Cosentino nos cuenta que “la entrada de la mesa de entrada es justamente eso, captar tanto oficios como consultas, saber lo que sale también”, por lo que “uno está obligado a leer, porque tiene que saber hacia dónde va, y también los plazos que uno tiene para responder”. Al tiempo que destaca que “Mesa de entrada no ha fallado jamás, algo que me enorgullece también porque no es de parte mía nada más, es todo un grupo de gente que está a esa altura de nivel de compromiso”.
García Castro destaca que “la gran obra que yo tuve acá y que fue lo que más me gustó fue entre los años 95/97 la remodelación del edificio”, una casa “preciosa, casa diseñada para vivienda unifamiliar y a la que el ministerio compró para la Procuración en 1971”. En ese momento “se hizo un primer arreglo para adaptarla a las oficinas, se hizo la biblioteca por ejemplo, se armó todo lo que era la parte de baños porque eran baños individuales de una vivienda y se prepararon para que fueran baños múltiples para recibir a varios empleados”.
Pero “en la medida en que la Procuración iba creciendo, iba aumentando la cantidad de personas, el espacio cada vez era más chico”, por lo que ”llegando al 1995 la casa estaba muy deformada de lo que era lo original, al hacer esas adaptaciones además se habían cortado molduras, se habían dañado pisos, los ascensores estaban en bastante mal estado”. En ese momento “la consigna o la línea que a mí me bajaron fue llevar la casa lo más posible a lo que era los planos originales, y así lo hicimos” asegura García Castro.
“La construcción de esta casa fue en el año 1920 con el arquitecto Bustillo, un arquitecto que es como una bisagra entre lo que eran los antiguos arquitectos de la Escuela de Bellas Artes de París y cuando se empieza a manifestar la arquitectura más nacional. Fíjense que el arquitecto Bustillo diseñó el Banco de la Nación Argentina, diseñó esta casa, diseñó la sede de la Academia de Derechos y Ciencias Sociales que son bien estilos francés, de bien de la línea de la Escuela de Bellas Artes de París. Pero también diseñó el Casino de Mar del Plata, diseñó el Centro Cívico de Bariloche, diseñó el Hotel Llao Llao”, agrega la arquitecta.
Pensando hacia el futuro, Cosentino indica que “me gusta mucho la atención del público, aunque ahora no lo estemos haciendo, pero espero que sea algo temporario”. Y agrega: “la Procuración es como mi segunda casa, siempre tuve buen trato con todos, así que me gusta mucho. Tal es así, que estoy tratando de perfeccionarme, haciendo una licenciatura. La carrera administrativa también, por suerte me ha ido bien, así que nada que objetar acá de la Procuración. Siempre eternamente agradecido, me dio todo: tranquilidad, trabajo, salud. Y un futuro, que lo pude proyectar. Así que eso es muy importante para mí. La administración pública es lo que me gusta a mí, así que encontré mi lugar en el mundo”.
Por su parte García Castro asegura que “cuando entré no quería saber nada de trabajar para el Estado, tenía un estudio de arquitectura, tenía tres socias, teníamos buenas obras. ¿Qué me entusiasmó? Me entusiasmó, un poco idealista lo que voy a decir, pero me entusiasmó hacer algún aporte a la nación desde mi trabajo, desde mi profesión. Yo estoy convencida de que el recurso humano es el recurso más valioso que tenemos. Y es valioso en diferentes aspectos: en cuanto a lo laboral por la especificidad que va teniendo cada abogado, cómo se va desarrollando la carrera, que va desarrollando los conocimientos que va adquiriendo, la experiencia que va teniendo en su trabajo. Pero también la parte humana me parece que es muy importante. El compartir, el aprender a trabajar en equipo”.
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