CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Minería de Bitcoins: la otra cara del Blockchain

central energía
Por Fernando Signori
Imagen: Arte Digital

En el número anterior descubrimos las bondades del buen uso de la tecnología Blockchain, y también nombramos su uso en las operaciones con criptomonedas. Pues bien, veamos un poco de lo que no se cuenta.

Como bien sabemos, los bitcoins son una moneda digital. No están impresos y solo se tiene acceso a ellos a través de una computadora, teléfono móvil u otros dispositivos digitales. La razón por la que usan tanto poder de cómputo debe encontrarse en su diseño mismo. Cuando se trata de realizar transacciones con bitcoins, éstas se anotan en el gran libro de contabilidad; llamado ‘cadena de bloques’. El libro de contabilidad (blockchain) solo puede ser creado por particulares sumando sus poderes informáticos y grandes cantidades de procesadores. Quienes hacen la ‘blockchain’ para la minería de estos bitcoins obtienen 12,5 bitcoins como pago (esto es lo que se llama ‘mis’ bitcoins). Al 6 de julio de 2022, la cifra corresponde a alrededor de ARS 31.766.593.

Esta maquinaria ha puesto en marcha una carrera informática en la que gigantes consorcios de ‘minería’ compiten para hacerse del siguiente bloque en la cadena de bloques y, por lo tanto, obtener ‘mis’ nuevos bitcoins. De 10.000 ‘mineros’ de bitcoin, por ejemplo, que luchan por hacer una ‘cadena de bloques’ con una enorme potencia informática, solo uno de ellos lo logra. Los otros 9.999 han desperdiciado energía y poder en absolutamente nada, y esto se repite una y otra vez. 

Ahora bien, ¿Cuánta energía utilizan estas transacciones y qué tipo de energía es? Posiblemente haya sido con las mejores intenciones cuando China prohibió la minería de bitcoins en la primavera de 2021. Entre las razones estaban las enormes emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la minería, que no cumplió con el objetivo declarado por China de ser climáticamente neutral para 2060.

Desafortunadamente, aquí un año después la iniciativa verde parece haber exacerbado las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Así lo ha afirmado un grupo de investigadores en un comentario en la revista Joule. La minería de criptomonedas utiliza alrededor del 0,5% del consumo energético mundial y al ser prohibida en China y otros países, al menos un 75% de los “mineros”, se han trasladado a zonas de “producción de energía negra” o mejor dicho, energía producida en antiguas centrales eléctricas de carbón. “Estimamos que la proporción de fuentes de electricidad renovable que operan en la red bitcoin puede haber caído de un promedio del 41,6 % en 2020 al 25,1 % en agosto de 2021”, escriben los investigadores en su comentario.

Al mismo tiempo, la minería general de bitcoin no ha disminuido mundialmente. A nivel mundial, se estima que utiliza alrededor de 204,5 TWh de electricidad cada año, lo que es casi el doble del consumo total de energía de Argentina. Últimamente este consumo de energía se redujo debido a la baja en operaciones que han sufrido las criptomonedas.

Organizaciones ambientales estadounidenses advirtieron que hasta 30 plantas de energía fósil en Nueva York podrían verse obligadas a reactivarse tras la prohibición en China, con el consecuente aumento local en la producción de la minería de bitcoins. 

Además, la creciente demanda de electricidad significa que la producción de energía verde no puede seguir el ritmo. Viendo que se está recurriendo a alternativas más contaminantes para la producción en la demanda de electricidad, lo que significa que la creciente demanda de energía tiene un efecto desproporcionado en la huella climática, según afirman en el comentario los investigadores, ¿qué panorama o solución favorable podemos encontrar respecto al cambio climático?

Nos encontramos ante un problema que se debe discutir ¿Sería posible llevar esta actividad a un sistema de clasificación que establezca una lista de actividades económicas ambientalmente no sostenibles? ¿Deberíamos buscar otras iniciativas? Como expone la integrante del Parlamento Europeo por la Izquierda Radical, Karen Melchior, “Es un gran problema que estemos desarrollando mecanismos que tienen sesgos climáticos tan importantes. Por lo tanto, creo que debemos seguir mirando algunos requisitos para los desarrolladores y la industria, para que de esta manera los obliguen a tomar una posición sobre cuánto está afectando su empresa al clima “.

 ¿Quiénes son los investigadores detrás del comentario?

El comentario fue escrito por cuatro investigadores e investigadoras : 

·         Alex de Vries es investigador en la Escuela de Negocios y Economía de la Vrije Universiteit Amsterdam. En 2014, fundó digiconomist.net , que es mejor conocido por tener el índice de consumo de energía de Bitcoin .

 ·         Ulrich Gallersdörfer es asistente de investigación en el Departamento de Informática de la Universidad Técnica de Munich.

 ·         Lena Klaaßen es estudiante de doctorado en el Grupo de Políticas y Finanzas Climáticas del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich.

·         Christian Stoll es socio de investigación en el Centro de Investigación de Políticas Ambientales y Energéticas del Instituto Tecnológico de Massachusetts y en el Centro de Mercados Energéticos de la Universidad Técnica de Munich.

COMENTARIO AQUÍ