Por Redacción Broquel
Entrevista a Claudia Rivero, Directora General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Salud. “Defender al Estado es defender el bien común. En el rol especial que se me ha asignado es defender las políticas sanitarias, porque a través de ellas se preservan los derechos humanos. Entonces, en definitiva, es defender a la salud de la persona como derecho humano en la política sanitaria y rechazar todo aquello que sea contrario a su implementación”.
Revista Broquel: ¿Desde cuándo trabaja en la Dirección Jurídica de Salud?
Claudia Rivero: Ingresé en el año 2005 a la Dirección de Judiciales, que integra la Dirección General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Salud. La Dirección General tiene dos direcciones: la Dirección de Asuntos Judiciales y la Dirección de Asuntos Legales. Me desempeñé en la Dirección de Asuntos Judiciales hasta la pandemia. Alrededor del mes de septiembre del 2020 me designaron como Directora General de Asuntos Jurídicos, que es el cargo que ejerzo hoy.
En la Dirección de Asuntos Judiciales, como su nombre bien lo indica, lleva adelante todos los juicios contra el Ministerio de Salud y algunos organismos descentralizados, en trámite ante la Jurisdicción Federal de los Tribunales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como de las 24 jurisdicciones del país. En cada una de las Jurisdicciones Federales del resto del país actuamos a través de los delegados que integran el Cuerpo de Abogados de la Procuración del Tesoro de la Nación, porque sino sería imposible. Ahora que es todo tecnológico y electrónico, con el expediente judicial, no habría tanto problema. Pero desde que yo ingresé el expediente siempre fue en papel. Entonces los delegados, por ejemplo en un juicio en Salta o en Chubut, que deben estar matriculados en el Colegio respectivo, actúan por y con expresas instrucciones de los abogados que conforman la Dirección de Asuntos Judiciales. Esa es la parte judicial, que abarca todos los juicios de todas las temáticas en las que está involucrada la Salud y las políticas sanitarias, más allá de actos administrativos de alcance particular, contrataciones, etc.
La Dirección de Asuntos Legales es la que realiza el control de legalidad de todos los actos administrativos que emanan del Ministerio de Salud, tanto de su máxima autoridad, la ministra Carla Vizzotti, como también de los Secretarios de Estado, subsecretarios, etc.. Todo acto administrativo requiere un dictamen previo. Nosotros intervenimos en ese dictamen previo haciendo un control de legalidad, tanto en los actos como también en los Programas que implementan las políticas sanitarias. Esa es la diferencia. En uno es bien contencioso y en otro es más administrativo en cuanto al control de legalidad de la medida. Muchas veces, puede ocurrir que habiendo intervenido la Dirección General a través del dictamen respectivo, el cuestionamiento judicial provoca la inexorable intervención de la Dirección de Asuntos Judiciales
RB: ¿Cuáles son sus actividades cotidianas en el Ministerio?
CR: La competencia primaria y responsable de la Dirección General es justamente emitir los dictámenes jurídicos previos a la emisión de los actos administrativos. La PTN tiene muy bien dicho, Legal y Técnica también, que los dictámenes deben ser emitidos por el Director General. Entonces todo el control de legalidad lo tengo que suscribir yo a través del dictamen jurídico, salvo por alguna razón de urgencia o enfermedad, ahí me subrogan en la firma. Desde el punto de vista de la Dirección de Legales, que es la de los Dictámenes, se analiza jurídicamente la procedencia de la medida y su fundamentación a través de los informes técnicos de las áreas sustantivas. Tanto desde un contrato del programa de residentes, hasta las campañas de vacunación, los programas sanitarios, las contrataciones de insumos médicos, etc. . Todo lo que trabaja el área técnica y sustantiva, son los insumos para elaborar un proyecto de resolución o disposición. Ese proyecto ingresa a la Dirección General a fin de que se emita el dictamen y se controle la legalidad del acto. En la Dirección de Judiciales, los juicios que ingresan se asignan a los abogados, también con el control del Director de Judiciales, y se procede a fiscalizar, instruir, dirigir, controlar, acompañar y armar la estrategia de defensa del Estado Nacional, recurriendo a todas las herramientas procesales y legales.
RB: ¿Cómo está conformado el equipo de trabajo de la Dirección?
CR: Se hallan conformados dos equipos de trabajo, que son el de la Dirección de Asuntos Judiciales y el de la Dirección Asuntos Legales. Dentro de esos dos equipos macros tenemos subdepartamentos. Hay un grupo de abogados que llevan todos los juicios que tramitan en el fuero Civil y Comercial Federal de la Capital Federal y Contencioso Administrativo Federal, que generalmente en ambos fueros, te diría el 90% son amparos de salud,. Son prestaciones que se requieren a través de la vía rápida del amparo, insumos, medicamentos, tratamientos. A veces son requeridos por los particulares al Estado Nacional o también a la Obra Social o entidad de medicina prepaga y al Estado Nacional en forma simultánea. Otro equipo trabaja en lo que es lo contencioso administrativo respecto a políticas sanitarias. Y otro equipo, que es la parte que nosotros llamamos de “Procuración”, que no es la procuración de ir a los tribunales cuando ya nadie va a los Juzgado, a raíz del expediente electrónico, sino que llamamos procuración justamente a las jurisdicciones del interior del país. A todos los juicios que tramitan en fueros federales del interior de todas las provincias.
En legales, también por una cuestión de especialidad, tenemos organizado en departamentos. Un departamento de contrataciones que son los que analizan, elaboran y proyectan todos los dictámenes de los expedientes por los que tramitan las contrataciones del Ministerio de Salud, comprensivas de compra de insumos, tratamientos, equipamientos y servicios para el funcionamiento del Ministerio de Salud.
Otro departamento de sanitarios. El Ministerio es el organismo fiscalizador y habilitante de farmacias, centros médicos, droguerías, sanatorios, etc. Ejerciendo el poder de policía sanitario. También se interviene en aspectos puntuales relacionados con HOSPITALES SAMIC. Otro departamento de relaciones interadministrativas, ya que muchas veces el Ministerio de Salud interactúa con otros Ministerios que integran la APN en políticas conjuntas, se celebran convenios, nosotros participamos en el control de legalidades o a veces también con las jurisdicciones. Entonces, previo a la firma de un convenio o una resolución de alcance general, la Dirección interviene. Otro Departamento de empleo público, que como la palabra lo dice, trata sobre todo las cuestiones, expedientes y tramitaciones de los contratos de empleo público. Y por último un Departamento de alzada, que trata los recursos de Alzada, de los actos administrativos de organismos descentralizados, respecto a los cuales el Ministerio ejerce el control de tutela.
RB: ¿Qué significa ser parte del Cuerpo de Abogados y Abogadas del Estado?
CR: Para mí es medular el tema. Yo hace mucho que ejerzo, egresé de la UBA hace muchos años, y la UBA en aquellos tiempos (hoy creo que ha cambiado), siempre tuvo un perfil más privatista. Egresada de la UBA yo ejercí en forma privada también en el derecho privado, y cuando ingreso en la Administración es todo un mundo distinto. Es incomparable. Si me preguntaran a mí “¿derecho privado o derecho público?”, la diferencia es abismal. Abismal en el sentido del alcance. En el derecho público lo que perseguís es el interés general. El interés general de la población, de todos nosotros. Y en el derecho privado, que no deja de ser importante obviamente, el ámbito de aplicación es interpersonal.
Estado, es formar parte de toda la política, en mi caso de la política sanitaria. Interactuar con otros colegas que integran el Cuerpo, o a veces hasta compartir defensas desde otra mirada (por ejemplo Ministerio de Trabajo, Ministerio de Transporte o Ministerio de Ambiente donde, por supuesto la competencia es propia por la Ley de Ministerios de cada uno, y yo me atengo a la de Salud), pero siempre es como que hay una actividad en conjunto para el bien común, que es el que llega a todos. Creo que sentirnos parte del Cuerpo de Abogados del Estado es formar parte de un equipo de colegas en la que todos y todas compartimos el mismo objetivo encuadrar legal y constitucionalmente el accionar del Estado Nacional . Y es un desafío constante, porque el derecho es mutante y ni que hablar en el COVID. Son desafíos que diariamente, eso es lo que a mí siempre me llama la atención de estar sentada acá, analizar un acto administrativo donde la implicancia es general, eso te abre un abanico de un montón de factores y de aristas a analizar, y no solamente lo sanitario. Eso es lo rico, lo distinto y lo medular, es muy amplio.
RB: ¿Algún hecho particular de relevancia para la sociedad en donde haya tenido que participar el Ministerio?
CR: Yo creo que todo lo que hizo el Ministerio desde que se declaró la emergencia por Covid fue importante, imprescindible para la vida de todos nosotros. En definitiva, creo que la pandemia se mitigó, la mitigamos, entre todos. Al principio cuidados, restricciones, en cuanto a los aislamientos para evitar la propagación del Covid, y después en acceder a uno de los bienes más preciados en la pandemia, que era la vacuna cuando. Trabajar en la provisión, en los expedientes de los contratos de vacuna, el plan estratégico de vacunación por Covid (con las vicisitudes que ha tenido porque primero tuvo un alcance, después fue ampliado), para mí fue un punto bisagra en la profesión, creo que fue bisagra para todos. Fue un desafío porque trabajar contratos donde era necesario un marco legislativo, que no lo teníamos y que lo tuvimos luego, era como un repensar constantemente y siempre teniendo como eje lograr la vacuna para todos nosotros. Eso más que nada desde el punto de vista de la dirección de legales. Desde el punto de vista judicial, que es la otra dirección, hemos batallado en algunas acciones donde han puesto en tela de juicio algunas medidas sanitarias, pero que ninguna ha tenido la importancia o la gravedad de poner en tela de juicio todo el plan de vacunación. Eso también, creo que ha sido y es un desafío.
RB: Esa acción durante la pandemia sin dudas habrá demandado mucho trabajo y despertado un fuerte interés por el trabajo que realiza, desde lo laboral a lo familiar…
CR: Y, a nivel laboral, no hay horarios. Creo que en pandemia no hemos tenido horarios, porque era precisamente una pandemia y había necesidades. No sólo pensemos en la provisión de vacunas donde había todo un expediente por el que tramitaba la contratación, también se trabajó antes en cuanto a las restricciones de ingreso y salida del país, contrataciones de insumos y equipamiento. Voy a contar algo personal pero lo relaciono con mis hijos, me acuerdo que me llaman a último momento, entra a dictamen una resolución. Se acuerdan que primero estaban cerradas las fronteras y después hubo diversas etapas donde previo al cumplimiento de determinados requisitos se podía ingresar. Recuerdo un día donde estalla la guerra de Ucrania, y se analizaba una resolución para permitir el ingreso de los refugiados ucranianos al país, sin que tuvieran el esquema de vacunación completo de acuerdo a lo que en ese momento se estaba requiriendo. Me acuerdo que mis hijos, que están en sexto grado, vienen y me dicen, “mamá, va a venir un compañero ucraniano”, y a mí ahí se me hizo como una transversalización entre la familia, la necesidad de los chicos, y la medida que entraba a dictamen, justamente. Así era todo, porque el trabajo en la pandemia ingresó como un tsunami en la familia. Los chicos estaban en mi casa porque no tenían escuela, pero nosotros estábamos presencial, porque era mucho más fácil e inmediato trabajar acá en forma presencial. Éramos pocos en el Ministerio de Salud, pero las cabezas de los equipos estaban todas. Era mucho más fácil, con la inmediatez y urgencia con que debían dictaminarse los actos y las medidas. La familia me acompañó, y los amigos también. Todos muy expectantes de las medidas sanitarias que la Ministra iba proyectando con todo su equipo.
RB: ¿Qué es para usted defender al Estado?
CR: Para mí, defender al Estado es defender el bien común. En el rol especial que se me ha asignado como Directora general de Asuntos del Ministerio de Salud, defender al Estado es defender las políticas sanitarias porque a través de ella se preservan los derechos humanos. Entonces, en definitiva es defender a la salud de la persona como derecho humano en la política sanitaria y a rechazar todo aquello que sea contrario a su implementación. Es un poco esa mirada macroscópica, que no se agota en un interés.
RB: ¿Cómo se puede pensar un piso de acuerdos, pensando en las distintas gestiones que van pasando en el Estado, para esa defensa del interés común pensado desde la Salud?
CR: Yo me inclino a pensar, y esto es muy personal, que las políticas sanitarias tienen que respetar y concretar el derecho a la salud de todos, en un aspecto que no descuide totalmente el interés general. Donde no se lo ponga en riesgo, lo que a veces no es fácil porque hay pretensiones que todavía a lo mejor no forman parte de una política sanitaria, y se dictan medidas cautelares que debemos cumplir por el derecho a la salud, el Estado Nacional se ha comprometido a través de la suscripción de tratados internacionales a garantizarlo. De ahí entonces me parece que siempre hay que construir políticas que tiendan a garantizar esos derechos y con una medida de alcance general. O sea, que podamos llegar a todos. Desde mi experiencia, han sido muchos los logros a través de programas que han satisfecho necesidades de salud de la población. Desde las que tratan directamente enfermedades específicas hasta salud sexual y reproductiva.
A mí me parece que lo que retrotrae al Estado es la desactivación muchas veces de programas. Se pueden reformular los programas, modificar, porque también los programas se tienen que ajustar a las necesidades imperantes. Pero siempre tratar desde lo público y desde los otros subsectores como son obras sociales, empresas de medicina prepaga, que la salud de la población esté cubierta. O sea, que siempre sea progresiva. Porque cualquier medida que atenta contra ello estaría lesionando el principio de progresividad. También, en cuanto a los cambios de gestiones, o sin ser cambios de gestiones (porque puede haber cambios en la autoridad máxima sin ser un cambio de gestión, como ha sucedido), que siempre haya un hilo conductor del Estado Nacional. El Estado Nacional es uno solo, y somos continuadores de sus políticas., debiendo siempre acompañar a las necesidades de la población, garantizando el acceso a la salud y en definitiva su bienestar.
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