Por: Redacción Broquel
Entrevista a Aníbal Hnatiuk, Presidente del organismo que realiza una profunda tarea de asistencia, concentrada en la inclusión social y laboral de las personas que se encuentran o han estado privadas de su libertad. “Hemos desarrollado el Programa “Más trabajo menos reincidencia”, que estimula la creación de puestos laborales a través de la articulación con municipios, cooperativas y organizaciones de la sociedad civil, al mismo tiempo que busca fortalecer el acceso a la terminalidad educativa”.
RB: ¿Cuál es la misión del Patronato y cuáles son sus funciones?
Aníbal Hnatiuk*: El Patronato de Liberados Bonaerense es un ente autárquico encargado de la supervisión, la asistencia y el tratamiento de aquellas personas que por disposición judicial deben cumplir un período de la pena en libertad. Es así que esto incluye a aquellas personas que efectivamente cumplieron parte de la condena en la cárcel y accedieron a una libertad condicional o una libertad asistida. En este universo también se contemplan todas aquellas personas que se encuentran cumpliendo con una suspensión de juicio a prueba o una pena de ejecución condicional. A su vez, el organismo también lleva adelante la asistencia y supervisión de una parte de los arrestos domiciliarios que se dictan en la provincia. Para el desarrollo de estas tareas el organismo cuenta con una importante distribución territorial, organizada a partir de 10 regiones, 66 delegaciones y más de 180 oficinas de atención. La planta de trabajadoras y trabajadores está compuesta en su mayor parte por profesionales del Trabajo Social y en menor medida de la psicología.
RB: ¿Qué acciones llevan adelante?
El Patronato de Liberados hace una profunda tarea de asistencia, concentrada en la inclusión social y laboral de las personas. En ese marco hemos desarrollado el Programa “Más trabajo menos reincidencia” que lleva adelante el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires. Dicho programa estimula la creación de puestos laborales a través de la articulación con municipios, cooperativas y organizaciones de la sociedad civil, al mismo tiempo que busca fortalecer el acceso a la terminalidad educativa (ya sea primaria, secundaria y/o universitaria). Otro de los aspectos fundamentales del programa es el acceso a la documentación, por lo que se desarrollan operativos para la tramitación de DNI tanto en las unidades penitenciarias de la Provincia como en las delegaciones del organismo. De esta manera, el programa desarrolla distintas líneas de intervención para reducir la reincidencia y construir una sociedad más justa y más segura.
Otro de los aspectos más importantes del trabajo del organismo consiste en el desarrollo de dispositivos de intervención colectiva donde se abordan distintas problemáticas. Uno de ellos son los dispositivos de “Nuevas Masculinidades” que fueron lanzados la semana pasada con la presencia del ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, Julio Alak; la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta; la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia, Estela Díaz; y el presidente del organismo, Aníbal Hnatiuk. Dichos dispositivos trabajan con varones que han ejercido violencia de género y fueron condenados por el Poder Judicial con el objetivo de aprender nuevas formas de ejercer la masculinidad en grupos de discusión y con la supervisión de equipos interdisciplinarios. Por otro lado, se está elaborando una propuesta para replicar estos modelos de abordajes para aquellas personas que son derivadas al organismo a razón de algún tipo de consumo problemático.
RB: ¿Cómo se enfrenta el discurso estigmatizante que muchas veces se construye sobre quienes han sido privados de su libertad?
En primer lugar, desde que asumimos la gestión del organismo y a partir de una perspectiva política que entiende a las personas como sujetos y sujetas de derecho, hemos decidido fortalecer el trabajo de inclusión social del organismo. Eso significa apoyar la creación de proyectos productivos que se llevan adelante de forma colectiva, apoyándonos en la articulación con organizaciones sociales y cooperativas que hacen del hecho de ser integradas por personas liberadas como un eje identitario. Como en los ‘90 fueron los movimientos piqueteros, hoy existe un nuevo sujeto que surge al calor de cierta discriminación y marginación de la sociedad. Hoy hay cada vez más referentes y referentas que han estado privados de su libertad no solo organizan a personas con las que comparten ese tipo de experiencia, sino que también hacen un trabajo territorial muy importante de concientización para que las/os jóvenes no terminen cayendo en el mundo del delito. En ese sentido, el organismo busca fortalecer esas experiencias organizativas a través de la entrega de maquinarias y el acceso a programas estatales para generar proyectos productivos. Son ese tipo de experiencias las que permiten crear nuevos sentidos comunes que permitan pensar que las personas que han estado privadas de su libertad eligen organizarse para “no volver nunca a la cárcel” (como ellos mismos dicen textualmente) y que su asistencia es efectivamente una política de seguridad para evitar la reincidencia.
Por otro lado, esta política es desarrollada por muchos municipios que deciden trabajar esta problemática. Algunos, como el de Lomas de Zamora y Morón han desarrollado áreas de gobierno que se dedican exclusivamente a la asistencia y al acompañamiento en el territorio de sus vecinos y vecinas que han estado o están en conflicto con la ley penal, entendiendo esas iniciativas como parte de la construcción de una seguridad democrática. El Patronato de Liberados busca, además de acompañar con políticas y programas concretos estas iniciativas, visibilizar estas experiencias a través la producción de contenidos que muestren estas historias de vida. De esta manera se busca desandar la estigmatización sobre aquellas personas que han atravesado la experiencia de la privación de su libertad, buscando que dejen de ser solo una persona con antecedentes a ser un sujeto político que se organiza para fortalecer su inclusión social y laboral.
RB: ¿Cuántas personas se encuentran dentro del accionar del Patronato? ¿Tienen alguna estadística sociocultural de las mismas?
A abril de 2021, el Patronato de Liberados Bonaerense cuenta con 33 mil personas bajo supervisión, de las cuales el 65% se encuentra cumpliendo medidas de ejecución no penitenciaria. En la mayor parte de las personas encontramos un contexto de importante vulnerabilidad, vinculada a la falta de acceso a la formación educativa, al trabajo formal, así como a diferentes prestaciones sociales.
RB: Antes mencionaba el dispositivo “Nuevas masculinidades”, ¿de qué trata y cómo será llevado adelante?
Como ya comentamos anteriormente, se trata de dispositivos que trabajan con varones que han ejercido violencia de género y fueron condenados por la Justicia con el objetivo de aprender nuevas formas de ejercer la masculinidad en grupos de discusión y con la supervisión de equipos interdisciplinarios. Los equipos de trabajo de estos dispositivos son de tres personas y están integrados siempre por un profesional de la Psicología y otro del Trabajo Social, donde desarrollan roles de moderadores del grupo y observadores. Estos dispositivos pueden tener una frecuencia semanal o quincenal y en cada uno de los encuentros se busca reflexionar sobre distintos ámbitos donde se expresa el patriarcado, buscando problematizarlos y generar reflexiones que permitan cambiar el comportamiento y las formas de relacionar que estos varones que han ejercido violencia llevan adelante. Al mismo tiempo, el equipo interdisciplinario lleva adelante entrevistas de admisión a los dispositivos y acompañamientos individualizados.
En diciembre de 2019 el organismo contaba con 7 de estos dispositivos y en la actualidad se desarrollan dispositivos en más de 40 municipios de la Provincia de Buenos Aires. Actualmente se está trabajando en la perspectiva de fortalecer estos equipos y replicar estas experiencias en distintos territorios a través de la incorporación de nuevo personal. Como también señalábamos cuando hablábamos de la inclusión social de las personas en conflicto con la ley penal, la articulación con las áreas de género de los distintos municipios es fundamental para reforzar la intervención territorial que el Estado desarrolla en cada uno de los barrios de la Provincia. Esta iniciativa es realmente importante porque viene a sumarse a las que ya venían desarrollándose para combatir la violencia de género: es una de las pocas experiencias que busca trabajar con el victimario. Por lo tanto, viene a complementar ese trabajo. Al mismo tiempo, al tratarse de una iniciativa tan innovadora, es fundamental la constante capacitación y supervisión sobre estos dispositivos, que será llevada adelante por las facultades de Trabajo Social, Psicología y Periodismo de la Universidad Nacional de la Plata y el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires.
* Abogado y Magíster en Derechos Humanos (UNLP). Docente de Teoría del Estado en la Facultad de Trabajo Social de la UNLP. Trabajó 14 años en la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y fue secretario de la Defensoría de Casación bonaerense. Participó como abogado querellante en causas por delitos de lesa humanidad. Integró diversas organizaciones de derechos humanos, sociales y estudiantiles.
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