Por: Victoria Tesoriero*
“Si bien existen diferentes identidades de género, este avance es lo que se puede lograr en este momento histórico, resultando la medida progresiva en relación a lo que existía hasta hoy, supera las categorías M-F y reconoce que no son las únicas. Los documentos de identidad no deberían consignar la categoría sexo, porque como dijo el presidente Alberto Fernández, no interesa al Estado conocer esa variable. Deberíamos caminar hacia un mundo donde la identidad de género no sea una variable pertinente, ni mucho menos discriminatoria”.
Con la publicación del decreto 476/2021, Argentina se consolida como país de avanzada en derechos de género, convirtiéndose en el primer país de América Latina en avanzar en el reconocimiento documental de identidades no binaries, aquellas personas que no se sienten ni mujeres ni varones.
Hoy Argentina se suma a otros países que han avanzado en este sentido: Australia, Canadá u Holanda. En 2019 cuando el Frente de Todos llegó al gobierno, nos encontramos en el Ministerio del Interior con una situación sin resolver: personas que reclamaban al Estado el reconocimiento de su identidad por fuera del binomio masculino-femenino. Algunas de esas personas habían judicializado la situación. Había personas con partida de nacimiento rectificada con sexo no binario, acorde a la Ley 26.743, cuyo DNI debía contemplar su verdadera identidad y que no habían tenido otra opción.
Con absoluto apoyo del ministro Eduardo “Wado” de Pedro, que es además una persona sensible a la lucha por el reconocimiento de la identidad, inmediatamente nos pusimos a investigar si había otras políticas en otros países y encontramos algunos países que habían agregado un tercer casillero. Junto al equipo de Renaper bajo la dirección de Santiago Rodríguez, buscamos antecedentes y estudiamos cuáles eran las posibilidades para realizar el cambio en nuestro país, cuyo documento de identidad tiene una peculiaridad: es también documento de viaje, permite a la ciudadanía poder circular por los países del MERCOSUR sin tener que tramitar el Pasaporte, un documento mucho más caro y por lo tanto, menos accesible. Al ser documento de viaje su forma y campos quedan regulados bajo las normas de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) plasmadas en el documento número 9303. En estos casos, la OACI contempla la adhesión de un tercer casillero, con la letra X. La medida contempla queen la partida puede figurar mujer y en ese caso se consigna femenino “F” en el DNI. Si figura varón, se consigna la “M” en el DNI. Y puede figurar otra identidad, todo lo que no sea M o F se consignará como “X” en el DNI. Con esta medida será necesario que todos los organismos estatales adapten sus sistemas en un lapso de no más de 180 días.
Si bien existen diferentes identidades de género, este avance es lo que se puede lograr en este momento histórico, resultando la medida progresiva en relación a lo que existía hasta hoy, supera las categorías M-F y reconoce que no son las únicas. Los documentos de identidad no deberían consignar la categoría sexo, porque como dijo el presidente Alberto Fernández, no interesa al Estado conocer esa variable. Deberíamos caminar hacia un mundo donde la identidad de género no sea una variable pertinente, ni mucho menos discriminatoria. Las normas de la OACI tenderían hacia ese horizonte, pero en el mediano o largo plazo.
Con esta medida, el Estado argentino retoma el camino de la reparación que nos llevó a ser pioneros en el mundo sancionando e implementando leyes como la de identidad de género, matrimonio igualitario y cupo laboral travesti-trans.
Es una lucha histórica, iniciada por el colectivo travesti, por el reconocimiento de las identidades que están por fuera del binario y que cambia las vidas de forma cotidiana y concreta: en las instituciones educativas, en los bancos, en contratos de alquiler o seguros laborales.
En definitiva, en el reconocimiento a la identidad se encuentra la decisión política de avanzar desde el Estado hacia el acceso integral y la garantía de los derechos para las personas no binaries.
* Subsecretaria de Asuntos Políticos de la Nación, Socióloga feminista, Doctoranda UBA Sociales
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