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Remodelación de la casa de la Procuración del Tesoro

En esta nota la Arquitecta Patricia García Castro nos cuenta los pormenores de las obras que en 1994 le devolvieron al histórico edificio de la calle Posadas 1641 su antigua belleza.  

Por: Patricia García Castro*

El edificio, un poco de historia

Diseñada por el Arq. Alejandro Bustillo en 1920 a pedido de su tía, Angélica Guerrico de Fernández, se construyó en 1922 la primera casa de renta de la ciudad, ubicada en el barrio de La Recoleta. Consta de 1 subsuelo, PB y 3 pisos con un total de 2050 m2. cubiertos. En la parte posterior del terreno hay un amplio patio y un segundo edificio que contenía las cocheras y la vivienda del portero.

La señora de Fernández se instaló con su familia en el departamento del 1° piso y alquiló los otros 3 departamentos. Cada departamento contaba con una gran sala con chimenea, un importante comedor y el dormitorio principal en suite sobre el frente; 4 dormitorios y dos baños completos, cocina con office lavadero y cuarto de plancha completaban la planta. Contaba con calefacción central por radiadores en todos los ambientes, incluidos los halles de cada piso. Además, en el subsuelo, cada departamento poseía una dependencia de servicio, y un baño.

En sus fachadas, tanto en el frente como en el contrafrente, se reconoce la mano del gran arquitecto argentino de la época. Sobre las puertas ventana de los balcones del 1° piso, coronando sus dinteles, se puede la talla de sendas caras, lo que le valió el apodo de la “Casa de las Caritas”.

En 1971 la entonces Secretaría de Justicia de la Nación la compró para la Procuración del Tesoro de la Nación. En ese momento se realizó una obra de adecuación para convertir la casa en un edificio apto para oficinas. De esa época data la Biblioteca del Organismo ubicada en el 3° piso del edificio, que este año cumple 50 años.

Decisión política y creatividad al servicio de restaurar el patrimonio cultural. Convenio entre el Ministerio de Justicia y el Fondo de Desempleo

Pasaron los años, el correr del tiempo y un bajo presupuesto para su mantenimiento, produjeron un gran deterioro del edificio y sus instalaciones.

En 1994, el entonces Procurador del Tesoro, Rodolfo Alejandro Díaz, reconoció el valor arquitectónico del edificio y se propuso refaccionarlo y ponerlo en valor. El objetivo era reconstruir el edificio en su originalidad, dentro de lo posible. Para ello ideó una forma muy creativa para costear las obras.

El Dr. Díaz había sido Ministro de Trabajo de la Nación en la primera presidencia del Dr. Carlos Menem y conocía la existencia del Fondo de Desempleo que funcionaba en esa cartera. Mediante negociaciones con el responsable de dicho Fondo, se acordó seleccionar entre sus inscriptos el personal necesario para las obras. Los sueldos y las cargas sociales correrían por cuenta del Fondo según las liquidaciones de sueldos que le remitiera la Procuración.

Restaba conseguir los fondos para la adquisición de materiales, herramientas, maquinarias, etc para la realización de la refacción del edificio. El Dr. Díaz expuso la idea al Ministro de Justicia y acordaron que el Ministerio, a través de uno de sus Entes Cooperadores, proveería los fondos para la compra y/o alquiler de maquinarias, herramientas, andamios, materiales y todo otro elemento necesario.

Selección del personal

El Director de Coordinación Administrativa, Dr. Fernando Páez Montero, se hizo cargo de la supervisión general del proyecto. Se encomendó a quien suscribe, Arq. Patricia García Castro, la dirección técnica de la obra, la Dra. María José Rodríguez y el Dr. Eduardo Mauri, ambos de la Dirección Nacional de Dictámenes, tenían a su cargo la asesoría legal correspondiente y la Contadora María Rosa Falduto, de la Dirección Nacional de Auditoría, asumió la parte contable y las señoras Patricia Chavez, María del Carmen Bernat, Norma Saavedra y la Dra. Lucila Gineste colaboraron con los trámites administrativos. Todos los fletes fueron realizados por Personal del Despacho de la Procuración del Tesoro, los señores Raúl Saavedra y Gabriel Carletti.

La Procuración remitió al Fondo de Desempleo el listado de personal que se requería para los trabajos, desde un arquitecto para la conducción del personal y supervisión de la obra, hasta sanitaristas, plomeros, electricistas, albañiles, yeseros, carpinteros, pintores, etc. Se seleccionaron oficiales y ayudantes para cada uno de los rubros. El Fondo seleccionó de sus registros personas capacitadas, las que fueron entrevistadas en varias sesiones de selección.

Compra y contratación de materiales, herramientas, maquinarias y otros enseres

Se realizó un anteproyecto que sirvió para la elaboración del cómputo preliminar de materiales, maquinarias y herramientas necesarios. Se asignaron fondos de los Entes Cooperadores del Ministerio de Justicia, los que se renovaban contra la rendición de las facturas correspondientes.

Al contar con dinero en efectivo se pudieron hacer compras y contrataciones a muy buenos precios. El flujo de fondos fue constante, no hubo demoras en la reposición del dinero gastado y en ningún momento se pusieron obstáculos para las compras. Por otra parte, todas las rendiciones se hicieron puntualmente, en detalle y con el respaldo de todas las facturas.

La Obra

La refacción alcanzó a todo el edificio, incluido el anexo del fondo, el que se refaccionó para albergar oficinas y un taller para mantenimiento. Además, a raíz de la obra, se repensaron los espacios de las distintas Áreas y Direcciones. Todo esto significó muchas incomodidades ya que, para liberar un piso para los trabajos, el personal tenía que reubicarse en otras zonas del edificio. Hasta el Área Procurador fue trasladada a la PB mientras se remodelaban sus oficinas.

Además, las obras afectaron escaleras, pasillos, baños, etc. en fin, TODO. Los tiempos se alargaban porque al avanzar en los trabajos aparecían nuevos inconvenientes con infraestructura a reparar. Cielorrasos de yeso enteros se rehicieron con sus molduras originales. Se rehicieron molduras, se repararon pisos de mosaico y mármol antiguos, se acondicionaron las carpinterías de madera originales con sus respectivos herrajes de bronce. Se trabajó también sobre la instalación sanitaria, se cambiaron montantes y cañerías de distribución, los desagües cloacales y pluviales; se remo se remodelaron los baños de todo el edificio, con sus griferías y artefactos. Se realizó el cambio de toda la instalación eléctrica, tableros, cables, llaves e interruptores y la iluminación de todo el edificio en su interior y exterior. En 1 año y medio todo el edificio estaba refaccionado y remodelado a fondo

Finalizados los trabajos el Dr. Díaz encomendó la presentación de un proyecto de Ley a la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para su catalogación como Edificio de interés cultural de la Ciudad.

* Asesora técnica – Dirección de Coordinación Técnica y Administrativa – Procuración del Tesoro

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