Por Redacción Broquel
Florencia Timonin trabaja en la Administración Pública desde hace 22 años. Es Directora General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Transporte desde diciembre de 2021 y se desenvolvió en varios organismos a lo largo de su trayectoria. En diálogo con Broquel, contó qué es para ella ser una abogada que defiende al Estado, explicó los motivos por los que considera importante que en las universidades se enseñe derecho público y detalló algunas de las particularidades del sitio en el que trabaja.
Revista Broquel: ¿Desde cuándo ocupa su cargo actual?
Florencia Timonin: Llevo casi un año en el Ministerio de Transporte. Previamente, fui Gerente de Asuntos Jurídicos de SOFSE (Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado) entre 2013 y febrero de 2016; luego volví al Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, donde estuve como Subdirectora General de Asuntos Jurídicos y Directora de Normativas Especiales; y en 2020, además de haber sido mamá, tuve el cargo Directora General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
RB: ¿Cuáles son sus actividades en la Dirección?
FT: Por un lado, y como parte del Cuerpo, con mi equipo tenemos a cargo el ejercicio de la defensa del Estado en juicio. Llevamos más de 650 juicios, con mayores y menores complejidades, dada la materia. Tenemos el área de dictámenes, que también es toda la actividad preventiva de legalidad que ejerce el Cuerpo, y un área que usamos más para coordinación o articulación con las áreas sustantivas.
RB: ¿Cómo es su día de trabajo?
FT: Empieza y termina a cualquier hora, dependiendo de las actividades. Actualmente, la litigiosidad es bastante alta, con lo cual nos lleva mucho tiempo el ejercicio de la defensa. Depende mucho de los requerimientos de las áreas sustantivas. Siempre tuve la concepción de que el Cuerpo de Abogados del Estado, y básicamente el rol del Director General, tiene que ver con la articulación de las cuestiones técnico-jurídicas con las necesidades y requerimientos de los funcionarios y políticos. Eso insume mucho tiempo.
RB: ¿Cómo está conformado su equipo de trabajo?
FT: Está dividido en tres áreas. En primer lugar, la de judiciales, que hace la representación, donde la mayoría de sus integrantes son abogados, aunque también es muy importante la asistencia de los administrativos y de la gente que tiene la memoria histórica del organismo. Por otro lado, tenemos el área de dictámenes, que está dividida en distintos sectores según la materia. El Ministerio de Transporte tiene la particularidad de tener muchas áreas muy técnicas, entonces hay que dividirlas porque la cantidad de información y sectores involucrados es alta y requiere conocimiento específico. Por último, está el área de articulación, que tiene que ver con recolectar información y dar respuestas que quizás no son tan formales, pero que son de asistencia a las áreas sustantivas, y también para las áreas de dictámenes y judiciales.
RB: ¿Cuáles son las particularidades de su trabajo en el Ministerio de Transporte?
FT: El Ministerio tiene muchos organismos descentralizados y muchas sociedades que están bajo su órbita. Y, por supuesto, su propia materia: la regulación del transporte terrestre, ferroviario, aéreo o de las vías navegables. Cada uno de esos sectores tiene sus complejidades. Hay que conocer la evolución histórica de las normativas, dónde están parados, cómo surgen las regulaciones y cómo resolver los problemas jurídicos que se plantean. Dentro del Ministerio tenés áreas que se dedican a un medio en específico y, a diferencia de otros sitios, aquí es todo un poco más complejo.
RB: De hecho, en Transporte se determina la manera en la que la gente se traslada.
FT: Una de las características fundamentales de este Ministerio es que estás trabajando en materia regulatoria de servicios públicos que trabajan 24/7. Uno presta el servicio de manera continua y regular, con todas las características de un servicio público. A diferencia de lo que sucede en el ámbito judicial o legislativo, la particularidad de la administración es la constancia.
RB: ¿Qué importancia le atribuye a la formación profesional que puedan llegar a tener las/os integrantes del CAE?
FT: Que la imparta la misma administración es indispensable. El rol de la ECAE es fundamental, sobre todo para homogeneizar el diálogo. Uno sabe que cuando los profesionales pasan por la ECAE van a tener una interlocución y van a hablar el mismo idioma. Te ahorra un montón de tiempo. De hecho, a principio de año le pedimos a la ECAE que nos ayude a capacitar a los abogados de judiciales, que por ahí eran muy jóvenes y no tenían tanta experiencia en recursos extraordinarios, de queja, etc. Son materias muy complejas que requieren de mucha experiencia, por lo que le pedimos especialmente a la Escuela que nos dé una mano.
RB: ¿Qué significa integrar el CAE?
FT: Un gran orgullo. El ejercicio de la defensa y asistencia del Estado en un rol de servidora pública siempre fue lo que ha motorizado mi carrera profesional. Es por eso que decidí no ir a otros lugares. Siempre le puse foco a esa voluntad del ejercicio público. También soy docente en la Universidad pública, en la Facultad de Derecho de la UBA. Gracias a la posibilidad que me dio el doctor Fernando García Pulles, integro un equipo que está hace 6 años dando una materia que se llama abogacía estatal, pensando que desde la universidad tiene que hablarse de la abogacía pública, cosa que no siempre sucede porque suele primar una visión más cercana a la del derecho privado, cuando en realidad podríamos ver al derecho público en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Hay que trabajar más en materias interdisciplinarias que ofrezcan respuestas a los nuevos desafíos de la realidad, porque para dar respuestas a los problemas del derecho público no alcanza con el derecho.
RB: ¿Qué es para usted ser una abogada que defiende al Estado?
FT: Es tener una gran responsabilidad y es algo que me llena de satisfacción. El abogado del Estado tiene que entender el rol que ocupa para la defensa de los intereses colectivos. No es una tarea que pueda tomarse a la ligera.
RB: En todos estos años en los que integró diferentes organismos, ¿cuáles fueron los hechos más relevantes en los que le tocó intervenir?
FT: El tener que haber armado el servicio jurídico de la Operadora Ferroviaria fue un desafío muy grande, porque en el año 2013 esa área no estaba conformada como para atender la demanda que generó la estatización de los servicios de transporte ferroviario de pasajeros. Fue una gran satisfacción. Por otro lado, como temática siempre me gustó lo electoral. Fueron muchos años trabajando con el doctor Amaro cuestiones del Ministerio del Interior. Tengo mi corazón ahí. Ojo, ¡me encanta Transporte! Son grandes temas que uno no ve en otros ámbitos. Cuando uno tiene la oportunidad de ser parte de la gestión, eso te genera una adrenalina única, y no siempre todos los abogados que participan de la cadena pueden vislumbrar la trascendencia de lo que se está haciendo en ese momento. Por eso es importante hacer partícipes a todos los que están involucrados en el proceso, valorarlos, transmitirles y demostrarles que todos somos importantes en la cadena de toma de decisiones. En definitiva, somos un “cuerpo” que se construye y funciona porque todos hacemos nuestra parte.
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