Por Redacción Broquel
Recuperar la historia es una manera de construir el futuro, si sabemos buscar en esos datos y memorias que encontramos, los posibles caminos que el pasado pudo dar. En el caso del Cuerpo de Abogados y Abogadas del Estado, su fundación va de la mano de un momento iniciático en nuestro país: el primer Plan Quinquenal que presentó Juan Domingo Perón a pocos meses de asumir su primera presidencia. Entrecruzar ambos sucesos nos permite reconstruir lo que quiso ser, lo que pudo ser, lo que debe ser, el CAE.
Por eso encaramos una labor importante de búsqueda por las hemerotecas del Congreso de la Nación y de la Biblioteca Nacional, porque en los periódicos de la época pudimos hallar aquellos detalles que luego el tiempo fue perdiendo en su inmensidad. Lo mismo sucedió al volver al debate parlamentario de la ley de creación del CAE o al decreto reglamentario, donde pudimos encontrar una cabal idea de lo que se buscaba con este nuevo Cuerpo.
Pero también nos encontramos con esos detalles en la labor de todos los días de quienes desde el Cuerpo de Abogados y Abogadas del Estado encaran las tareas de asesoría y defensa del interés nacional. Para ello entrevistamos a algunas/os de sus integrantes, quienes nos cuentan de la responsabilidad y del orgullo que significa pertenecer al CAE.
Porque es en el hacer diario desde donde se va construyendo esa pertenencia al Cuerpo, adquiriendo nuevos conocimientos a partir de la formación continua que la ECAE les brinda, pero también en la experiencia en la administración pública que se vuelve formativa.
Esta edición especial de Broquel acompaña los festejos por el 75º Aniversario del CAE, que busca brindar herramientas que sumen a la integración y profesionalización del Cuerpo. Pero intentando además hacer resurgir las experiencias y anhelos de quienes lo integran, porque entendemos que será desde allí que podremos entre todas y todos revitalizarlo. Partiendo de la importancia fundamental que tiene el CAE, aportamos un conjunto de notas y entrevistas que le dan un rostro, una historia, un sentido de pertenencia a ese Cuerpo.
Se trata de una invitación a pensar la historia desde el Cuerpo de Abogados y Abogadas del Estado, que en 75 años ha visto encumbrarse en la gestión pública a diferentes (y muchas veces antagónicos) modelos de sociedad y de país. Quizás así podamos contribuir a consolidar bases formales y duraderas de lo que deben ser el asesoramiento jurídico del Estado y la defensa de los intereses nacionales. Porque estas tareas, que le son encomendadas a la Procuración del Tesoro de la Nación y con su dirección a todo el CAE, son por mucho de las más importantes y trascendentes de la Administración Pública. Que el recuerdo del surgimiento del Cuerpo nos permita construir, en definitiva, el consenso de lo que el CAE puede y debe ser en una Argentina que, de cara al futuro, decida ser cada día más soberana e igualitaria.
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