Entrevista a Raúl Kulichevsky, Director Ejecutivo y Técnico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales. “En resultados económicos, las estadísticas mundiales demuestran que vos sextuplicas la inversión que un país hace en el sector satelital”.
Por Juan Manuel Ciucci
Revista Broquel: ¿Cómo surge la CONAE, cuál es su función para quien no la conozca?
Raúl Kulichevsky: La CONAE nace en el año 1991 y básicamente funcionamos como la agencia espacial de la Argentina, tenemos como misión definir un plan de desarrollo satelital para la República Argentina. Pero también un plan de desarrollo de las actividades espaciales en el país, que significa no solamente hacer un satélite, sino tener una infraestructura adecuada, poder controlar los satélites, bajar la información que generan, procesarla, distribuirla adecuadamente. Como así también cuestiones que tienen que ver con recomendar determinadas legislaciones, marcos normativos, y la parte educativa. Entonces, básicamente a partir del año 1994, la CONAE le propone por primera vez al Poder Ejecutivo el Plan Nacional Espacial, donde se definen las actividades que desde la CONAE se van a desarrollar en relación a esa promoción de las actividades espaciales en el país para los siguientes diez años. Ese Plan Nacional Espacial se revisa periódicamente, pero es lo que de alguna manera marca la política del sector espacial en la Argentina.
RB: ¿Qué aplicaciones tiene esta política del sector espacial en nuestro país?
RK: Por un lado, podríamos hacer una primera gran división que tiene que ver con beneficios netamente económicos o que son fáciles de monetizar, y beneficios sociales que no siempre es fácil de llevarlos hacia lo económico, pero que uno no puede dejar de soslayar.
Dentro de los beneficios económicos, te voy a mencionar unos pocos porque son muchos más. Damos información satelital para el apoyo de la producción agropecuaria: generamos mapas de humedad del suelo que les sirven a los productores agropecuarios para definir los mejores momentos para realizar determinadas actividades, como pueden ser la cosecha, la aplicación de fertilizantes, etcétera. Por otro lado, generamos una serie de mapas donde se hacen proyecciones sobre cómo van a ser las producciones agropecuarias del país para distintos tipos de cultivos y, de alguna manera eso le sirve al Ministerio de Economía para tener una idea de cuánto va a ser la contribución de la producción agropecuaria a la economía del país. Dentro de esos mapas de humedad de suelo, por ejemplo, ahora estamos desarrollando una aplicación que tiene que ver con la explotación de los salares del litio. Hoy el litio es sin duda una de las explotaciones mineras más prometedoras para el país en el futuro. Entonces, desde la parte satelital vamos a colaborar para que esa explotación de los salares sea de alguna manera más sencilla y eficiente. Eso, por ejemplo, lo estamos trabajando con la gente de ITEC.
También entregamos información satelital, junto con el Ministerio del Interior, a las agencias de recaudación y a los municipios que hacen toda la parte de impuestos inmobiliarios donde pueden corroborar efectivamente las declaraciones juradas de los contribuyentes, utilizando información satelital. Colaboramos con organismos como la Prefectura y la Armada en la lucha contra la pesca ilegal en el Mar Argentino. Y a través de una empresa de mayoría accionaria de la CONAE, a partir de desarrollar detonadores para la separación de etapas del vehículo lanzador, hoy están desarrollando detonadores para la industria del petróleo y del gas, que puedan ser utilizados en Vaca Muerta. Después está toda la parte del derrame que a partir de los trabajos que llevamos adelante en CONAE con pequeñas y medianas empresas, adquieren determinados conocimientos y capacidades tecnológicas de muy alto nivel. Y solamente para mencionar, la más obvia es INVAP, con las posibilidades de crecimiento y exportación a partir de distintos trabajos que han desarrollado para CONAE, como también, por ejemplo, una pyme cordobesa que se llama Valthe, que trabaja con nosotros en la parte de acceso al espacio y que hoy se está presentando a una licitación para ofrecer determinados productos en Brasil.
Y luego está toda la parte social, donde trabajamos muchísimo en todo lo que es el área educativa, la formación de recursos humanos desde chicos de escuelas secundarias hasta cursos de posgrados junto con universidades. Trabajamos colaborando con los distintos organismos del país en lo que es la parte de gestión de emergencias, incendios, inundaciones. Entre muchas otras actividades, como por ejemplo hace poco realizamos un monitoreo de la calidad de agua en Embalse en Córdoba, agua que después se utiliza para la parte del consumo humano. Entonces hacemos monitoreo satelital para tratar de detectar determinadas plagas o bacterias que se reproducen en el agua y que puedan tener un impacto en lo que es la salud de la población. Y así te podría mencionar muchas otras aplicaciones del trabajo que realizamos.
RB: En la página vemos además servicios que puede consultar la población en general…
RK: Sí, por supuesto, todas las imágenes que nosotros brindamos a partir de nuestro satélite SAOCOM son absolutamente gratuitas, como la mayoría de la información que nosotros tenemos en nuestros portales. Son accesibles para todo el mundo, pero también promocionamos la posibilidad de que distintas empresas del país que se dedican a la parte de desarrollo de servicios a partir de información satelital puedan tener la información de los satélites SAOCOM de manera absolutamente gratuita. Porque, en definitiva, estos satélites son de la Argentina, se hicieron con dinero público de toda la población, entonces los beneficios tenemos que tratar de derramarlos de la mejor manera posible hacia todo el sector, ya sea la parte de gobierno como la parte del sector privado.
RB: Un hito que se llevó adelante el año pasado, a 40 años de inicio del conflicto Bélico en Malvinas, fue el desarrollo del mapa satelital de las islas.
RK: Efectivamente, todo esto que he mencionado antes también tiene que ver con la soberanía nacional. Vos mencionaste ese mapa que hicimos junto con la gente del IGN sobre las Islas Malvinas, que la verdad estamos muy orgullosas de ese trabajo. Pero también, por ejemplo, damos asistencia a la navegación del Rompehielos Irizar cuando hace las campañas antárticas, brindando información satelital que les permita una mejor navegación. Y como comenté, también colaboramos con todo lo que tiene que ver con la pesca ilegal y la protección de nuestro Mar Argentino. O sea, que todos esos asuntos que también están íntimamente relacionados con las cuestiones soberanas de nuestro país, son parte de los trabajos que llevamos adelante.
RB: Pensando un poco en las asociaciones que lleva adelante la CONAE, hace poco tuvimos la visita de una alta autoridad de la NASA, ¿qué nos puede comentar de esto?
RK: La visita del Administrador de la NASA, Bill Nelson, de alguna manera le da continuidad a una sociedad que con ellos tenemos prácticamente desde la creación de la CONAE misma. La NASA ha sido uno de los principales socios que CONAE ha tenido. Tuvimos cuatro misiones satelitales desarrolladas en conjunto con la NASA, junto con otras agencias espaciales, porque también siempre ha sido una política de la CONAE la integración internacional y la relación entre agencias espaciales de una manera colaborativa. Entonces, con la NASA tenemos una grandísima tradición de colaboración y esta visita de su administrador a nuestro país hace tres semanas atrás lo que nos va a permitir es potenciar esa colaboración y seguir profundizando las posibilidades del trabajo conjunto.
RB: En ese sentido también ¿qué nos puede mencionar del proyecto de un satélite meteorológico para América Latina?
RK: El proyecto del satélite meteorológico nace a partir de una inquietud de los organismos de servicios meteorológicos e hidro meteorológicos de la región Sudamericana, cuando tuvieron una reunión hace ya dos años atrás en Santiago de Chile, donde expresaban la necesidad de poder contar con un satélite meteorológico propio para la región. Hoy en día hay solamente dos continentes que no tienen su satélite meteorológico propio, que son África y Sudamérica. Entonces, lo que estamos proponiendo es a través de una colaboración internacional con todos los países latinoamericanos, llevar adelante este proyecto que no es solamente colocar un satélite en órbita, sino también tener estaciones para bajar la información, desarrollos de algoritmos dentro de los servicios meteorológicos o hidrográficos de cada uno de los países. Pero que en definitiva también está relacionado con esto que hablábamos antes de la soberanía y la independencia. Porque si bien hoy se entrega de manera gratuita la información por parte de los satélites meteorológicos de EEUU, un satélite propio también da la posibilidad de poder tener mayor cantidad de datos y con más frecuencia. Porque hoy lo que sucede es que cada vez que llega esta época, la de los huracanes en la parte del Caribe y el Golfo de México y que puede afectar distintos lugares de EEUU, si bien no dejan de prestarse datos para los servicios meteorológicos de la región, pueden tener un poco menos de frecuencia. Entonces, tener un satélite meteorológico propio para el área de Latinoamérica gestionado por los países latinoamericanos, es un objetivo que nos gustaría cumplir a futuro.
mirarlatierradesdeelespacio-conae-30aniversarioRB: Pensando en esto que mencionaba de la capacitación, algo que nos interesó es que se conocieron los ganadores de la segunda edición del CANSAT Argentina. ¿Qué nos puede comentar de esto y cuál es su importancia?
RK: Como decía cuando hablaba recién de la parte social, en este caso lo del CANSAT es un concurso orientado hacia colegios secundarios de todo el país, que hicimos por primera vez el año pasado con una respuesta que excedió absolutamente cualquier expectativa cuando se presentaron más de 850 proyectos de escuelas de todas las provincias de la Argentina. No hubo ninguna provincia que no tuviera varios colegios que presentaran proyectos, de los cuales seleccionamos cinco. Lo mismo que estamos haciendo este año, también con una respuesta increíble. Y básicamente lo que hacemos es generar condiciones para que los chicos de las escuelas secundarias puedan ir adentrándose en cómo se genera y cómo se puede utilizar la información satelital para distintos proyectos que pueden tener que ver con la parte productiva, que pueden tener que ver con la parte del medio ambiente.
De todos los proyectos que se presentan, seleccionamos a los cinco mejores, que van al Centro Espacial Teófilo Tabanera en Córdoba y realizamos el lanzamiento con unos pequeños cohetes de esos mini satélites que han desarrollado del tamaño de una lata de gaseosa. Esta es una iniciativa que hizo por primera vez la NASA y la Agencia Espacial Europea, y nosotros nos copiamos de ellos en el buen sentido. Y la verdad es que es increíble la respuesta y cómo esto despierta inquietudes en la juventud, para que vean que pueden desarrollar determinadas actividades profesionales en nuestro país. Que cuando pueden soñar con hacer un satélite o trabajar en el desarrollo de un cohete de un vehículo lanzador, o generar información satelital para el medio ambiente, también lo pueden hacer en nuestro país.
RB: Nos interesó también el servicio de registro del reingreso de chatarra espacial, algo que es veces cada vez más preocupante, ¿qué nos puede comentar de esto?
RK: El tema de sostenibilidad en el espacio y la generación de chatarra espacial es una preocupación, te diría enorme hoy para todo el sector espacial internacional. Porque hay cada vez más objetos en el espacio y si eso no se controla adecuadamente, esa chatarra puede generar enormes problemas. Hay que tener en cuenta que un satélite viaja en el espacio a 17.000 kilómetros por hora, más o menos, dependiendo de la altura que se encuentre. Entonces, un pequeño tornillo que queda suelto en el espacio o un satélite que queda descontrolado, puede generar una catástrofe. Si bien hoy el espacio todavía tiene suficiente espacio, siendo redundantes, es una preocupación enorme. Entonces, cada vez se están asentando más los controles y el llamado a la responsabilidad de todos los países para que ese espacio sigue siendo sostenible en el futuro.
RB: ¿Cuál le parece que pueden que ser los paradigmas que tienen que guiar el trabajo de la CONAE para que permanezca como una política de Estado más allá de los cambios de gestión?
RK: El desarrollo del sector satelital en el mundo imprescindiblemente se tiene que hacer a través de una política de Estado y con continuidad. Los proyectos de las acciones que llevamos nosotros adelante no se agotan en cuatro años, es mucho más que eso. Y creo que justamente el poder seguir contando con un sector satelital en la Argentina que pueda seguir colaborando y aportando al país, tanto desde el sector social como productivo económico público y privado, requiere de políticas de Estado que tienen que ser mantenidas más allá de los gobiernos que toquen. Y eso es una lógica que hoy el ministro Filmus plantea para toda el área de ciencia y tecnología, no solo para la CONAE. Nosotros estamos en el ámbito del Ministro de Ciencia y Tecnología e Innovación, pero la ciencia y la tecnología es necesario que se transforme de una vez y para siempre en una política de Estado en nuestro país.
RB: Para finalizar, cuando se lo piensa más como un gasto que como una inversión, ¿cómo se da esa discusión o como se la piensa de otra manera?
RK: Puedo hablarte de algunas estadísticas de lo que es el sector espacial en particular, que es la parte que yo más manejo. Las estadísticas internacionales te indican que por cada dólar que se invierte en el sector espacial, tiene un retorno de aproximadamente 7 dólares. O sea, que cuando uno junta todos esos beneficios desde el punto de vista de la acción directa de la información satelital, del crecimiento de empresas, del desarrollo de nuevas empresas, de nuevos productos, de posibilidades de exportación, de todo lo que tiene que ver con los beneficios sociales; en resultados económicos las estadísticas mundiales demuestran que vos sextuplicas la inversión que un país hace en el área del sector satelital.
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