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Trabajar en la Procuración del Tesoro

persona trabaja en pc

Entrevista a Carlos Martin y Herrera y a Laura Saporito, de la Dirección Nacional de Asuntos Judiciales, quienes nos brindan sus recuerdos ante el trabajo desarrollado durante muchos años en el organismo.

Por Redacción Broquel

En el diálogo con ambos especialistas, surgió un tema central: la ECAE. “es una formación muy específica para nosotros, los abogados del Estado, por lo que en ese sentido es genial porque los conocimientos, la teoría y la práctica están enfocados en nuestra tarea”, indicó Saporito. “Si bien puede haber muchos posgrados en otras universidades, la formación esta es estrictamente para defender al Estado”, siendo “completa porque no es solo lo local, sino también conocimientos de derecho internacional”, algo “muy útil para todo abogado que se desempeña en el Estado”. Pero “la ECAE te permite además conocer abogados de otros ministerios, siempre hemos formado equipos interesantes, con quienes a veces nos
conocemos de hablar por teléfono pero no personalmente, con lo cual siempre fue un intercambio muy lindo”.

Martin y Herrera recuerda que “a partir justamente de la democracia, empezaron a surgir otras necesidades o se empezó a ver la necesidad de una formación distinta”, porque “hasta ese momento la formación de un abogado del Estado era muy general, sobre cuestiones que de repente no le servían”. Así fue que “se empezaron a hacer cursos hasta llegar a la creación de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado, que a mi modo de entender fue una gran idea porque es una formación específica y útil para el trabajo concreto de todos los días, que dicho sea de paso, es muy necesaria porque el Contencioso Administrativo que vemos nosotros, la verdad que es bastante complejo”.

En cuanto a la elección de la profesión, Saporito indicó que “cuando uno estudia por ahí no tenés la elección tan marcada de ir a la actividad privada o pública”, pero que tiene que ver “un poco con prestar un servicio, también, defender al Estado, que en definitiva es a la sociedad”. Martin y Herrera también cuenta que empezó “casi de casualidad, pero después realmente uno se va entusiasmado y va tomando conciencia de lo que significa el trabajo que está haciendo”. Después “la verdad que es un gran orgullo y una gran responsabilidad porque es representar al Estado en causas de mucha relevancia económica e institucional”, que “es muy interesante, profesionalmente, como un desafío que no termina nunca”.

Asimismo, el trabajo en la Procuración permite “progresar en lo que es la práctica jurídica, porque una cosa es cuando estudiamos, otra cosa es la práctica, pero sobre todo enfocado desde la abogacía estatal, que es muy diferente a la actividad privada”, reconoce Saporito. “Me parece que acá primero es un lugar de estudio, te permite ese espacio de profundizar en la lectura de los dictámenes, el intercambio con los profesionales, es un lugar especial para el que le gusta el estudio del derecho”, agrega. “Pero también la práctica, porque me ha tocado participar de la delegación del Cuerpo del interior, de las distintas provincias, que implicó hacer un intercambio con profesionales de todo el país, con los tribunales federales, ahora que uno lo mira hacia atrás, es un aporte no solo a nivel profesional, sino también a nivel humano”.

Por su parte Martin y Herrera rememora que “en esa Procuración que yo conocí, las cuestiones no eran tan complejas como las que son ahora, las competencias de la Procuración se han agrandado”, al tiempo que “la Procuración tiene el registro de los juicios, tiene por lo general la representación o el patrocinio de las causas internacionales, tiene además todas las cuestiones de la Escuela y de la auditoría de los juicios, de todos los servicios jurídicos, todas cosas que me parecen muy positivas porque hace al control de la litigiosidad también del Estado, en cabeza del Procurador del Tesoro”.

Pensando en los años de trabajo en la casa, Saporito asegura que “siempre hubo excelentes directores, coordinadores, tuve la suerte de tener personas con mucha formación profesional, universitaria”. Algo que significa “que llegás y tenés no sólo una responsabilidad en cuanto a tu tarea, sino también la posibilidad de ir progresando profesionalmente, de generar otros intercambios con otras áreas, siempre son nuevos desafíos que, en definitiva, al principio dan cierto miedo, pero finalmente se superan, con todo el trabajo en equipo, y queda como una experiencia valiosa”.

Martín y Herrera, en tanto, asegura que “no puedo más que darle gracias a Dios de haber estado acá, porque he aprendido la profesión y he visto cosas que, inclusive, no se ven en los estudios más importantes de la Argentina”. Porque “acá vemos de todo y complejo: es como decir, para un médico, un cirujano, podrá haber operado todo”. Al tiempo que indica que “es muy importante que las autoridades que vengan mantengan una continuidad”, algo que es “deseable para todos los organismos del Estado: continuar los logros que se obtengan, por ejemplo, en materia de formación del Cuerpo de Abogados del Estado, que no se interrumpan, que se sigan, que se profundicen, porque eso objetivamente es en beneficio de todos”.

Comentarios(1)

  1. Ligia Silvana Páez

    Excelentes profesionales, en el caso de Martín y Herrera tuve el honor de tenerlo como docente. Un abrazo.

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