DERECHOS HUMANOSOPINIÓNTAPA

Pensar la Educación Universitaria en Clave de DDHH, justicia educativa y calidad académica

“Consideramos que las universidades son casas del pueblo trabajador, no son salones de elite. Son espacios pedagógicos de inclusión, desarrollo y soberanía”.

Por Rectorado IUNMA 

Ante los agravios recibidos hacia nuestra institución, desde la gestión actual de esta Casa de Altos Estudios, queremos expresar que en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, brindamos una propuesta de educación universitaria en clave de derechos humanos y justicia curricular.

Contamos con el proyecto institucional validado por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria y aprobado por el Ministerio de Educación de la Nación y con todos los Planes de Estudios reconocidos, por lo tanto, todos los títulos que otorgamos tienen la misma validez que cualquier otra institución universitaria nacional. A su vez, poseemos un Sistema Institucional de Educación a Distancia también reconocido por CONEAU y aprobado por resolución ministerial.

Sabemos que la creación de esta nueva universidad con perspectiva de derechos humanos representa un enorme desafío y trabajamos día a día desde todos los espacios institucionales para generar una universidad inclusiva y con calidad académica.

La inclusión requiere garantizar el acceso, la permanencia y el egreso con aprendizajes, pero también, que en el tránsito formativo de las/los estudiantes se produzcan lazos sociales significativos, de reconocimiento, valoración y cuidado. Incluir requiere romper con circuitos de estigmatización y desvalorización instalados tanto en varias instituciones como en la sociedad y, hasta cuando se pretende concretar políticas públicas. El etiquetamiento en las decisiones, las marcas que operan clasificando a los  sujetos son señales a ver y erradicar.

A 40 años de democracia, creemos que por ahí va el horizonte de nuestras universidades, que sabemos que hay que defenderlas de aquellos que vienen a decir que somos meramente un gasto del Estado. No es casual tampoco que estas mismas personas se opongan a las luchas por los derechos humanos y a las demandas de las mujeres y diversidades. Parece que nos configuramos como un enemigo común. Probablemente sea porque estamos haciendo bien las cosas. Cuando la derecha nos ataca es porque estamos por buen camino.

Consideramos que las universidades son casas del pueblo trabajador, no son salones de elite. Son espacios pedagógicos de inclusión, desarrollo y soberanía. Es nuestro deber hacer de eso una bandera en defensa de nuestra educación pública, gratuita y de calidad para que nuestra gente pueda vivir mejor.

COMENTARIO AQUÍ