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La educación en imágenes

Por: Redacción Broquel

El Ministerio de Educación de la Nación editó en 2015 un libro titulado “Presente, retratos de la educación en Argentina”, en el que se recorre, a través de más de un centenar de fotografías, diferentes escenas cotidianas de la realidad escolar del país. La obra, que se puede descargar de la página de la Biblioteca de Maestros y Maestras de manera gratuita, gira en torno a reflexionar acerca de qué imágenes quedarán en la memoria y a la tesis de que las fotos construyen un discurso sobre el mundo.

La publicación refleja algunas de las variadas formas en las que se desarrolla la educación en la Argentina: allí se recopilan fotografías de estudiantes, docentes, escuelas, comunidades educativas y personal directivo. Cuenta con imágenes de niños y niñas desde la más temprana edad hasta personas que transitan por la escuela durante su adultez. Alberto Sileoni, quien se desempeñó como ministro de Educación entre 2009 y 2015, escribió sobre esta obra: “Hay escenas que pertenecen a la primera infancia, a la niñez, a la juventud, y a la adultez, a la vez que especialidades, ámbitos geográficos y contextos diferentes: escuelas técnicas, agrotécnicas, de arte, a las que concurren niños con capacidades diferentes, en hospitales y en casas, ámbitos urbanos, rurales, escuelas nuevas y otras que nos duelen por las condiciones en la que se encuentran”.

El libro no es lineal, aunque las imágenes conversan entre sí. Uno de sus méritos es retratar los contrastes que existen en las escuelas: desde jóvenes usando complejas herramientas e infantes aprendiendo ajedrez hasta adolescentes que llevan a sus criaturas al colegio y estudiantes que caminan por la montaña para llegar a la escuela.

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Gabriel Brener, asesor pedagógico de la ECAE y ex subsecretario de Equidad y Calidad Educativa (2013-2015), explicó: “Las fotografías tienen el mérito de exhibir la capacidad de la escuela para torcer aquello que muchas veces es señalado como un destino. Alumnas haciendo trabajos de mecánica, jóvenes de las clases populares que son parte de una secundaria en la que durante más de un siglo brillaron por su ausencia, niñas que practican ajedrez, estudiantes de zonas rurales con una netbook: la escuela hace posible aquello que no está previsto en los orígenes, abriendo nuevos mundos, enriqueciendo la vida singular de una persona y haciendo justicia con su historia y sociedad”.

Además, Brener reflexionó sobre las condiciones de existencia de estas imágenes: “Muchas de estas fotografías eran impensables en el pasado, no solo por el pudor institucional que años atrás impedía mostrar los claroscuros de algunas situaciones y dificultades que aún persisten en el sistema educativo, sino también porque sus protagonistas eran directamente excluidos de la posibilidad de cursar y finalizar sus estudios. Cuesta recordar que hubiera imágenes de madres con niños en la escuela. No porque en el pasado no hubiera adolescentes que quedaran embarazadas, sino porque el primer impulso de la escuela era cerrarles las puertas a estas alumnas”.

Pensar la educación en imágenes permite salir de los lugares comunes para analizar la diversidad de las instituciones y comunidades educativas de nuestro país. Tal como advierte la investigadora Inés Dussel, “necesitamos fotos que nos hagan pensar y que nos desafíen a construir memorias más complejas en el futuro, menos fáciles de leer y menos previsibles en lo que nos producen; en definitiva, imágenes que ayuden a producir otros discursos sobre el mundo”.

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